lunes, 6 de junio de 2011

I Don´t Understand Nothing: Capitulo VIII



– Zo no seas vaga levántate, – Golpee con una mano a quien me molestaba. – ¡Cuidado!
Me coloque la almohada encima de la cabeza, ¿cuál era la manía de molestar a la gente cuando esta durmiendo?
– Vamos Zoey, vas a llegar muy tarde a buscar Betsy, quizá ya te esta esperando, – Dijo tentándome esa voz.
¿Betsy? ¿Por qué iba a llegar Betsy? Yo debía de hacer algo… Me levante de la cama de un salto tirando al piso a Edward.
¡Debía de ir a buscar a Betsy al aeropuerto!
– ¿Qué rayos haces aquí Edward? – Mire el reloj que estaba a un lado de mi cama. Ya eran las diez de la mañana.
– Heath me dijo que podía ir a buscar a Paul, – Lo mire confundida, ¿quién rayos era Paul? – Es el rata, aunque no lo creas también tiene nombre igual que tu y yo.
– Jaja Ed que gracioso eres. – Le sonreí encantada de que estuviera tan animado el día de hoy, – ¿Así que ahora están de amigos otra vez?
Edward se acostó junto a mí, – Sip, Heath me perdono y me hizo prometer que ya no debía volver a hacer piruetas o nada. – Hizo rodar los ojos, – Por lo menos hasta que tuviera la edad suficiente como para tener seguro de vida.
Le sonreí, era raro verlo comportarse como un niño de su edad. Eran cosas que conseguía Heath.
Mire el reloj una vez más, – Más vale que salgas de mi cama y me dejes vestirme o dejaremos a la pobre Betsy esperándonos en el aeropuerto.
– Oka, – Salió de encima de mí. – De todas formas yo ya me tenía que ir, Heath ya va a pasar por mí.
– ¿A qué hora llega tu amigo?
Sonrió, – A la una, una hora después que Betsy. Pero debemos hacer unas cosas con Heath.
– Esa famosa sorpresa, – Ahora fue mi turno de rodar los ojos.
– Si, esa famosa sorpresa, bueno levántate Heath dijo que quería verte.
Me sonroje y comencé a levantarme de la cama.
Unos minutos después, me hallaba vestida y lista para todo. O sea, vestida con una blusa hasta el muslo y mis mallas negras junto con mis convers. Cómoda, linda y juvenil. O eso diría mi mamá.
Baje corriendo las escaleras justo para ver a Emily regañando a alguien en la puerta, me acerque para salvar a esa pobre alma que se había cruzado por su camino. Me lleve un susto cuando vi a Heath en la entrada, estaban prácticamente nariz con nariz.
– Jódete rubiecita me llevo a Ed y de paso quiero ver a Zoey. – Le gruño Heath.
– Jódete tú idiota, después de lo que vi el otro día no voy a dejar que te lleves a mi hermanito, – Gruño Emily de vuelta. De pronto me vio y me jalo, – Te hago un cambio, llévatela a ella y devuélvela cuando quieras, si quieres quédatela pero a mi hermanito no te lo llevas.
Nos lanzó a ambos fuera de la casa y nos cerró la puerta.
– Valla yo creí que me quería. – Dije poniendo mala cara.
Heath me dio la vuelta y me besó en los labios, sus manos se movieron por mi espalda. Le acaricie el cabello y lo jalé un poco cuando su lengua rozaba la mía.
– Te amo tanto Zo, – Me dijo mientras me daba un poco de espacio, – ¿Cómo te encuentras?
Lo abrace y lo apreté fuertemente, – No te preocupes por mí me siento bien, no me hiciste daño, ya no preguntes más ¿si?
– Bien, – Dijo fingiendo enojo, – Ya no lo haré.
– Okay, si quieres yo puedo ir por Edward. – Lo mire hacia arriba.
Heath me abrazo más fuerte, – Ya saldrá, no quiero vérmelas con la mamá leona de nuevo y menos te dejaría a ti liarte con ella.
– Como quieras.
Nos quedamos abrazados rememorando lo último que hemos hecho, hasta que llegó a las clases que compartía con Emily.
– Sabes odio que los programas de estudios no sean los mismos en todos los países, te lo juro tengo clases en diferentes años, hasta en primer año con tu hermana, eso me saca de quicio, tu hermana es tan… – Le toque suavemente la mandíbula, la tenía firmemente apretada.
– Vamos que Em no es tan mala. – Heath me miro como si me hubiera vuelto repentinamente loca. – Lo digo en serio.
– Ella desquicia a cualquiera, algo así debió de hacerle a ese idiota de LeBeuf. – Dijo como si nada.
Pestañee hasta que comprendí, – ¿Mitch? Pues no lo sé, pero lo que haya pasado entre ellos la dejo muy mal.
Heath bufo, – Sabes, si yo rompiera contigo esperaría un tiempo antes de comenzar con otra, el idiota ni siquiera espero una semana para aparecer con otra chica. – Lo mire sin creérmelo. – Solo por eso siento un poco de lastima por ella.
– Oh.
– Sip, oh. – Tomo mi rostro entre sus manos y me beso en la punta de la nariz, – Eres muy linda como para dejarte.
– La vecina llamo para decir que tenía una pareja de tortolos al frente de mi puerta, –Ambos pegamos un saltó al escuchar, – Y que si tenía un mínimo de pudor iría a decirles unas cuantas cosas.
– Eh…
– ¿Eh? – Dijo papá imitando a Heath. – ¿Y bien qué estaban haciendo?
– Nada, – Dijimos ambos, papá nos miró a ambos.
– ¿Ya te dije que pareces ninja? – Dije para suavizarlo.
– Si, pero me interesa saber qué hace aquí Heath.
– Estaba esperando a Edward para ir por Paul. – Papá alzo una ceja interrogativamente, – El rata.
– Bien, y qué haces abrazando a mi hija, – Nos miramos, aun estábamos abrazados, nos separamos. – Ja-ja-ja.
– No piense mal, ya sabemos que no podemos estar juntos. – Dijo Heath seriamente. Eso me recordó nuestra situación, no importaba cuanto nos quisiéramos, no podríamos estar juntos.
– Es cierto papá eso ya lo sabemos bien, – Dije tristemente.
– Es mejor que entren, – Dijo papá antes de darse la vuelta e irse.
– ¿Qué fue eso? – Dijimos ambos.
Sin preguntarnos más entramos en la casa, papá intentaba separar a Emily de Edward, al parecer era el método desesperado de Emily para no dejarlo ir.
– ¡Suéltame Emily! ¡Te voy a morder! – Dijo, pero yo sabía que no lo haría, la venganza de Emily sería legendaria, además que la quería demasiado como para morderla.
– No lo haré y me importa poco que me muerdas, no dejaré que te sigan enseñando más cosas feas, ya no eres mi bebé. Ese rata te esta cambiando, junto con ese. – Señalo a Heath.
– No metas a Heath Emily, – Dije colocándome inmediatamente entre ellos. Emily hizo un puchero y puso esos ojos tristones.
– No vayan a pelear, – Dijo papá ya abrazando a Emily, mire a Ed que ya estaba sintiéndose mal.
– Oh vamos Ed te esta comprando. – Dije.
– Bruja, – Dijo Emily mostrándome la lengua como si tuviera cinco años.
– Vieja, – Le respondí también mostrándole la lengua.
– Oh cielo esto me recuerda cuando Zo iba al jardín de niños y peleaba con Emily porque quería ir con ella, – Enredo su brazo con el de Heath, – Eran tan adorables, y ni te imaginas cuando peleaban entre los tres, tengo un video, ¿quieres verlo? – Le dijo a Heath como si nada.
Mire a Ed, Emily y a papá a ver si estaban tan conmocionados como yo.
Lo estaban.
– Mi amor, se supone que deberíamos echarlo a patadas de aquí, no invitarlo a ver nuestros videos familiares. – Dijo papá mientras desenredaba el brazo de mamá.
– Oh vamos Eddy le debemos algo por tratar tan bien a nuestro Edward…
– Si, y es quien cada vez que se queda con nuestra hija a solas la manosea y no quiero ni pensar en el otro día. – Dijo mordiendo cada palabra mientras fulminaba con la mirada a Heath.
Enrojecí, – Papá…
Mamá se puso las manos en la cadera, – Él ha sido bastante amable ¿no crees? Al principio creí que iba a seducir a nuestra hija, y tuve miedo cuando nuestra niña se puso rebelde, pero veo que no es tan malo como creí, trata bien a Edward y él merece también una oportunidad, como tú sabes. – Dijo mamá mirando a papá a los ojos.
– No puedes usar ese argumento, no… – Eso fue lo que dijo hasta ver la carita de mamá. Hay cosas que se heredan, dicen. – La carita no mi amor. – Mamá le hizo un puchero y de pronto papá ya la estaba besando.
– Wow, – Dijo Heath a mi lado. – Ellos siempre son tan…
Lo mire sorprendida, – ¿Tus papás no se besan delante de ti?
Negó, – Pues no, no son así te lo aseguro.
Papá se separo de mamá a la fuerza, – ¿Ustedes no tenían algo que hacer? – Nos dijo.
Heath miró su reloj, – Yo venía por Ed.
– Tenemos que ir por Betsy. – Dije conmocionada de que se me olvidara eso.
– Bien pongámonos en marcha ya se nos esta haciendo tarde, – Agarro a mamá y la beso en la boca y le dio una palmada en el trasero, – Extráñame hermosa.
– ¡Papá!! – Dijimos, mientras Heath estaba totalmente rojo.
– Vamos niñas, Ed llega temprano, Heath – Dijo papá mirándolo fijamente, – Cuídalo.
– Si, señor. – Heath me dio un beso en la frente y agarro a Ed de la manga. – Nos vamos, lo traeré en un par de horas y ni se te ocurra protestar.
– Demonios. – Dijo Ed dejándose arrastrar.
Y con eso salieron de la casa, poco después salimos nosotros también.
Para nuestra suerte nos toco un taco antes de llegar al aeropuerto, llegamos diez minutos después de la llegada de Betsy, solo podía esperar que no se hubiera ido ya. ¿Por qué tenía que ser lunes? O tal vez debería decir porqué andaba tanta gente el día de hoy.
– Creo que nosotros podemos encontrar a Betsy, pa, mientras tu buscas donde estacionar. – Dijo Emily con la mano ya en la manilla de la puerta.
– Esta bien, tengan cuidado. – Ambas salimos del auto y corrimos al aeropuerto.
Cruzamos las puertas de cristal y caminamos lo más rápido que pudimos entre la gente para llegar al anden donde se supone que debería haber arribado el avión de Betsy.
– Yo voy a informaciones, tu ve a revisar por allá donde están recibiendo las maletas esas personas.
Asentí.
Corrí hasta la multitud y le pregunte a una persona desde donde arribaba el avión, pero venían de Italia.
Alguien me tomo el brazo, me di la vuelta para ver a Emily, – El vuelo de Betsy aun no llega, dicen que se retraso en la salida por mal tiempo en Rumania.
Suspiré, – Que bien, ¿a qué hora llegará?
Emily hizo una mueca, – Llega a la una y cinco minutos, ahora voy a avisarle a papá.
– Ok, yo estaré por aquí.
Di vueltas y vueltas por el lugar hasta que apareció papá junto a Emily, nos sentamos en las bancas dispuestas para gente como nosotros, esperando a alguien muy retrasado.
En frente de nosotros había un reloj inmenso que indicaba la hora. Y hacia tic tac…
– Princesita parece que te vas a quedar dormida.
– Yo también lo creo papá. – Dijo Emily a su lado.
– Aun resisto solo nos quedan veinticinco minutos más.
– Pasaran volando. – Me consoló papá, palmeando mis manos.
Asentí, luego pasamos a hablar sobre el colegio y de cómo nos iba a ambas. Emily se quejaba de que no entendía algo así que papá se puso a explicarle.
– Hey tarado fíjate por donde caminas, ¡mira lo que le has hecho a mi laptop! – Mire de inmediato hacia donde se estaba acumulando gente, mire de soslayo a Em y a papá pero no le prestaban atención.
– No es mi culpa que lo tuvieras en las manos.
– Oh no. – Dije, me levante de inmediato y seguí a la multitud.
– ¿Qué dijiste mocoso? – Me apresure.
Papá me alcanzo, – Dime que no es tu hermano. – Me miro y se resigno, – Vamos.
Llegamos los tres justo cuando un tipo de dos metro estaba agarrando a Ed.
– Suelta a mí amigo idiota. – Dijo Heath. El tipo lo miro como sino fuera nada y levanto a Ed.
Papá estaba por agarrar al tipo, cuando un chico alto paso por nuestro lado cargando un bolso, – Soggy – Lo mire pero él ya estaba en frente del tipo. – Suelta a mi amigo o te pateage tan duro que ni tu magdre te va a reconocer. – El chico lanzo su bolso a un lado y se puso en frente del tipo.
– Yo en tu lugar le hago caso, cuando se le marca el acento es porque esta ‘muy’ enojado. – Dijo Heath, – Y hazlo rápido antes de que yo sea el que te golpee primero.
El tipo pareció darse cuenta de su situación ya que soltó a Ed, pero eso no le impidió que le diera un rempujón antes de irse. Claro que papá lo alcanzo antes de poder cruzar la multitud. Yo corrí con Emily hasta Ed.
Pero alcance a ver a papá en acción cuando le dio un golpe al tipo, fue tan fuerte que lo tiro inconsciente al piso. – No te metas con mi hijo, idiota.
– Papá eres genial. – Dijo Ed de entre los brazos de Emily.
– Gracias hijo ahora será mejor de que nos movamos de aquí antes de que lleguen los guardias.
Mire al chico que había llegado, estaba mirando a Heath.
– Tanto tiempo.
– Qué entrada la tuya.
– Te echaba de menos, – Se dieron la mano, y luego se abrazaron.
– Yo también Bro. Ed ven acá.
El chico se dio la vuelta y recogió del piso a Ed, – Amigo, – Lo abrazo hasta dejarlo sin aliento. – Por fin te conozco, eres tan adorable.
Ed estaba rojo, – Rata suéltame me asfixias.
– Oh perdón, perdón, ya te dejo. – Dijo colocándolo en el suelo y ordenándole la ropa. – Es que eres tan pequeñito.
– Así que este es el famoso rata, – Dijo papá mirándolo con el ceño fruncido. – ¿Debo golpearte o no?
El rata lo miraba asombrado, – Yo creo que no.
– Fuiste tu el que le dijo como hacer piruetas ¿no? – Hasta yo pude ver como la bombilla se le prendió en la cabeza al rata.
– Arribando por el anden número diez el vuelo proveniente desde Rumania.
– Romania’s Travel arrived in platform number ten.
– Betsy, – Dije y partí corriendo hacia el anden diez.
Llegue a tiempo de verla.
– ¡Zoey!!! – Corrimos a abrazarnos, – Te extrañe un montón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario