miércoles, 8 de junio de 2011

I Don´t Understand Nothing: Capitulo X



– ¿Qué hacen ustedes dos aquí?
Mire hacia arriba, Emily estaba parada en el marco de la puerta que daba al jardín. Betsy y yo estábamos aprovechando el día comiendo nuestro muse de chocolate.
– ¿No te nos unes Em? – Betsy se estaba levantando de la tumbona en que estaba.
– No gracias, solo pensaba que estaban haciendo algo. Bien, si no es así me voy a mi cuarto. – Se dio la vuelta y se fue.
– Que rara esta Emily, la que yo recuerdo nos estaría torturando por ser tan ñoñas. – Dijo Betsy lamiendo la cuchara.
– Emily ha cambiado, – Dije algo triste, – Ella creyó en un cuento de hadas que no salió como esperaba. Su novio la dejo y ahora tiene a otra. – Betsy comenzó a toser, se estaba atragantando con el muse.
– Pero yo creí que ellos estaban bien, digo, por lo que le contaba a mi hermana Jane creí que todo estaba bien.
– Parece que Mitch encontró a alguien más… algunas veces es así Betsy, no todo es miel sobre hojuelas.
– O…k, mejor cuéntame como conociste a Heath ¿si? – Dijo pegando saltitos.
La mire de soslayo, – Solo si tu prometes contarme como rayos conociste a tu bichito.
Betsy lo pensó un momento y luego asintió. – Bien, me parece justo. Pero tu primero.
– Ok. Bien, esa noche Emily me arrastro con ella a una fiesta en la playa que organizaban los chicos de su año. – Betsy se sentó y me miró sorprendida. – Me dio un poco de nervios como me miraban esos chicos así que me aleje de ellos, llegue hasta la playa, por un rato creí que estaba sola pero Heath estaba allí bebiendo cerveza, comenzó a hablarme y así conversamos un rato… y peleamos un poco también, – Betsy iba a hablar y la hice callar, – Él había lanzado una botella al agua, tu sabes como son mis creencias medioambientales, así que fui por ella… me quede completamente mojada, y después de eso no sé, todo fue muy rápido y de pronto nos estábamos besando y… – Me coloque roja, – Tocando. Pero después tuvimos la interrupción de Mitch y de Emily. Creí que no lo volvería a ver, ¿recuerdas que te dije que era el hijo del socio de papá? Bueno nos encontramos en una cena y luego hemos pasado un montón de cosas para estar juntos… nos hemos visto ha escondidas en el colegio, he incluso con todas estas cosas se ha hecho amigo de Ed, tanto que Edward lo adora. Pero aun así, al final lo nuestro no puede ser… hay asuntos que no podemos saltarnos.
– ¿Por qué?
– Porque si estamos juntos todo lo que ha construido papá… no valdrá nada. Todo será para Heath.
– No entiendo. – Dijo Betsy acercándoseme.
– Nuestros abuelos hicieron un estúpido contrato de matrimonio, el abuelo al parecer esperaba que Emily se casará con Heath, pero no espero a que fuera yo la que se enamorara de Heath y que además él no pueda ver ni en pintura a mi hermana.
– ¡¿Qué?! ¡Pero si eso es medieval!
– Pues creo que en mi familia no ha avanzado demasiado desde ese tiempo a este.
– Voy a hablarle al abuelito, – Betsy saco su teléfono, – No puedo creer esto, sabes que abuelito nunca dejaría que algo así pasara.
– No importa, él vendrá para mi cumpleaños, – Betsy me miro como si estuviera loca, – Quiero una explicación, y la quiero cara a cara.
– Buena suerte, – Dijo Betsy no muy convencida pero luego su cara cambio a una que conocía muy bien, era esa cara la que me había arrastrado a las peores cosas. – Tu y él ya lo han… – Le tape la boca con una mano y mire para todos lados.
– ¿Cómo dices eso… así? – Dije avergonzada por las dos, esta chica a veces no conocía la vergüenza.
Betsy se encogió de hombros, – Solo era una pregunta, yo y mi bichito ya lo hicimos. – me quede helada, la mire estupefacta, – ¿Qué? No tiene nada de malo.
– Betsy… tenemos dieciséis. Se supone que no debemos hacer eso…
– Zo, a mi no me engañas, tu también lo has hecho ya, – Dijo sonriendo, luego se quedo callada, – ¿Usaste protección cierto? – Abrí los ojos de par en par, – ¿Él uso…? – Negué, la verdad no recordaba mucho de eso. – ¿Tomas la pastilla? – Volví a negar, estoy segura de que mataría a papá de un infarto si tomara la pastilla. – ¡¿En qué rayos pensabas?!
– En que quería amarlo… ¿y qué hay de ti? ¿Cuál es tu historia?
Betsy se alejo un poco, – Mi historia es un poquito increíble. Y un tanto larga… en resumen papá me tiene guardaespaldas como tu sabes, – Claro que lo sabía, su padre era el dueño de una compañía inmensa, por eso papá nos mantenía lejos de ese mundo para no sufrir por ello y no tener que vivir rodeada de guardaespaldas día y noche como Betsy, – Pues… papá recibió una amenaza y tres días después me secuestraron.
La obligue a sentarse a mi lado en la tumbona, la pobre se veía pálida.
La abrace, – No tienes que seguir… eso puede ser espantoso de recordar.
Respondió a mi abrazo, – Lo es, esa tarde yo salía de clases, creí que habían cambiado mis guardaespaldas, pero no eran ellos… los tipos habían drogado a mis guardaespaldas y habían tomado su lugar. No me di cuenta de nada Zoey hasta que ya fue demasiado tarde.
– Mi niña… no tienes que esforzarte en decirme nada más. – Le acaricié el cabello.
– No Zoey, te lo voy a contar pero a mi manera. Te prometo que para mañana lo sabrás.
Asentí.
– Vamos a caminar.
Miro hacia arriba, – Creo que paso, voy a descansar después de ese largo viaje.
– Bien, ve, yo me quedaré aquí tomando un poquito de sol.
– Bien, chau-chau. – Dijo eso y se fue caminando tranquilamente.
Me quede recostada en la tumbona mirando el cielo. Ojala pudiera estar siempre así, tranquila y feliz… aunque como una nube obscura el recuerdo de la cara de Betsy al contarme que fue secuestrada me estaba opacando el día, el solo pensar en que Betsy había sufrido eso me dejo helada. No podía imaginarme como podía ser eso, ¿cómo habría sufrido tío y tía? ¿Todavía se encontraría Betsy consternada? Y yo para colmo la traía aquí para que hiciera los preparativos de mí fiesta de cumpleaños, que cruel de mi parte.
Suspire, recordar eso me hacía querer gritar, ¿por qué mamá me obligaba a invitar a tanta gente? Solo quería algo pequeño, pero no, debíamos hacer una gran fiesta. Solo esperaba que no terminara en desastre todo esto.
Cerré los ojos y me quede quieta, sintiéndome pequeña debajo del amplio cielo infinito…
– ¿Qué estas haciendo?
Abrí los ojos para ver a Edward parado a un lado de la tumbona, quería gruñir, me estaba tapando el sol.
– Ed estoy asoleándome, mi piel esta muy pálida y debo de verme horrible.
Ed bufó, – Te ves así todos los días, y aun así Heath te mira embobado, hasta el rata dijo que él babeaba el camino por el que tú pasabas.
Me cubrí la cara, Dios… – ¿Qué dijo Heath?
– Pues nada, él lo acepta encantado. – Miro hacia otro lado y luego volvió a mirarme. – Zo, necesito hablar contigo en privado, vamos a mi cuarto.
Edward se fue corriendo, algo confundida lo seguí hasta su cuarto. ¿En que estaría pensando ahora? De todas formas era mejor seguirlo, o se iba a poner de malas.
Entre tras él a su cuarto, apenas estuve dentro cerró la puerta con llave.
– Ed me estas asustando, ¿qué pasa?
Ed me miro algo apenado y se sentó en su cama haciéndome un espacio. Su habitación era un desastre con letras mayúsculas, había una colección de juguetes desarmados y otros objetos de la casa que habían corrido el mismo destino, y sip, aun estaba mi viejo DVD en el suelo de su habitación.
– No debería decirte nada. – Puso sus rodillas debajo de su barbilla. – Se supone que no te lo diría.
Lo abrace, – Entonces no creo que sea lo mejor decirme, uno no anda diciendo cosas así como así.
Me miro a sus ojos, a veces cuando me miraba de esa manera me recordaba a cuando era un pequeñito con esos grandes ojos azules. Le pase una de mis manos por su cabello.
– Pero es que es mejor que te lo diga… – Dijo algo absorto en si mismo, – Puse cruce mis dedos cuando Heath me dijo que no te dijera nada.
Lo mire sorprendida, ¿qué podía ser eso que Heath no quería que supiera? La curiosidad me estaba matando, pero si Heath no quería que supiera tal vez tenía una buena razón para eso.
– Bueno, yo estaba con el rata escuchando… – Le coloque mis manos en la boca.
– ¿No se te ocurre que si Heath no quiere que sepa es por algo? – Le quite mis manos.
– Pero yo solo quería ayudar Zoey.
– Lo sé Ed, pero si él quiere que lo sepa, él será el que me cuente todo. ¿Estamos de acuerdo?
Asintió no muy convencido pero lo dejo estar. Me levante y lo deje sentado en su cama. Iba a ir a mi cuarto, pero decidí ir a chequear a Emily, estaba algo extraña. Toque a su puerta y esperé a que ella abriera, tenía el cabello revuelto.
La mire anonadada, – ¿Qué…?
– Nada, solo estaba durmiendo un poco, anoche no dormí demasiado.
– ¿Por qué?
Me hizo una seña, – Ven entra.
Entre y me senté en su cama, al contrario de Ed ella tenía su habitación muy, demasiado ordenada. A veces me hacía pensar que tenía alguna manía con el orden.
Ella se sentó en la silla de su escritorio.
– Entonces, ¿qué te paso?
– Pesadillas. – Se peino el cabello con los dedos, – Las tengo de repente.
– ¿Quieres contarme?, hoy estoy en mi faceta de oyente deberías aprovechar.
Emily me miro divertida. – Yo paso hermanita, no me gusta recordarlas.
Me encogí de hombros, – Bien, como quieras. – Me estaba levantando de la cama cuando ella me hizo una seña. Me quede sentada.
– Te dije que pasarás por algo… – Me miro incomoda, – Quería preguntarte algo, es un tanto personal, – La mire a los ojos y esperé a que ella hablara, – ¿No te haces la idea?
Rodé los ojos, – Pues si no me dices, no lo sé.
Ahora fue Emily la que rodo los ojos, – Bien, ahora sé que eres muy inocente o debería decir idiota sino te das cuenta de lo que trato de decirte.
– ¡Oye!
– ¿Que quieres que te diga?, sino puedes entender que quiero saber si te acostaste con Heath.
De seguro parecía un pez, habría y cerraba la boca, hasta que por fin pude hablar.
– ¿Cómo me dices algo así Emily?
– Lo digo porque se les ve a lo lejos que ustedes dos han hecho algo más que darse besitos. – Dijo sonriendo abiertamente.
– Primero Betsy y luego tú, ¿quién más falta? ¿Papá?
– Creo que mamá y papá lo sospechan, no fuiste muy… – Dijo alargando la palabra, – Disimulada, cuando llegaste muy tarde supuse que sería por eso.
Me cubrí la cara con las manos, – No pude ser, – Cómo fue que papá dejo que Heath entrará a la casa si piensa que nosotros hicimos el amor… – No entiendo…
– Eso es porque no eres muy observadora como lo somos papá y yo. – Dijo Emily como si le estuviera explicando a un niño pequeño. – Heath prácticamente corrió a ayudarte cuando vio que cargabas un bolso, esos detalles sobreprotectores son los que me aseguro que ustedes dos se habían conocido mejor, mucho mejor. – Movió sus cejas.
– ¡Em!
– No me digas ¡Em!, solo dime que por favor se cuidaron y que no hicieron algo tan estúpido como hacerlo sin protección.
Me sonroje, – Si te digo que no lo recuerdo… ¿me creerías?
Emily me miro seriamente y luego rompió a reír, la mire enfurruñada. Después de verla revolcarse de la risa le lance las almohadas y los peluches que habían sobre su cama.
– ¿Por qué te ríes? No es gracioso. – Dije enfurruñada.
– Lo siento, – Se seco las lagrimas de risa, – Pero como es que no recuerdas si Heath uso… – Le lance un oso de peluche y le di en la cara, Emily lo tomo en sus manos y se siguió riendo, – Eres tan tonta Zoey.
Me levante de la cama y salí de su cuarto. ¿Cómo podía reírse de mí? Solo porque no recordaba eso. Patee una mesita esquinera que mamá tenía en el pasillo. Emily tonta.
Iba a ir a mi cuarto pero Betsy estaba descansando, así que baje las escaleras y fui a la cocina. Mamá ya debería de sentirse mejor y si la conocía debía de seguir allí.
Allí estaba, papá seguía a su lado.
Me senté en frente de ellos, – Quiero ser hija única, ¿aun puedo?
Papá me sonrió y me tendió una mano, – ¿Por qué?
Bufe, – Emily es una tonta, siempre se ríe de mí y a Edward a veces no lo entiendo, aunque me gusta ahora que se comporta como un chico de su edad… mejor quedémonos con Edward y tiremos por algún lado a Emily. ¿Qué tal si se la regalamos a los vecinos? Me ofrezco a ir a hablar con ellos.
Papá me sonrió, – Mi princesita, déjalo así, los amamos a todos. Solo debes aguantar.
Suspire muy audiblemente, – Que malo eres.
– Bebita, estamos un poco nerviosos aquí…
Mire a mamá, – ¿Qué pasa?
Mamá me miro sin muchos ánimos, – Me siento algo cansada, solo es eso, se lo he dicho ha tu padre pero él no me hace caso.
– No estás bien cielo. – Dijo papá colocando un brazo alrededor de mamá.
Los mire con envidia, yo también quisiera estar así un día. Abrazados Heath y yo como una pareja de verdad.
– Mi amor vuelve a la tierra ¿si? – Lo mire despertando de mi sueño de amor, – ¿Dónde esta Betsy?
– Estaba cansada y quería dormir.
– ¿Y tus hermanos?
– Están en sus cuartos. – Dije aburrida. – Y no tengo nada que hacer.
Papá alzo una ceja, – Existe; Messenger, Facebook, Twitter y un montón de foros en los que puedes hacer algo.
Lo mire enfurruñada y me levante de la silla, – Gracias, – Dije sarcásticamente.
Entre de puntitas a mi cuarto y fui por la laptop. Salí sin que Betsy se diera cuenta de nada.
Fui hasta el estudio de papá y camine hasta dejarme caer en el sofá. Hora de volverme vegetal en internet.
***
Me fui a dormir cuando ya el reloj de papá daba casi la medianoche. Toda la casa estaba a oscuras, por lo que casi me caí un par de veces antes de poder entrar a mi cuarto. Betsy estaba dormida y su laptop estaba abierta encima de mi escritorio, la mire pero estaba dormida como una roca, aunque no debía de haberse dormido hace mucho.
Me senté en frente del escritorio y mire el archivo que mostraba la laptop.
“Zoey aquí esta mi parte del trato, mi historia de amor.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario