viernes, 29 de julio de 2011

Cuando La Luna Al Fin Sale: "Tranquilidad ¿al fin?"




>>Leah<<
A veces me pregunto que sería de una persona sin amigos, y otras solo recuerdo como era yo sin amigos, gruñéndole a todo el mundo que pasaba a mi alrededor, quejándome de mi suerte, de mi desgracia al haberme convertido en un monstruo, y lo que eso significaba, aunque aun duele el que nunca pueda sentir el crecer de una vida en mi interior, Liam me ha hecho ver que eso podría ser… de alguna forma llevadero. Pero por alguna razón mi esperanza aun estaba ahí.
Salte sobre un árbol caído, había salido de casa a buscar a Seth en cuanto corté la llamada, por alguna estúpida razón me sentía emocionada de que Liam me hubiera pedido ayuda, creo que fue porque como una vez él dijo, ellos eran personas muy machistas, y que pidiera mi ayuda significaba que debió costarle un gran esfuerzo. Lo que levantaba mi ego y de alguna manera compensaba un poco de cómo me había sentido antes de la llamada. Bueno, Seth se supone que había recibido una llamada antes que yo, y por lo que supe era Sam, quien tenía que hacer algo y, historia corta, Seth termino reemplazándolo.
Me concentré en lo que estaba haciendo, estaba lo suficientemente lejos de casa, por lo que cambie de forma, me sentí algo extraña, cada vez que cambiaba me sentía cómoda pero me recorrió un cosquilleo por la espalda, me sacudí hasta que ya no lo sentí más, luego puse atención a lo que podía escuchar, estaban rondando los pensamientos de varios lobos de la manada entre ellos los de Seth, como siempre los más tranquilos, ¿acaso él nunca tenía problemas?
~ No – Dijo respondiendo al momento. ~ Vivo mi vida tranquilamente.
~ Cállate “Zen”, ellos necesitan nuestra ayuda… ¿los quieres ayudar?
Prácticamente pude ver como pasaban el hilo de pensamientos frente a mis ojos, era algo molesto en especial porque estaba captando no solo los de Seth, sino que también los de todos de los que estaban a mí alrededor, y algunos no estaban siendo muy agradables.
~ Debo admitir que ellos me agradan mucho y ya los estábamos ayudando, así que porque no. De todas formas siempre es divertido cazar vampiros.
Que divertido, mientras que las familias normales jugaban Monopolio nosotros matábamos vampiros, ¡Viva la familia!
~ No te salvare el trasero si te metes en problemas.
~ Ja, yo debería decir eso. – Y antes de que pudiera decir que comenzáramos a buscarlos Seth ya había comenzado la labor, por lo que me fui por el lado contrario.
Intentar distinguir olores era horrible…
~ Leah, ¿qué esta pasando? – Trate de seguir mi rumbo sin disminuir el ritmo.
~ Hace mucho que no te escuchaba Sam, creí que Seth te reemplazaría esta noche.
~ Algo esta pasando, tú, Seth y Jacob están demasiado misteriosos y eso me molesta, en especial cuando le agregas a tú lobo y vampiros a la mezcla.
~ ¿De que estas hablando? – No pude evitar pensar en Liam y Steve en alguna parte intentando rastrear al vampiro.
~ Eres increíblemente ingenua si crees que no me había enterado ya, ustedes no son muy cuidadosos con sus pensamientos. Y tu lobo y otro tipo más han estado rondando por estos lados.
~ Déjanos en paz.
~ Créeme que los hemos dejado en paz
~ Entonces no te metas en esto.
~ Me encantaría, pero esto puede influir en la manada, y en la gente que vive cerca de este lugar, no solo a nosotros.
~ Te prometo que ellos lo resolverán, están en ello. Solo te pido que los dejes hacerlo solos. Ellos pueden, – Pude ver la respuesta que había pensado, como si fuera un letrero de neon ~ Y voy a ayudarlos y Seth me acompañará.
Sam había comenzado a gruñir cuando le dije, ~ Por favor…
Con esas palabras, pude sentir algo extraño viniendo de él.
~ Te importa…
~ Es mi pareja, no puedo dejarlo, como tú no dejarías a Emily sola en un momento difícil.
Pude sentir su duda, pero aun así había confianza cuando respondió ~ Solo cuídate… – Y salió de fase.
~ Leah, ven – Dijo Seth al momento. Y hacia allá me dirigí.
Seth no estaba tan lejos de mí, por lo que corrí en poco tiempo la distancia que nos separaba. Apenas lo vi se retiro para salir de fase, cuando estuve más cerca hice lo mismo.
– Están más adelante, te aviso que están en forma de lobos, – Dijo algo intranquilo.
– No me digas que tienes miedo, – Se encogió de hombros, – Sé que no piensan demasiado en esa forma, pero confió en que nos entendamos.
– Si tu estas segura, yo te sigo. – Se puso a caminar en la dirección donde se encontraban Liam y Steve. – ¿Pudiste sentirlos antes de cambiar?
– ¿A Liam y a Steve? – Seth negó firmemente.
– Me refiero a la manada, salieron de fase junto con nosotros. No hay nadie vigilando esta noche.
– Entonces creo que mis palabras hicieron algo en Sam. – Dije pensando un poco en ello.
– Probablemente, aunque eso hace que no me sienta seguro en forma humana.
– Tonto, – Él sonrió levemente.
De pronto se quedo quieto y señalo algo más adelante con su mano. Por lo que pude ver era Liam, su pelaje azulado se veía hermoso con los pocos rayos de luz de luna, que lograban atravesar las nubes. Y como si hubiera mencionado su nombre en voz alta, él me miro, y eso basto para que se dirigiera hasta mí. Desde detrás de él se materializo como por arte de magia un lobo rojizo, Steve, probablemente aun no me reconocía muy bien. Quise decirle que era yo, pero al parecer no me prestaba demasiada atención porque volvió a su lugar o de donde había salido, después de ver a donde se dirigía Liam.
– Aun no me siento seguro, en especial porque creo que Liam me atacara si me acerco demasiado a ti.
– No seas tonto Seth, es imposible, – Seth se acerco un poco más a mí, pero Liam se puso tranquilamente entre nosotros, me agache para quedar a su altura, – Parece que tenemos un problema.
– Si, que Liam es un celopata, soy tu hermano no represento ningún riesgo. – Seth estaba más que molesto cuando se sentó cerca de mí. Algo raro, al parecer si se sentía extraño al no sentir a los demás a su alrededor, cuando sabía que se acercaban problemas. Probablemente yo también debía de haberme sentido así, pero estaba relajada con Liam a mi lado. Por eso pude hablar tranquilamente.
– Seth, él no esta muy conciente que digamos, es probable que mañana ni siquiera se acuerde de esto.
– Pues entonces tendrá problemas en cazar al vampiro esta noche. – Diciendo esto se levanto del suelo.
Mientras hablábamos no nos habíamos dado cuenta de la presencia de Steve, él todavía estaba entre los arbustos, podía ver un poco de su pelaje que se mimetizaba fácilmente con el paisaje, sorprendentemente, ya que aquí todo el paisaje era más bien verde por la humedad.
– Voy a dar una vuelta, – Dijo Seth ya caminando hacia un lado, – Me siento intranquilo, creo que estaré mucho mejor en cuatro patas que en dos.
– Si eso es lo que crees, hazlo. – Este prosiguió su caminar hasta que ya no pude distinguirlo entre los árboles, al parecer Steve podía sentirlo, ya que se levanto de inmediato y fue hasta donde yo creía estaba Seth. Lo que nos dejaba solos a mí y a mi chico lobo. – Genial, tiempo de calidad en pareja. – Dije sarcásticamente, pero al parecer ni siquiera eso podía entender Liam. – Creo que me ahorraré los comentarios hasta que vuelvas a entenderme.
>>Seth<<
Camine por entre los árboles, comenzaba a sentirme desprotegido sin nadie más de la manada. Pero de un momento a otro apareció Steve a mi lado, lo mire y éste me golpeó una pierna con su cola.
– ¿Tu si me entiendes? – Que estúpido como si fuera a hablarme, de seguro no entendía ni una palabra de las que le decía. Me dije mirando hacia delante.
Para mi sorpresa él estaba asintiendo cuando lo mire nuevamente.
– Si tu me entiendes, Liam también ¿no? – Pero Steve negó, quise preguntarle por qué, pero esa pregunta no se podría contestar con un si o un no. Así que fui por otro lado, era de locos pero podía ser, ¿quién sabía cómo funcionaban ellos? – Tiene que ver mi hermana con eso. – Era ridículo, pero Steve asintió. Wow.
Me había parado para digerir la información, pero Steve me ladro inquieto y mi hizo una seña para que lo siguiera, así que eso estaba haciendo hasta que recordé algo. – Espera, voy a cambiar.
Steve se quedo quieto mientras yo entraba en fase, al parecer fui muy rápido con el cambio, porque se quedo muy quieto mirándome durante un rato más, tal vez se estaba haciendo la misma pregunta que yo, al momento pareció entrar en razón nuevamente y me hizo señas para que lo siguiera, de seguro quería ir a algún lugar en especial. Por mí no había problema alguno, ahora me sentía más tranquilo teniendo a mis colmillos y mis garras conmigo.
Steve comenzó a adelantarse un poco, parecía seguir un olor que yo no sentía, por más que me esforcé en hacerlo. Luego de un rato simplemente me dedique a seguirlo, se notaba que él sabía lo que hacía.
Y al parecer si que lo sabía muy bien.
>>Leah<<
– Seth y Steve ya se fueron, creo que tú y yo debemos movernos también. – Dije poniéndome en pie. Si estaba en lo cierto Liam me seguiría, por lo que emprendí camino hacia donde yo creí se dirigían Seth y Steve.
Y al parecer estaba en buen camino, porque sentía el tenue olor de Seth, y algo que se parecía al olor de Steve. Mire a mí lado y me fije en que Liam camina con cautela detrás de mí, como esperando a que algo nos saltara encima de un momento a otro, tal vez yo también debería estar así. Pero con él a mí lado, podía estar relajada. Después de todo sabía que él no dejaría que nada me pasara, él me lo había prometido.
Seguimos caminando siguiendo el rastro que nos llevaba cada vez más a la orilla de los acantilados. Una sensación me embargó por completo de un momento a otro, si algo pasara en este instante no tenía la forma de loba para poder comunicarme con los otro, por si necesitaba ayuda, aunque si estuviera en forma de loba ellos tampoco podrían ayudarme porque le había pedido a Sam que nos dejara esto a nosotros y él lo había hecho. Respire profundamente, al parecer el sentimiento de Seth ya estaba produciéndome algo. Como si sintiera mi nerviosismo Liam se coloco más cerca de mí, al verlo a los ojos pude leer perfectamente lo que me decían, casi pude escuchar las palabras dichas claramente, “Es mejor que te vayas de aquí.” Aunque era yo quien me había imaginado las palabras le respondí con toda la firmeza que pude.
– No podría dejarte dije que ayudaría, te prometo que no es cuestión de orgullo. Solo que no podría esperar en casa toda la noche para saber como estas o… qué te pasó. – Esto último lo dije prácticamente en un susurro.
Estaba volviéndome loca, porque me pareció ver un leve asentimiento de parte de Liam, si, muy loca si creía que ese lobo que no me ha escuchado en verdad en todo el rato que hemos estado juntos me ha respondido. Porque si era así… con la punta de mis dedos roce el pelaje de Liam, no importaba ya, si me escuchaba o no.
Después de ese momento solo seguimos con nuestro camino, Liam tal vez un poco más cerca de mí que desde el principio. Porque definitivamente los nervios no me dejaban en paz, es que aun no entendía lo que pasaba…
>>Seth<<
¡Mierda!
Ese fue mi primer pensamiento, eran cuatro… pero Liam había dicho que era solo uno ¿por qué había más? Me quede de piedra, parecía que Steve también estuviera inquieto por esto, y en verdad que lo comprendía, el solo pensar en lo que significaba esto se me hacia un nudo en el estomago, no porque nos tocara pelear dos contra cuatro sino ¿cuántas personas han matado esta noche o ayer solo para saciar su sed? El nudo se deshizo de inmediato, ahora sentía rabia, cuantas personas que tal vez yo pudiera conocer han estado en peligro por causa de ellos, quizás hasta mi propia familia, mamá… Y pronto Leah estaría aquí. Un vacío se hizo en mi estomago, nuca habíamos peleado en desventaja o tan parejos si es que Liam y leah lograban llegar…
Antes de terminar mis pensamientos, Steve se lanzó de un salto al frente captando la mirada de los que se acercaban lentamente frente a nosotros. Al verlo inmediatamente se pusieron en posición de defensa, era obvio que Steve no sería confundido con un lobo ordinario, tome un respiro y me lancé junto a él. Los vampiros nos dieron una mirada de sorpresa pero se contuvieron, de todas formas ellos tenían la ventaja… aun.
>>Leah<<
Sin pensarlo siquiera me eche a correr por entre los árboles, Liam seguía mi paso a medida que iba aumentando la velocidad, estaba por cambiar cuando sentí el golpe de un árbol al caer al suelo cerca de nosotros, Liam me rebasó cuando me acerque a ver la causa de la caída del árbol.
Seth, estaba tirado en el suelo sin moverse.
Sentí mis ojos arder, tenía sentimientos contradictorios, tenía ganas de llorar pero también quería matar al tipo que le había echo esto a mi hermano. Me puse a su altura y tome su rostro en mis manos, aun permanecía en forma de lobo, pero no estaba del todo conciente, lo sacudí pero él no reaccionaba. Comenzaba a asustarme cuando sentí el aullar de los lobos que peleaban más adelante. Levante la mirada para ver como peleaban Liam y Steve contra tres, vampiros, esto no podía ser verdad ¿por qué eran más? Se supone que pelearíamos contra uno no tres, esto iba a ser pan comido… me quede mirando el espectáculo. Con todo su trabajo de equipo ambos solo podían mantenerlos a raya, y quizá dar pelea. Podía ver claramente en como Steve buscaba una oportunidad para atacar rápidamente mientras Liam lo cubría a cada movimiento. De alguna forma, quizá retorcida, era hermoso verlos pelear. Pestañee violentamente y aparte mi mirada al sentir un leve movimiento de Seth.
– Seth, ¿estas bien? – Éste se levanto con un poco de esfuerzo y se sacudió, luego miro hacia donde estaban los otros. Pero me di cuenta de algo más, estaba buscando, ¿pero qué?
No tuve que pensar mucho tiempo más, Seth se lanzo a la pelea logrando apartar un poco la atención de dos vampiros que estaban sobre Steve, mire donde estaba Liam y lo vi con el otro vampiro y algo más… había otro, un cuarto… un cuarto vampiro. Despabile, ¿qué diablos hacia quieta aquí por qué no estaba ayudando?
Comencé a correr lo más rápido que podía hacia donde estaba Liam peleando solo sin siquiera advertir la presencia de ese otro vampiro. Y por un momento parecía que todo a mi alredor se volvía lento, era como vivir en una cámara lenta. Apenas estaba por llegar cuando vi al otro vampiro aparecer desde detrás de Liam. No, no iba a dejarlo que le hiciera daño a Liam, no después de haberlo encontrado…
El momento se torno más eterno aun, podía ver los ojos de Liam, desenfocarse de los vampiros y verme a mi mientras corría hacia él, casi podía sentir su miedo, y en ese instante hice lo más inteligente que podía haber hecho, cambie.
Mi velocidad mejora mucho con el cambio, por lo que me lance contra el tipo que salía detrás de Liam mordiéndolo y apartándolo lo más posible de Liam, mi único pensamiento era ese, alejarlo de mi Liam.
En el momento en que caí sobre el vampiro logre morderle un brazo y arrancárselo del todo, me aparte y lo lancé tan lejos como pude. Los ojos del vampiro eran dos llamas que ardían de la más pura rabia, aunque los míos no debían estar muy lejos de ser lo mismo. Yo también sentía rabia, y como apoyo a esto también podía sentir la rabia de Seth, conecte por un momento con sus pensamientos, y lo justifique, yo también pensaba lo mismo ¿Cuántas personas queridas habían muerto a causa de estos tipos solo para calmar la sed de un día? Pero eso no era lo único que prendía la rabia en mí…
El vampiro en frente de mi contraataco con furia, podía notar que peleaba desesperado. Seguro que creía que vendrían y matarían a Liam y a Steve como si fueran moscas, nunca pensaron en que tendrían ayuda. Idiotas. Pero, quizás así hubiera sido si no nos hubiéramos conocido. Sacudí con fuerza mi cabeza no era hora de pensar en eso.
Le di frente arrebatándole con cada mordida que le daba pedazos de su cuerpo. No pensaba distraerme con nada mi objetivo era claro, quería su cuello.
El vampiro se movía rápido, muy rápido, tanto o más que yo hasta tal punto que de un momento a otro logro darme un golpe, trate de aparentar que no me había pasado nada mientras seguía moviéndome, no le daría el gusto de verme sufrir y de echarme atrás para darle una oportunidad para que me matara. No, él no tendría nada de eso.
Sin embargo, la velocidad del tipo comenzaba a aumentar y lo único que pude ver en un instante fue la patada en el hombro que me mando directo a tierra. Podía sentir mi pobre hombro dislocado, ¿qué diablos tenían todos con mi hombro no había otra parte que golpear?
~ ¿Estas bien?
~ Si… – No pude terminar de responderle a Seth.
El vampiro me dio otra patada aprovechando que estaba en el piso, esta vez fue a mis costillas, casi y pude escuchar el chasquido que dieron mis costillas al romperse. Y aun más claro sentí el dolor que se extendió por todo mi cuerpo. Demonios, me levante con un gran esfuerzo para esquivar el siguiente ataque, al parecer a nuestro amigo le gustaba jugar con la presa.
– ¿Te duele? – Escuche la risa en su voz. Eso hizo que mi furia creciera, maldito él, me las pagaría.
~ Leah apártate voy a ayudarte.
~ Seth… – Dije, podía ver como peleaba junto con Steve con un vampiro, el otro ya estaba liquidado, al parecer hacían buen equipo los dos.
~ Leah…
Mi mente me jugaba bromas, estaba imaginando la voz de Liam en mi cabeza, justo cuando venía hacia mí el vampiro, solo pude dedicarme a esquivar, mis huesos estaban soldando pero lo hacían mal, así que el dolor y la incomodidad me fastidiaban. Tenía que esperar a Seth. Aunque, no sabía cuanto más iba a aguantar este tipo era de lo más duro, aun así hice un intento y ataque, logre arrancarle un pedazo pero lo que quería era quitarle el brazo que le quedaba, mientras lo intentaba recibí una fuerte patada en las costillas, esto no pintaba bien.
~ Leah…
Respire con dificultad a causa de la mala curación de mis costillas. Mientras el vampiro se dedicaba a mirarme con una sonrisa, para él debía de ser divertido haber logrado que la situación cambiara de lugar, sádico, pero para mi no era así, ¿por cuánto más iba a lograr mantenerlo a raya?
El siguiente golpe me mando definitivamente al piso, lo había recibido en la cabeza, apenas y había logrado que no me diera del todo, pero de todas maneras me había causado daño, porque cuando moví la cabeza nuevamente el piso se movía hacia todas las direcciones y un fuerte pitido inundaba mis oídos, era casi insoportable.
~ Leah…
Esta vez no tuve ánimos de negarlo, podía escuchar a Liam como si estuviera a mi lado, suspire mentalmente, – ¿Liam? Creo que ya no aguanto más. No pude ayudar.
Mi voz sonaba amarga en mi cabeza, quería tanto ayudar y el no poder estar a la altura me mataba. Pero era cierto lo que decían, es muy diferente el pelear con un neófito que con un vampiro adulto con décadas, siglos de experiencia tal vez.
~ Leah… ya voy.
Cerré lo ojos, era tan imposible que pudiera escucharlo. Mire hacia el tipo que estaba en frente de mí, su expresión era ilegible.
– Sabes, estoy pensando como debería matarte y se me ha ocurrido que tal vez debería hacerte lo mismo que tú me hiciste a mí. Es justo que te devuelva el favor, ¿no crees? – Su tono de voz era oscuro tanto como la sonrisa que dibujaban los labios, de un modo que me helo la sangre, mientras que aun no recuperaba el equilibrio, – Voy a cortarte un brazo lentamente primero, luego me encargaré de torturarte…
¿Liam?
Por el amor del cielo, no iba a morir así, intente moverme pero me caí de inmediato el golpe había sido más dañino de lo que me había esperado. No…
¿Liam dónde estas? – Pero ya no había respuesta, porque todo era producto de mi imaginación, nada más.
~ Leah aguanta un poco más, ya voy…
Seth. Que horrible era estar apunto de morir y que tú hermano escuchara lo aterrorizada que estabas. No, no iba a hacerle más daño a mi hermano…
~ No salgas de fase, ya voy, – Pero podía verlo, peleaba con todas sus fuerzas junto con Steve, a leguas podía ver que el vampiro con el que peleaban era un luchador, no… – ¡Leah!
Y salí de fase quedándome tendida sobre mi pecho en el suelo. El vampiro me miro impresionado por un instante. No pude evitar mi lengua, tal vez me doliera todo pero no esa parte de mi cuerpo.
– ¿Qué, no esperabas a una chica? – Dije con sarcasmo, mi voz sonaba fuerte y decidida, – ¿O es qué nunca has visto a una mujer desnuda?
– Tienes una lengua viperina, – Su sonrisa se enancho, – Que pronto te arrancaré.
Comenzó a acercarse, nuevamente mientras los escalofríos me recorrían el cuerpo. Se arrodillo en frente de mí, al parecer había cambiado de tortura para mi.
– ¿Ahora es cuando me dices que te gusta lo que ves? – Juro que no podía parar mi lengua. Creo que ni a las puertas de la muerte eso iba a cambiar. Pero de todas formas me enorgullecía.
– Sabes que hueles a perro mojado ¿no?, – Quise entornar los ojos, pero el solo intento me produjo dolor, – Tal vez tu sabor no sea así.
Oh Dios mío Dejavu, al parecer no me había bastado una vez con esto, tenía que vivirlo dos veces, cerré mis ojos como lo había hecho la vez anterior era lo único que me quedaba, como antes. Solo que esta vez no llegaría nadie a salvarme, quizás este es el precio a pagar por tentar tantas veces a la muerte… al parecer debía morir así…
~ ¡Leah! – Escuche la voz de Liam vuelta un gruñido en mi cabeza.
Su gruñido lleno por completo mi cabeza, pero eso no hacia que dejara de preguntarme por qué el vampiro no actuaba, una ráfaga de viento me golpeo enseguida. Volví a sentir el gruñido pero esta vez con aun más fuerza que antes, y con eso la fuerza que aquella vez había visto en Liam.
Era imposible, pero de todas formas abrí los ojos con cierta dificultad y pude ver la escena, era Liam, de verdad había venido como la vez anterior. Pero había algo en él que había cambiado, su postura era completamente de una fiera y sus ojos ya no eran del dorado resplandeciente de siempre sino un carmesí, el solo verlo inspiraba miedo. Y sino era eso, era el intenso poder que emanaba de todo su cuerpo. Voltee el rostro intentando captar la figura del vampiro, este se había movido para quedar lejos de Liam, pero podía ver aunque algo borroso, que le faltaba parte del cuello. Liam debió de haberlo apartado de mí de una mordida.
El vampiro había comenzado a retirarse lentamente como apunto de echarse a correr por entre los árboles, cuando asomaron desde detrás de él Seth y Steve, y él vampiro hizo lo peor que pudo haber echo, miro a Seth y Steve como si ellos fueran la amenaza dándole la espalda a Liam, no hubo una mejor seña para que Liam de un movimiento rápido le arrancara la cabeza. Y con eso mi cabeza adolorida me desconecto.
Entre sueños pude sentir el olor desagradable, de inmediato mi mente me trajo la imagen de una hoguera, la quema de los vampiros. Y unos brazos que me mantenían rodeada. De nuevo volví a sentir como mi cerebro me desconectaba del mundo.
>>Liam<<
– ¡Liam! – La voz de Jacob venía desde la casa, mientras yo cargaba con excesivo cuidado a Leah. Había sido el primero en cambiar y llevarme a Leah de aquel lugar, supuse que en su estado no le agradaría oler la fogata que Seth y Steve estaban montando con los vampiros. Apenas llegue junto a Jacob, vi que no estaba solo.
– Buenas noches señor Cullen, – Mire a Carlise pero podía sentir la presencia de otro cerca, me gire en redondo hacia donde estaba el auto estacionado, allí estaba el otro vampiro el de cabello broncíneo, volví a centrar mi atención en Jacob, ¿por qué estaban aquí?
– Liam será mejor que entremos, Sue esta preocupada y ya le he dicho que Carlise se haría cargo de Leah, – Sentí ganas de gruñirle a Jacob, un vampiro le había hecho esto a mi Leah, ¿por qué dejar que otro la tocara?
– Porque sabes que no te queda otra opción, – Dijo acercándose el de cabello broncíneo, ahora lo recordaba, se llamaba Edward por lo que me había dicho Seth. Pero él tenía razón, todavía faltaba mucho tiempo para que amaneciera y Steve pudiera cambiar y revisar a Leah. – Confía en nosotros, solo queremos ayudar, le tenemos mucha estima a estos lobos. – Dijo mirando a Jacob. – Tenemos una gran deuda con ellos.
Mire a Leah un momento, él tenía razón no me quedaba otra opción Leah ya estaba comenzando a curarse. Asentí y pase junto a ellos al interior de la casa. Adentro se encontraba la madre de Leah, apenas nos vio rompió a llorar. Lo peor de todo es que era mi culpa no debí haber dejado que Leah participara de esto, eran mis líos no suyos, debí de haber dejado que se enfureciera conmigo pero que no participara de esto, por qué…
– No te mortifiques, sino lo hubieras hecho probablemente esta noche no estarían vivos tu amigo y tú. – Estaba tan agotado que no tenía ánimos para fastidiarme porque me leyera la mente.
Lleve a Leah a su cuarto como si fuera un zombie y en cuanto la deje en la cama el doctor Carlise se acerco.
– Liam sería mejor que salieras de la habitación, – Pude ver en sus ojos la desconfianza que me tenía, podía comprenderlo algunos de los míos eran algo descontrolados. Mire hacía la cama donde estaba Leah, tenía el ceño fruncido.
– Vamos afuera y dejémoslo trabajar, no le hará daño te lo prometo. – Dijo Jacob señalándome la puerta, asentí levemente, no podía discutir ahora ella necesitaba ayuda. Con paso lento y cansino salí de la habitación.
Mientras esperaba el tiempo se hacia eterno y no solo eso sino el dolor me embargaba cada vez que sentía a Leah quejarse o gritar, por lo que pude escuchar era que debían acomodarle varios huesos, algunos que habían soldado mal. Jacob había entrado a ayudar a Carlise mientras yo esperaba afuera con Edward, él me había dicho brevemente que era mejor que esperara a que entrara, probablemente él tenía razón. Yo solo tenía ganas de que esto se terminara rápido y que Leah se librara de aquel tormento. Todo por mi culpa.
Cuando los gritos cesaron sentí un gran alivio, me levante de inmediato del suelo, donde había estado haciendo guardia.
Se abrió la puerta de la habitación, – Leah esta inconsciente ahora a causa del dolor, – Dijo Carlise de inmediato. – Pero puedes hacerle compañía, creo que sería lo mejor.
La madre de Leah estaba a mi lado con la ansiedad escrita en el rostro. Había estado caminando de lado a lado mientras yo estaba sentado tratando de contenerme. Tenía ganas de correr y ver a Leah, pero sabía que una madre esta en primer lugar siempre.
– Creo que yo puedo esperar un momento ahora que sé que esta mejor, – La madre de Leah me miro seriamente, probablemente culpándome, yo también lo hago quise decirle, – Por favor. – Señale la puerta.
– Gracias hijo. – Me dijo haciendo algo que me desconcertó totalmente, me acarició la mejilla derecha con suavidad.
Después de eso paso de inmediato al cuarto cerrando con suavidad la puerta detrás de sí, me quede parado en el mismo lugar un momento más.
– Ella no te culpa de nada Liam, – Dijo Edward un poco más cerca de mí, cuando comenzaron los gritos de Leah hace unos momentos, él había procurado mantener la distancia de mí, al parecer tenía la palabra “peligro” escrita en la cara. Lo mire fijamente a la cara, me estaba sonriendo levemente, – Ella esta agradecida, ella conoce más que nadie a su hija y sabe que hubiera ido detrás de ti de todas formas, lo que quizá hubiera representado un riesgo mayor. Te agradece el que la hayas traído a casa viva.
– Me encantaría poder sentir lo mismo. – Dije algo distraído.
– Pues siéntelo y deja de hacerte el mártir. Das asco. – Mire detrás de mí, Seth paso más que rápido a hablar con Carlise y Jacob, Steve se quedo parado mirándome fijamente. Estaba serio, – Se acabo. – Dijo haciendo un intento por sonreír.
– Si, se acabo. – Mire al piso, sentía vergüenza de no poder haber rescatado a mi hembra antes.
– Liam, sino hubieras estado allí en ese momento Leah habría muerto. Seth y yo estábamos demasiado ocupados con ese último vampiro como para haberla ayudado a tiempo.
Un fuerte suspiro se escucho a un lado de nosotros, era Seth.
– Esta noche ha sido la peor de mi vida. – Dijo con pesar. – Escuchar los pensamientos de mi hermana y no poder ayudarla fue más que… difícil. – Dirigió su mirada hacia mi, – Gracias.
Antes de que pudiera decir algo más, Carlise habló – Creo que nuestro trabajo aquí ha terminado Edward, será mejor que los dejémoslos tranquilos ahora, han pasado una noche terrible. – Edward asintió y comenzó a caminar.
– Gracias por todo lo que han hecho esta noche.
– No nos agradezcas a nosotros, por alguna extraña razón le caíste bien a mi hermana Alice. Ella sintió algo extraño esta noche, veía cosas demasiado borrosas y nos mando para acá sin decirnos mucho más. – Dijo Edward sin dejar de caminar, el Doctor Carlise me dedico una sonrisa amistosa y siguió a Edward.
– Eso no quiere decir que no les de las gracias. – Dije pero no obtuve respuesta alguna, ya se habían ido.
La puerta de la habitación se abrió, y salió la madre de Leah, me miro y me sonrió. Y por primera vez note de donde había salido aquella sonrisa preciosa de mi Leah.
– Se encuentra mejor, – Dijo suavemente, – Creo que esta apunto de despertar, por qué no entras Liam y le haces compañía.
La mire un momento, – Tal vez debería hacerlo Seth, él ha estado muy preocupado también y es su hermano…
– No seas tonto Liam, – Me cortó, – Pasa de una vez antes de que te obligue, – Y creo que el carácter también lo había heredado de ella. Le sonreí levemente y pase a la habitación.
Lo primero que vi fue a Leah intentando pestañar me acerque a la cama y me arrodille frente a ella, sin poder casi evitarlo tome uno de sus mechones de cabello y lo acaricié, y así como no pude evitar tocarla no pude evitar formularme la pregunta de ¿qué habría echo si ella no estuviera aquí? Toqué su cara con la punta de los dedos, no habría estado aquí, no habría podido vivir un solo momento más si ella no estuviera conmigo. Acomodé mi cabeza al lado de su almohada mientras seguía acariciando su mechón de cabello.
– Está tan corto, – Me quede de piedra, levante la cabeza casi con duda y la vi, ella me miraba con los ojos entrecerrados, – Antes lo tenía tan largo, a mi papá le encantaba mi cabello decía que me veía hermosa. – Me sonrió con cansancio.
– Aun te ves hermosa con el cabello corto mi amor.
– Entonces porque no me estas besando, ¿eh? – La mire un segundo más y enmarque su rostro con mis manos y me acerque lo suficiente como para rozar nuestros labio, – Eso es tortura, – Me dijo, luego de un instante.
Abrí sus labios con los míos y la bese apasionadamente, mientras la besaba solo podía pensar en que sin ella no podría vivir. Tal vez si pudiera ser más humilde, más considerado me habría ido en cuanto la deje a los cuidados de su familia, después de haberle hecho tanto daño esta noche, pero era un ser egoísta, no podía apartarme de ella. De a poco me obligue a soltarla, ella estaba empezando a recuperarse de verdad no podía hacerle eso.
– Te amo, – Le dije cariñosamente, – ¿Sabes lo que pensé aquella vez que Steve te golpeó sin querer?
– ¿Qué era una idiota de remate?, – Dijo con los ojos cerrados y sonriéndome.
– Nop, me dije; Esta chica me ha quitado diez años de mi vida en un minuto, – Suspire – Y creo que esta noche llegue a la vejez, – Dije entre susurros.
– Será mejor que no, – Dijo con un poco más de ánimo en su voz, – ¿Cómo lo haríamos para vivir una vida juntos si eres tan viejo?
Me quede mirándola fijamente, evaluando cada una de las expresiones de su cara, ¿estaba hablando en serio? No pude aguantarlo más y me puse a olerle el cuello.
– ¿Liam qué rayos estas haciendo? – Me dijo intentando moverse.
– Ver si estas diciendo la verdad, dime Leah, ¿después de esta noche aun quieres estar conmigo? ¿Después de que te puse en peligro metiéndote en uno de mis líos? – No sé que fue, la desesperación de mi voz en las preguntas o algo más, pero abrió los ojos de par en par y clavo su mirada en la mía.
– Liam, te amo y no quiero estar lejos de ti, esto solo fue un obstáculo entre nosotros pero nada más. No es un impedimento, ni nada por el estilo solo fue una valla y ahora que la saltamos… solo nos queda estar juntos. No pensaras… – Se quedo completamente quieta, sus músculos estaban en tensión, – No pensaras irte ¿cierto? – Dijo con la voz en un hilo.
– Yo… – Después de haberla escuchado, ella no quería que me fuera, así que… tome aire, – Mi amor, soy demasiado egoísta como para irme de tu lado. Ya te lo dije una vez, soy tuyo por completo y NO se aceptan devoluciones. – Dije enfatizando en el “no” al ver como su cara y su cuerpo se tranquilizaban y me daba una sonrisa, – Soy tu almohada extra ¿recuerdas? – Su sonrisa se enancho y yo me quede prendido de ella, era tan hermosa y era mía. Tome su rostro y la bese.
>>Steve<<
– Ya que todo esta más tranquilo saldré ha hacer una llamada, – Le dije a Seth, este asintió.
Apenas habíamos terminado con la fogata partí corriendo hacia la cabaña, antes de siquiera cruzar la puerta había logrado cambiar tome un poco de ropa de Liam y me vestí, no solo eso había conseguido rescatar mi móvil de entre la ropa que se había hecho pedazos cuando cambie anoche.
Salí fuera de la casa aun cojeaba un poco, sin intención alguna habíamos dejado a Leah peleando con el vampiro que buscábamos, la pobre chica le había tocado lo peor. Aunque con Seth nos las habíamos apañado bien con los vampiros que nos habían tocado. Me frote la cara, estaba agotado, por lo menos esto ya había acabado, ahora solo quedaba la última parte de esto. Saque el móvil de mi bolsillo apretando el discado rápido. Respondieron al segundo timbre.
– Noam Hunter, – Dijeron al otro lado de la línea.
– Soy Steve, – Dije sin mucho ánimo. – Ya terminamos con el trabajo.
– Ya era hora, – Dijo sin esconder su molestia, – ¿Cuándo vuelven?
– Volveré en cuanto consiga un vuelo a Sydney, – Dije sin hacer caso del plural, era obvio que quería que Liam volviera.
– ¿Y Liam? – Dijo sin rodeos, creo que él no los conocía. Me quede callado.
– No lo sé, – Trate de mantenerme tranquilo, este tipo me ponía los nervios de punta.
– Eres el Segundo, Steve, ¿me estas diciendo que te ganaste ese puesto con solo suerte? – Espere a que continuara era obvio que quería llegar a un punto, – Porque eso es lo que me dice, el que no sepas las acciones de Liam, “tú subordinado.”
– No señor, solo que escuche que Liam quería irse a Canadá. Y si él quiere irse, tengo pocas opciones para hacerlo volver conmigo, sin contar con que él es un Sangre Alfa y el poder de la manada no lo rige, – Esperé su reacción.
– No me importa el método que ocupes, él vuelve o tú pagas, me entendiste Steve. – Y cortó.
Mierda. Cerré mi móvil, esto no pinta nada bien.

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