jueves, 12 de julio de 2012

No Wait!: Capitulo VII



Estaba furiosa. Creo que ya era una palabra que usaba con bastante frecuencia, pero esta vez podía jurar que era por una buena razón.
–Si no cambias esa cara te va a quedar una arruga en la frente.
–A los hombres no nos gustan las mujeres con arrugas. –Se rió Zackary, por alguna razón se estaba comportando anormalmente feliz, y comenzaba a asustarme.
Me acomode en mi asiento del avión– Tengo que soportar la compañía de ustedes, por favor Zack no me asustes con tu felicidad. –Termine con una sonrisa irónica.
La cara de Zack cambio de inmediato– Solo me siento feliz de poder viajar con ustedes, no quiero que se metan en líos.
–No le hagas caso a Emily, Zack, solo está algo nerviosa por la locura que va a suceder. –La mirada que me dio no dejaba lugar a dudas: Molesta a mí chico y te tiro del avión.
Llevábamos ya varias horas volando. Habíamos tomado el avión a la hora prevista pero con un pequeño cambio de planes, a última hora llevábamos un acompañante.
Me había costado una promesa y casi lágrimas dejar la casa, el abuelo no estaba muy feliz con mi partida pero no se había reusado cuando Jane le había insistido que necesitábamos tomarnos un pequeño descanso, el abuelo nos había mirado con algo de desaprobación pero luego nos había dicho que no podíamos ir dos jóvenes solas a París. Fue cuando Jane hizo lo imperdonable.
–Zackary se ofreció anoche a venir con nosotras, dice que necesita un tiempo para relajarse y que le caería muy bien acompañarnos.
La había mirado, le había golpeado disimuladamente con la mano, había dado indirectas pero ella me había ignorado, cuando se le metía una idea… bueno éramos familia definitivamente.
Ahora viajábamos los tres hacía París. Pero habíamos tenido que cambiar el vuelo, ahora hacíamos un vuelo con escalas, algo que no le agrado a Heath para nada pero ya no podía hacer nada por él.
También había recibido una noticia grata; Zoey estaría en París, su doctor le había dado luz verde para viajar y no habían perdido el tiempo. Ahora nos encontraríamos en el lugar de retiro que pertenecía a la empresa. El sitio se ubicaba a las afueras de la ciudad y en una zona verde.
Heath estaba aprovechando una segunda luna de miel, por lo que me había contado Zoey en una breve pero grata charla, ahora quería llegar junto a ellos. Deseaba ver que tanto se notaba el embarazo de Zoey, no la había visto desde su boda y de eso ya hacía casi un año y medio.
Cerré los ojos y después me deje llevar por la paz que, irónicamente, me traía el murmullo de las diferentes personas que viajaban junto a nosotros.
Me dormí y lo supe porque de pronto estaba siendo sacudido y eso no habría pasado de estar despierta, ¿tonto, no?
Me tome un momento para despejarme, mire a quien me estaba sacudiendo y no era nadie más que mi primo.
–¿Qué pasa?
–Estabas roncando y me molestaba.
Le fruncí el ceño– Yo no hago eso.
Zack me sonrió– En realidad quería que hablar contigo un rato, –Apunto con su índice detrás de él– Jane se quedo dormida hace un momento.
Suspire– ¿Sobre qué quieres hablar?
Él me sonrió de forma cansina esta vez– No me gusta molestarte, siempre has sido muy buena conmigo, paciente a pesar de que no suelo ser la mejor compañía y me preocupa que estés cometiendo el peor error de tu vida, ¿por qué no volvemos a casa y le das una oportunidad a Marcus?
Negué de inmediato– Tenemos personalidades iguales, no nos gusta que nos manden y tendemos a enojarnos con facilidad. Admito que he estado bastante tranquila pero creo que si volvemos a hablar, –Le sonreí divertida– Lo golearé en una parte… que quizás no tenga hijos en un futuro.
Zack comenzó a reírse despacio y para terminar riéndose a carcajadas. Le tape la boca con la mano pero fue inútil.
–Si quieres lo sostendré por ti.
Jane bostezó. Teníamos asientos unidos ya que íbamos en la fila de en medio. Nos miro pero luego volvió a acomodarse, esta vez se abrazo de Zack.
Le di un pequeño codazo a éste– ¿Cuándo me van a decir que están de novios?
Zack se sonrojo– No sé si estamos de novios Emily, parece que le agrado…
Moví la cabeza con exasperación– Zack. –Dije en voz baja– Ella esta loca por ti, y francamente, hasta ayer creía que tú la odiabas.
Zack abrazo a Jane aun más fuerte, ella solo se acomodo mejor en su abrazo. Hacían tan linda pareja.
–Yo nunca la he odiado, siempre me ha gustado. –No había duda en como miraba a Jane.
–Pero siempre evitas hablar con ella. Y ya que estamos en confianza, eres un idiota por hacer eso, le dabas la peor impresión posible.
–No me lo creo, que idiota soy. –Me encogí de hombros, él lo había dicho.
–¿Quieres un consejo? –Asintió– Declárate.
–¿Cómo quieres que haga eso? –Me miro asustado.
–Dile; Jane te amo desde hace mucho tiempo…
–Años. –Me interrumpió con suavidad.
–… ¿Quieres ser mi novia? –Le di un golpe en la cabeza– Así de fácil.
Movió la cabeza con desgana– Si me rechaza quedaré traumado de por vida, y será tu culpa.
–O serás inmensamente feliz, quizás, por el resto de tu vida. Y me lo deberás.
Me sonrió y luego se acomodo para hacerle más espacio a Jane entre sus brazos. Me acomode yo en mi asiento y volví a prepararme para dormir.
Sentí mi cuerpo tan liviano hasta que alguien me volvió a despertar. Abrí los ojos de mala gana.
–Em. –Me susurraron.
Mire hacia donde venía el susurro. Era Jane.
–¿Qué quieres? –Le dije.
Jane me hizo chitón–No hables tan alto, esta dormido aun.
Los mire, Zack aun estaba dormido y tenía a Jane firmemente agarrada– ¿Quieres que te suelte? Solo tienes que darle un codazo…
–¡No! –Me susurro con más fuerza– ¿Estás loca? Bueno si, lo estás pero si lo alejas de mi te mato.
–Eso mismo opinaría él. –Dije suavemente, no quería despertar a mi primo, probablemente moriría de la vergüenza si nos escuchara.
Jane estaba rebosante de emoción– Entonces él me abrazo.
–Tú te pegaste a él. –Jane me piñizco– Bueno, después él te abrazo.
No tenía porque decirle que, también había acordado que le pediría que fuera su novia. Eso era algo que tenía que decir Zack.
–Solo me despertaste para decirme eso, porque quiero descansar.
–Llevas durmiendo desde hace más tiempo que yo, y además roncabas.
Le di una mirada sucia y después seguí durmiendo.
Descanse lo suficiente en el viaje, a pesar de las diferentes paradas que hicimos. Incluyendo una breve parada que hicimos en Alemania, y en la que Jane nos obligo a quedarnos a dormir en casa de su abuela en Berlín.
–Tenemos veinticuatro horas para disfrutar Berlín y mi abuela materna vive aquí, ¿no es genial?
Zack se sonrojo– No se si es buena idea.
Mi estómago hizo ruidos– Quiero comida casera.
Jane miro de forma coqueta a Zack– ¿No te gusta la comida casera?
Como todos los hombres, Zack pensaba con el estómago, o tal vez con otra parte al ver a Jane con vestido. Para la ocasión se había vestido con un vestido veraniego con flores, y si, era mío. En su bolso no cabía nada además de un par de cosas (que no había querido decir qué eran) y un poco de ropa y zapatos de deporte.
En fin, terminamos tomando un taxi fuera del aeropuerto y nos dirigimos a casa de la abuela de Jane. Treinta minutos después estábamos en la casa de la abuela Gill. Quien vivía en una casa antigua y extrañamente agradable; un jardín inmenso y una cerca de madera, era la casa más bonita del vecindario.
–Abuela, a que no adivinas quien viene a visitarte… –Jane estaba hablando por teléfono– ¡Si!! Soy tu nieta favorita y unos amigos, bueno mi prima Jane y Zackary. Si, el niño con el que jugaba en el jardín de niños, si, el que tiene un gemelo. Si, a eso último también. –La cara de Jane estaba totalmente sonrojada– Estamos fuera de tu casa…
La puerta de la casa se abrió de par en par y una mujer pequeña salió corriendo.
–Jane, mi pequeñita.
Jane corrió a abrazar a su abuela y ese fue el comienzo de una noche mágica, su abuela se emocionó tanto de vernos que nos hizo muchas cosas deliciosas, y nos preparó un lugar donde dormir a Jane y a mí, a Zack le dio un cuarto bien alejado del de nosotras.
La noche de descanso valió la pena cuando llegamos al día siguiente a París, y por fin llegábamos al centro de retiró Home.

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