martes, 1 de mayo de 2012

I Don't Understand Nothing: Capitulo XXIX




Después de bastantes gritos papá se tranquilizó lo bastante como para recordar llevar de vuelta a casa a Kate y también como para recibir a los hermanos de mamá que venían a despedirse junto a sus familias. Betsy también vino a despedirse junto a Vincent, todos quedamos en paz. Marcus estaba feliz de que iba a ver a Emily de nuevo; papá y mamá se sonrieron mutuamente pero Emily estaba algo avergonzada por esa atención.
–¿Crees que es tímida con ese tipo por algo en especial? –Pregunto Heath a mi lado.
Le sonreí sin que nadie se diera cuenta. Estábamos apartados de todos los demás que estaban aun en la sala. El abuelo aun no se había ido y para remate había llegado el abuelo Jason con mis abuelas Mila y Jess.
Mamá se movía por toda la sala con algunos aperitivos y café.
–Sabes, cuando vi a tu abuela Mila me di cuenta de donde viene tu parecido, la verdad es que no te pareces a tu madre sino a tu abuela. –Lo estaba diciendo como si fuera un gran descubrimiento.
–Ahora que lo dices es verdad. –Pegamos un salto al escuchar a Emily.
–Creo que tu has heredado el don de papá. –Em se encogió de hombros– ¿Cuándo te vas? –Le pregunte algo entristecida.
Emily se encogió de hombros, pero sonreía cuando me respondió– Pronto, debo arreglar unas cuantas cosas en la universidad y luego me iré. Aunque no creo que sea muy pronto, probablemente termine este semestre aquí.
Heath asintió– Supongo que sería lo mejor ¿no?
–Te echaré de menos cuando te vayas. –En verdad la iba a echar de menos; nuestra relación había cambiado desde hace algún tiempo, nos llevábamos mucho mejor que antes de conocer a Heath.
Emily me dio un breve abrazo– No te preocupes, siempre me podrás ir a ver o yo vendré a tu cumpleaños y al de Eddy. Así que, siempre me volverás a ver.
–Eso creo. –Dije algo dudosa, pero Heath me dio ánimos colocando su mano entre la mía.
–A propósito, ¿dónde vive su abuelo? –Pregunto Heath.
Ambas lo miramos pero quien respondió fue el mismo abuelo Fred– En Rumania, Jason y yo somos vecinos… oh, tampoco sabías de donde era Jason.
Heath nos miraba asombrado a todos.
–¿Ustedes son rumanos? –Le asentí algo avergonzada por no decirle aun ese detalle– ¿Cómo diablos llegaron aquí?
Lo jale de la mano hasta donde estaban los demás. Papá se veía algo nervioso con el abuelo a su lado.
–Solo te digo que será genial tener a mi nietecita cerca de casa. –La abuela Mila miraba a ambos con cara de cansancio.
–Déjalo en paz Jason. Es su hija y es obvio que él no quiera dejarla ir así de fácil, tú no se lo pusiste fácil a Shenny.
El abuelo Jason bufó– ¿Por qué tenía que hacerlo? Es mi única hija.
Me aclaré la garganta– Papá, Heath quería saber algo.
Papá puso su atención de inmediato en nosotros y esperó mirando a Heath.
Heath me miro con reproche pero preguntó– Quería saber; ¿cómo es que llegaron desde Rumania aquí?
Papá le sonrió– Yo tenía un amigo en el instituto y él me dijo que podía encontrar una beca de estudios para mí. Tome a Shenny y me la traje conmigo, para ese entonces ya teníamos a Emily con nosotros. –Papá le sonrió a mamá encantado, de seguro tenía bonitos recuerdos.
Aunque…– ¿Ya había nacido Emily? –Dije atónita.
Mamá se sonrojo– Bueno… yo me quede embarazada a los dieciséis.
Los apunte a ambos con mi dedito– Eran unos…
Emily los miraba sorprendida– Nunca me había puesto a meditar sobre eso, o sea que nací producto de unos adolescentes inconscientes.
Papá le frunció el ceño– No creo haber sido tan inconsciente, solo estábamos enamorados y no quisimos esperar más.
El abuelo Jason golpeo el brazo de papá causando que éste encogiese el brazo– Eras un idiota inconsciente que arrastró a mi pequeña.
–Ella vivía abrazando a mi hijo, admitámoslo; cuando eran pequeños Edward siempre corría de un lado a otro evitando a Shenny.
El abuelo Jason sonrió– Si, recuerdo como Shenny corría detrás de él, le gustaba abrazarlo y besarlo. –Lo último lo dijo hacia nosotros– Pero eso cambio a los quince años, cuando Shenny dejo de acosarlo, creo que de ahí en adelante fue él quien la persiguió.
–Yo no perseguí a nadie. –Dijo papá pero nadie le hizo caso.
Mamá se sentó a su lado– Yo recuerdo que…
Papá hizo que ella bajara la cabeza y la beso de lleno en la boca, mamá de inmediato aprovecho el momento.
–¡Puaj! –Dijo Emily.
El abuelo Jason se rió junto con el abuelo Fred– Nosotros nos acostumbramos mucho más rápido que ustedes que viven con ellos.
El abuelo Fred abrazo a Emily y a mí– Mis niñas, es mejor que me vaya al hotel, ¿Jess estás lista?
La abuela Jess estaba radiante– Lista como siempre mi amor. Pero antes de irme quiero ver como esta nuestro pequeñín, ¿dónde se fue?
–Iré a buscarlo. –Me separe del abuelo pero la abuela me hizo una seña.
–Iré yo misma. No te vayas sin mi Fred.
El abuelo se separó de nosotras para darle un beso en la boca a la abuela– Nunca me iría sin ti cariño.
La abuela se fue, y Heath me tiró de la parte de atrás del vestido.
–Tu familia es muy expresiva.
Asentí encantada– Sip, y muy cariñosa cuando quieren.
–U odiosa cuando no te quieren en ella muchacho. –El abuelo Jason estaba relajado en el sofá con la abuela Mila a su lado.
–Yo opinó que la familia es cariñosa… –Su teléfono sonó haciéndonos callar a todos. La abuela respondió y miro al abuelo– Ya vamos, espérennos estamos aun aquí con Edward y Shenny… si, ya. Nos vemos cielito.
El abuelo le frunció el ceño– Deja de decirle cielito a Mark. Ya es lo suficientemente viejo como para que le digas cielito.
La abuela le puso mala cara– Le digo cielito si quiero, nadie me dice como tratar a mis bebés, ahora ya es tarde y debemos irnos pero… –Nos miro a todos– Los quiero para navidad en casa, ¿me oyen? –Asentimos– Bien. Eso también va para ti Fred, los esperamos a ti y a Jess.
El abuelo miro hacia otro lado– Veremos, a menos que Jason se comporte…
–¡¿Qué?! Estas diciendo tonterías idiota, tú eres el mal criado cuando tienes más de sesenta años.
–¡Compórtense! –Gritó mamá– Sean maduros.
Su padre puso una carita de pena– Él me saca de quicio.
–Tú me sacas de quicio a mí.
–Ya volví. –Dijo la abuela Jess que venía con Edward de la mano– ¿Estaban peleándose?
–Si.
–No.
Dijeron ambos a la vez. Heath y yo nos reímos de eso, ganándonos unas cuantas miradas de reproche de parte de mis abuelos.
–Lo siento. –Dije– Pero son tan graciosos.
–No voy a tolerar eso de Zoey, me voy. –Dijo el abuelo Fred fingiendo que estaba enojado.
–Yo tampoco voy a tolerar eso, es como si me recordaran mis tiempos como adolescente y Mila me maltrataba.
–Pero eras divertidísimo. –La abuela se rió– Y siempre te ocurrían cosas, ¿lo recuerdas Fred?
El abuelo Fred se rió por lo bajo– Como olvidarlo, era tan descoordinado cuando hacíamos gimnasia.
El abuelo Jason los miro enojado– Vámonos ya.
Con eso, los cuatro se despidieron de nosotros y se fueron. El abuelo Fred se detuvo para conversar un rato con Emily y después se fue, no antes de darle un beso en la frente a Ella. Era sorprendente que la tratara así ya que la última vez que había estado de visita la había ignorado por completo. Me sentía feliz porque eso hubiera cambiado de una vez, ahora ella se veía más feliz que antes.
Me acerque hasta ella que estaba en la puerta aun.
–¿Qué te dijo?
Emily se cruzó de brazos– Que viajara cuando me sintiera lista. –Me miro seriamente– Iré pronto.
Con eso se dio la media vuelta y fue hasta su cuarto, supuse. Heath me jalo el cabello desde atrás.
–Yo también me voy. Tengo cosas que hacer en casa.
Lo mire interrogante– ¿Qué debes hacer?
–Cosas… Ya hable con tu padre y me dio permiso de llevarme a Edward, vamos a hacer acampada junto a Paul. –Miro detrás de mí– Paul se va a ir pronto y además esa era nuestra sorpresa, nunca tuvimos la oportunidad de dársela con Edward.
Medite un segundo sobre eso y me di cuenta de inmediato de porqué Emily se había ido de la fiesta. Ahora quería ir con ella y preguntarle como se sentía.
–Bien. –Me comencé a morder la uña del pulgar– Quiero saber si le dijo a Emily que se va a ir.
Heath suspiró– Se supone que se lo diría después de la fiesta, no se lo que paso durante esta, si ese es tu punto.
–En parte. –Le dije vagamente.
Heath se acercó a mí y me dio un beso en la frente y otro en la boca– Me debo ir, allá viene mi amigo.
Mire hacia atrás, y si, venía Edward con una mochila que obviamente llevaba varias cosas dentro.
Me sonrió encantado cuando llegó hasta nosotros– Vamos a acampar.
–Que entretenido. –Le di un beso en la mejilla– Pórtate bien y no molestes a Heath y a Paul.
–No lo haré. –Me dijo frunciéndome el ceño– Zo tonta.
Heath le dio un coscorrón por eso– Vamos, al auto muchachote. –Me volvió a dar otro beso en la frente– Adiós mi amor. ¡Adiós señor y señora Stonel! –Les gritó a papá y a mamá que estaban viendo un álbum de fotos.
Papá dejo de hacer eso y se nos acercó– Que se duerma temprano y devuélvelo sano y a salvo, si algo ocurre llámame a mi móvil.
Heath asintió solemnemente– Así será.
–Que les vaya bien, cuídense. –Me asombre porque papá pusiera su mano en el hombro de Heath estrechándoselo– Si algo les pasa a ustedes también puedes llamarme.
Heath asintió– Lo tendré en cuenta señor. –Heath miro el reloj– Vamos amigo, Paul no para de enviarme mensajes.
–Adiós papá, Zoey. –Nos dio un abrazo y corrió a despedirse de mamá.
–Adiós señor. –Heath le tendió la mano y luego me dio una caricia en la mejilla– Adiós mi cielo.
Hice un puchero, yo quería un beso– Adiós.
Se fueron y yo partí a hablar con Emily.
Subí las escaleras corriendo y fui a tocarle la puerta de su habitación, al no responderme entre sin más. Estaba acostada en su cama, hoy ni siquiera se había quitado el pijama.
–¿No tienes vergüenza? Aun sigues en pijama. –Le dije sentándome a su lado.
–Cállate enana, estoy descansando para luego seguir con mi lista de quehacer. –Dijo contra la almohada.
–¿Te puedo ayudar? –Le pregunte.
Emily se levanto quedando sentada en la cama– ¿Por qué viniste aquí?
–Quería preguntarte sobre lo que paso en la fiesta. –Le pregunte con cuidado.
Emily me miro durante un momento sin decirme nada, pero de pronto vio algo en el suelo y lo recogió con la punta de los dedos y me lo paso.
–Entrégaselo a Heath, no lo quiero ver más. –Dijo con rotundidad.
Mire el reloj, era obvio que era de hombre y más obvio que era de Paul.
–¿Te dijo que se iba y te enojaste?
–Me dijo que se iba pero no con lindas palabras, me dio a entender que… –Sus ojos brillaban cuando me miro– Que solo fui un pasatiempo… me sentí como la vez en que Mitch terminó conmigo o peor…
La abrace– No pensé que Paul era así.
Emily se acomodo entre mis brazos– Yo tampoco lo creí, pero si lo piensas es obvio ¿no? Él no iba a quedarse solo porque tuviéramos un affaire. Solo que fui muy estúpida para darme cuenta de lo que pasaba.
Mire el reloj que tenía en mis manos– Estas segura que quieres que yo devuelva este reloj o lo haces tu misma.
Emily miro el reloj y me lo quito de las manos, con cuidado abrió el cierre y lo ajusto a su muñeca, se veía enorme en su muñeca tan fina.
Miro el reloj– Me lo voy a quedar y va a ser un símbolo de que no puedes creer o confiar en un hombre.
La mire con pena– No digas eso, solo porque un hombre…
–Dos.
La mire de reojo– Dos hombres te jugaran una mala pasada, no quiere decir que dejes de intentar tener una relación con alguien.
Emily continuaba mirando el reloj– No me importa, me mantendré sola. –Me regalo una gran sonrisa– Por lo menos hasta que cumpla todos mis objetivos que me he estado planteando.
Eso activo mi curiosidad– ¿Cuáles son esos objetivos?
Emily seguía ensimismada– Son cosas importantes y que no le he dicho a nadie, y tampoco te los voy a decir. –Toco el reloj– Ahora debo volver a hacer mi lista, así que estaré ocupada.
–Ya capte la indirecta, adiós.
–Bye bye Little sister. –Me despidió.
Mientras caminaba hacia mi cuarto no podía dejar de pensar en Emily y Paul, eran dos personas que habían conectado… ¿por qué no funcionó lo suyo?

***
No quería decirlo pero mi amigo estaba hecho un energúmeno.
Paul no paraba de dar vueltas en la casa para cuando llegamos y estaba más que enojado porque no llegaba con Edward. Subí e hice mi bolso y busque la carpa de campaña con toda mi paciencia. Lo mismo hice cuando baje las escaleras, lo hice con toda mi calma.
Cuando baje me encontré con una escena extraña. Paul estaba agachado a la altura de Edward.
–Me estas diciendo que tu hermana se va a ir… ¿dónde?
Edward se encogió de hombros– Se va a ir con el abuelo a Rumania. –Paul lo miro con el signo de interrogación en la cara– El abuelo le prometió que se haría cargo de la parte del negocio que le toca a papá.
Paul estaba contrariado– ¿Rumania? Eso esta… lejos de aquí.
Edward asintió– Si, mis padres son de allá. El abuelo Fred es dueño de una cadena de hoteles europeos, no son tan grandes como los más conocidos pero son varios.
Paul estaba aun contrariado por lo que escuchaba– ¿Quieres decir que en verdad se va a ir tan lejos? Y ¿qué pasa con su noviecito ese?
Edward lo miro como si fuera un alien– Emily no tiene novio.
Paul hizo una seña con la mano– Amigo, yo conocí hace unos días a un tal Mitchell ¿quién es?
Edward lo miro enojado– Es un idiota, hizo llorar a mi hermana después de dejarla tirada de un día para otro.
–Es un imbécil de remate y que no se merece a Emily. –Agregué. Presentía que Paul había metido la pata con Emily– ¿Qué hiciste?
Paul me miro arrepentido– Ya no importa, es mejor que salgamos quiero pasar estos últimos días aquí; con mis amigos y sin ninguna preocupación.
Edward nos miraba– Le dijiste algo a Emily y por eso se fue a casa temprano a mitad de la fiesta ¿no?
Paul suspiró– Déjalo amigo ya no hay vuelta atrás en lo que paso.
Edward asintió y yo tome las cosas que había dejado en el piso cuando había bajado.
Nos fuimos de acampada por una noche.

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