domingo, 5 de agosto de 2012

Werewolf: Capitulo XVII "La verdad"



>>Megan<<
Ya era de noche cuando nos llamaron después de la cena, de nuevo me sentía yo después de haber caminado por la mañana con esos tacones.
Mire hacia todos lados, por lo visto solo faltábamos nosotros tres. Fred había estado con nosotros porque decía que no quería andar recogiendo las cosas tiradas en el suelo, que eran muchas así que nos habíamos entretenido limpiando y recogiendo los papeles de la biblioteca de Jay. Su madre había aparecido hace unos momentos diciendo que debíamos ir al salón.
Pasamos al salón, aun había trabajadores en todas partes de la casa limpiando aquí y allá pero el salón ya estaba totalmente recogido. Me maraville al ver el salón decorado de una forma muy moderna, habían un par de sillones de colores chillones y otros sofás que parecían haber sufrido un ataque artístico.
–Los decore yo cuando tenía cuatro años y estaba en el jardín, mamá los trajo desde Francia cuando nos vinimos según recuerdo. –Sonrió como si recordara algo chistoso– Si te fijas hay autitos dibujados en las orillas, fue cuando mi abuelo Rem me enseñó como dibujar autitos y aviones, también hay un bote que dibujo mi tío Tesla, el reto es encontrarlo.
Mire las orillas de los sofás y si, habían cientos de autitos dibujados a mano. Toqué las formas que habían sido la entretención de un niño de cuatro años.
No pude encontrar el bote.
–Quería dibujar tan bien como mi abuelo pero… –Me guiñó un ojo– Necesitaría tener los mismos años que él.
Eso activo mi curiosidad– ¿Por qué dices eso…?
–Porque su adorado abuelito es un vampiro como sus tíos Tesla y Johann. –Mire a Fred como si estuviera loco.
–Claro y yo soy la súper chica.
Fred me miro por todas partes– ¿Dónde dejaste la capa? –Nos sonreímos con burla ambos.
Hasta que… iba a golpearlo pero Jay puso sus manos en mis hombros– En realidad, mi familia se componía de vampiros, mi madre hace poco recupero su… calidad de humana por así decirlo. Y eso fue porque bebió sangre de su pareja que es el señor Stonel, esto último es algo que nos tiene a todos un poco traumatizados…
Me quede impactada– ¿Por qué suena tan raro todo esto? Que te traume el que tu madre sea pareja del padre de Fred pero… ¿no el que te criaras con vampiros?
Steph apareció de pronto y nos agarró del brazo– Fred ve a sentarte con tu madre, hoy tú abuelo quiere hacer algo especial para nosotros, algo muy importante para ti y Richard por lo que me dijo antes de ponerse a darme ordenes.
Fred levanto las manos en señal de rendición– Ok, voy para allá no te pongas nerviosa, no gruñas ni me comas.
Steph bufo por su comentario y nos llevo a uno de los sofás– Siéntense y esperen como los buenos niños que son, yo voy a seguir haciendo lo que estaba haciendo.
–¿Qué sería eso mamá?
Su madre puso los ojos en blanco– Ni te imaginas.
–¿Están todos? –Pregunto el abuelo de Fred con voz de mando.
–Ya están todos. –Dijo Stephaniel entrando con una caja de zapatos, detrás de ella venía el señor Stonel con una caja enorme– Deja eso allá Fede.
El señor Stonel coloco la caja y comenzó a sacar cosas mientras Stephaniel armaba lo que parecía un retroproyector de otra época.
–Esto por acá Fede, si, ahora esto. –Se pasaba una y otra cosa hasta que estuvo todo en orden. No pude evitar pensar en que los dos hacían una pareja hermosa.
El abuelo de Fred comenzó a dar golpes con las palmas– Préstenme atención, hoy por la mañana hablamos Elizabeth y yo y llegamos a un acuerdo, quedamos en hacer esto para que sepan algo… algo que debieron saber hace mucho porque fue una crueldad olvidarnos de él.
Todos mirábamos sin saber a que se refería, pero mire a la señora Elizabeth, ella se veía… triste, estaba abrazando a Richard como si se lo fueran a arrebatar en cualquier momento. Busque a los pequeños pero ambos jugaban con nana Vi sin darse cuenta de que estaba pasando, pero nana Vi estaba pendiente de cada palabra que se decía.
–Quiero mostrarles unas películas caseras que tenía guardadas en casa, hace poco las traje de nuestro antiguo hogar Fede.
El señor Stonel le presto atención de inmediato– ¿Volviste?
La señora Elizabeth pego un gritito– Oh, Dios…
El mayor de los Stonel siguió hablando– Voy a mostrarles las películas.
El padre de Fred cerró las cortinas. Mire a donde comenzaba la proyección, la habían puesto para que la imagen diera en la pared frente a nosotros.
Comenzó con un prado me pareció algo extraño una mujer embarazada apareció de pronto corriendo y la cámara la seguía. El audio se encendió de pronto.
–Fred déjame en paz.
Se escucho una risa– Nunca, antes muerto.
La imagen siguió corriendo y después de varias tomas de la mujer la cinta paro.
–Hace demasiado tiempo que no veía a mi madre. –Dijo el señor Stone que estaba sentado cerca de nosotros– Era tan bella, o por lo menos así la recuerdo por las fotos.
Mire al señor Stonel– ¿Por qué? ¿No la conoció?
Jeremy me tomo de la mano– Megan no saques conclusiones...
–Déjala Jeremy, ella esta en lo cierto, mi madre murió en el parto. –La mamá de Jay comenzó a sollozar– No llores Steph. No importa lo que paso o porqué no la pude conocer, yo siempre la recuerdo con cariño.
–Voy a colocar la siguiente. –La voz del abuelo de Fred se escuchaba ronca y no creía que fuera por la distancia.
La siguiente era una casa de campo. La cámara de pronto enfoco al abuelo de Fred, quien se veía más joven, aparentaba unos veintitantos años si mis cálculos eran correctos.
–¡Bebés salgan de una vez! ¡Vengan!
Un niñito rubio muy parecido a Nicky salió corriendo de la casa junto a otro igual a él, ambos estaban vestidos como marineritos.
–Me veo ridículo. –Dijo el primero.
–Nos vemos mal. –Dijo el segundo– Eres un vejo despotota.
La cámara los enfoco a los dos juntos– Mis pequeñitos, es “déspota” Fredy y no te ves ridículo Ricky, ahora sonrían a la cámara.
Ambos niños hicieron caras chistosas a la cámara, siguieron así un rato y después se pusieron a jugar a las escondidas. Cuando el juego termino la cinta paró.
–¿Quién es Ricky? –Pregunto Fred.
–Pregunta después Frederick. –Dijo su abuelo– Voy por la otra, disculpen que sea así pero no se como se montan estas cosas en una sola.
–Actualízate abue. –Le dijo Rick escondiéndose detrás de su madre.
–Ya vas a pagar mocoso. –Le dijo su abuelo sin distraerse de lo que hacía.
La cinta volvió a comenzar esta vez eran dos chicos crecidos. Estaban jugando a las peleas, podía decir que estaban jugando por las risas de uno de los chicos.
–¿Cómo se sienten niños? Hoy van a convertirse en lobos.
El chico risueño acaparo la cámara– Voy a ser gigante, más grande que tú y mucho más fuerte, voy a ser el alfa de la manada.
La cámara apunto al otro chico– Y tú Fredy, ¿qué dices también vas a ser alfa?
El chico sonrió y pude ver al señor Stonel en él– Tal vez, pero voy a ser blanco como tú.
El otro chico salto en frente de la cámara– Yo voy a ser blanco.
–Somos gemelos, los dos vamos a ser blancos. –Dijo conciliador Fede.
El otro chico le lanzo un golpe que no logró acertar– Déjate pegar Fede. –Decía el que no paraba de reír.
–No. –Le respondió Fede.
El chico rubio que reía y lanzaba los golpes seguía intentando– Oh, vamos Fede.
–¡Vamos Rick! Sé que puedes hacerlo, tengo fe en que puedas algún día golpear a Fredy. –La voz era del mayor de los Stonel– Ya tienes doce años.
El chico que esquivaba parecía aburrido– ¿Cuánto más vamos a hacer esto?
–Te voy a pegar por engreído.
–Inténtalo.
Siguieron peleando un buen rato más, y de pronto el chico risueño lanzo una patada y el otro le agarró la pierna y lo lanzo hacia arriba.
–¡Frederick XI Stonel! –Grito el abuelo de Fred– Te he dicho que no lo lances así, lo vas a dejar tonto.
El chico se encogió de hombros mientras el otro se levantaba.
El abuelo de Fred volvió a hacer el mismo procedimiento, y la cinta volvió a pasar.
–Había olvidado esa. –La madre de Fred estaba sonriendo.
Mire la cinta y vi a un chico que era la copia exacta de Fred, e incluso tenía el mismo brillo en los ojos que él.
–¿Por qué te arreglas tanto? Y deja de hacer eso con las camisas me estas molestando.
Lo que estaba haciendo el clon de Fred era colocar las camisas al que sostenía la cámara como si fuera un muñeco.
–No, esta es la mejor forma que tengo de ver si me queda una camisa, te la pruebo a ti que eres mi gemelo idéntico y sé si me sienta o no, me quedaré con la azul. Oye, ¿por qué me estás grabando?
La cámara se movió– Papá va a llegar tarde a la fiesta y quería que nos grabáramos mientras nos arreglábamos.
El chico se puso la camisa y luego le quito la cámara al otro– Ahora me toca a mí, ¿qué te vas a poner?
El otro miro una camisa azul casi idéntica a la que el otro llevaba y se la puso– A mi también me queda este color.
El otro sonó exasperado cuando hablo– No podemos seguir vistiéndonos igual Fede.
–¿Por qué?
La mano del otro lo tomo y lo sacudió– Déjate de tonterías hoy viene mi chica.
–Si me vas a golpear creo que mejor apago la cámara.
El escenario cambio y esta vez era una fiesta de cumpleaños.
–Feliz cumpleaños Fredy y Ricky. –Dijo el abuelo Stonel.
Ambos sonrieron– Gracias papá.
–¿Qué me regalaste? –Pregunto uno.
–¡Elizabeth!! –Grito el otro y salió corriendo.
–Vamos a comer pastel Fredy. –El chico que era el señor Stonel se encogió de hombros y partió a la mesa– Te compré ese libro que querías.
El chico sonrió encantado y con eso la cinta paro.
–Mamá… –Dijeron Fred y Rick.
Su madre tosió– Después chicos.
–Si, después. –El señor Stonel se aclaró la garganta– ¿Tienes más papá?
–Si hijo, Elizabeth tome prestada una de tus cintas, la pondré después.
–Está bien. –Le respondió.
Otra imagen se puso a rodar, mire atenta esperando ver más, comenzaba a interesarme la historia de esta familia.
La escena comenzaba en la casa que parecía una cabaña, hasta se veía una piel de oso en el suelo.
–Eli ponte mi chaqueta no quiero que te resfríes. –Dijo el chico rubio, de a poco comenzaba a distinguirlos, este debía ser Ricky– Vamos de casería.
La madre de Fred se veía joven, no debía ser mucho mayor que él o yo.
–¿Dónde vamos? Rick. –La escuché preguntar mientras sus manos iban a su estomago.
–Vamos a buscar a Fede, debe estar en el muelle y luego nos vamos de paseo. –Respondió el abuelo Stonel.
El chico se estaba colocando un abrigo cuando se puso a negar firmemente– Nosotros vamos a pasear mientras tú vas por mi hermanito el loco, no quiero que Eli pase más frío del necesario. Dios, piensa en tu nieto.
–Shh… cállate Richard Stonel y ve a pasear.
La imagen cambio estaba mostrando un bosque y de pronto se giro para mostrar la cabaña.
–¡Que! –Grito Stephaniel pero el señor Stonel la acallo en murmullos– Tenemos que hablar después.
Cruzó el bosque y salió a una laguna de agua verde, y un muelle en el que no se veía ningún bote amarrado, lo único que había era un chico recostado en el muelle.
–¿Quién no vino? –No escuché al principio por lo que la pregunta me sorprendió.
El joven siguió en el piso– Ella, la chica que te dije.
–Busqué a esa chica entre la comunidad y en el pueblo… no hay nadie así Fred. –La voz sonaba cansada– Nadie vendría por aquí cuando estamos tan lejos.
El chico cruzó los brazos en su estomago– Papá, solo sé que ella siempre está aquí cuando yo vengo, hoy no esta pero aun no pierdo la esperanza.
–Hijo levántate y vamos a pasear. –El chico se levanto y cuando pasaba por el lado del abuelo Stonel todos vimos como este lo tomo y lo lanzó a la laguna– Para que se te pase la locura.
–¡Viejo loco!
La pantalla volvió a quedar en negro y todos nos quedamos en silencio hasta que escuche a alguien levantarse.
–¿Qué esta pasando mamá?
–Fred… ese es tú papá. –Me puse a toser compulsivamente y Jay se hundió en el sofá– Tú papá murió cuando tenías cuatro años y Richard dos.
La luz se encendió y el abuelo Stonel se fue a sentar a mi lado quedando frente a frente con Fred.
–Esto es lo que quería que recordaras pero creo que no lo logré, Frederick no es tú padre ni de Richard sino su tío.
Fred estaba mortalmente blanco y Richard no estaba mejor, me sentí como una intrusa en esta discusión y con solo ver a Jeremy me di cuenta de que él no sentía diferente. Aunque desde aquí era un receptor de emociones y la mayoría eran tristes.
–Fred, Rick no quería que se enteraran de esta forma pero tal vez es lo mejor. –El señor Stonel los miraba a ambos– Ya era hora de pensar en Rick, él no se merece lo que le hicimos… olvidarlo.

>>Fred<<
Esto no estaba pasando, no podía ser que el hombre que yo creía mi padre no lo era. Y mi padre… mi padre…
–¿Cómo murió? –Todos estaban callados– ¿Cómo?
Vi como Megan se levanto junto a Jay, lo mismo hizo nana Vi con mis hermanitos, no, mis medio hermanos.
Me mire las manos no podía seguir mirando a nadie por más tiempo.
–Lo mataron, por eso vinimos aquí. –Dijo papá– Tu abuelo y yo decidimos venir a la manada más cercana pero aun así los recuerdos y el dolor seguían…
–¿Quién lo mato? –Pregunto Rick en voz baja.
Mamá se removió en el asiento con la pregunta de Rick– Cazadores. Había cazadores en nuestro hogar, destruyeron nuestra familia como la de varios lobos más.
–Lo mataron en el patio cuando jugaba contigo. –Hablo el abuelo.
~Fred toma a tú hermanito y vayan a esconderse, no quiero que mires atrás ¿me oyes? Corre, ¡ahora!
Lo recordaba, su voz hablándome, contándome cuentos… lo recordaba.
–¿Cómo pude olvidarlo?
Mamá se levanto a abrazarme– No lo olvidaste, te hicimos creer que él no había existido…
Me quede en sus brazos y al poco rato no pude evitar llorar como un niño, Richard tampoco pudo.
Como si fuera necesario el abuelo puso otra proyección, en esta estaba papá en el piso de la sala con Rick y yo jugando como un niño. Me di cuenta de que era él porque sonreía con un amor infinito a mamá quien estaba sentada a su lado correspondiendo su sentimiento.

>>Jeremy<<
Cenamos bajo una niebla misteriosa.
No había mejor manera de describir el ambiente en el que nos encontramos sumidos todos. Mire a mi madre, estábamos comiendo en el comedor después de ver las cintas y de ordenar lo que quedaba de cosas tiradas en el suelo, mamá estaba sentada frente a mí pero estaba concentrada comiendo lo que había preparado nana Vi.
Un pequeño codazo me llegó desde mi izquierda, mire a Megan.
–¿Qué?
Megan hizo una mueca– Nada, es solo que el ambiente esta pesado.
Asentí. Volví a mirar a mamá– ¿Cómo estás?
Mamá me miro asustada– Nada, solo que no tengo mucha hambre, ¿Fede después nos vemos?
–Esta bien, te subiré que comer.
Mamá se levanto y despareció por la puerta del comedor.
–¿Qué paso? –Le pregunte al señor Stonel, sin darme cuenta de que el resto de personas nos estaban mirando.
Él me miro incomodo– No le agrado que le escondiera que tenía un hermano gemelo y menos que le ocultara… –Movió la mano con un gesto de desinterés.
Le había molestado que no le dijera que era el tío en vez del padre de Fred y Rick. Si a mí me lo hubieran ocultado. Me pare y mire a Fred que estaba sentado a un lado de su abuelo a tres asientos de distancia de mí. Se veía tan deprimido, y podía sentirlo al igual de Megan que estaba a mi lado con cara de tristeza.
Terminamos de comer y todos acordaron con dormir esta noche en casa.
Megan me miraba con curiosidad al ver que no me movía de mi lugar.
–¿Jay? No me digas que hay otro asesino maniático suelto.
Le sonreí y sin poder evitarlo la rodee con mis brazos– Hay algo que debo hacer, ¿me acompañas?
Megan me rodeo con sus brazos– Sabes que te acompañaría a cualquier lugar.
La tome de la mano y me dirigí al cuarto secreto, le di un susto a Megan cuando abrí la puerta metiendo la mano en la chimenea y accionando la palanca. Bajamos tomados de la mano por el estrecho pasillo y ya abajo me di cuenta de que habían movido ya el cadáver del lobo que había querido hacerle daño a mi madre y a la señora Stonel. Suspire. Menos mal Megan se iba a evitar ver eso.
–¿Qué es este cuarto? O, ¿de quien? –Megan estaba revisando la tele y los cuartos aledaños.
Me dirigí a uno de los cuartos, Megan entró detrás de mí– Este era mi cuarto de bebé, bueno la replica de mi cuarto, ¿viste el cuadro que hay colgado en la pared? –Indique con mi dedo.
–¿Quiénes son ellos? Ese hombre se parece mucho a ti.
Mire el cuadro que solía ver con obsesión cuando era niño. El hombre intachable tanto con su traje como su rostro y la mujer menuda pero muy bonita con su cabello recogido y con un traje de muselina. Ambos abrazados y con una mirada de amor en los ojos.
–Te presento a mi padre Jonas Wolfe y a mi madre; Cristal Shmeister.
Mis pensamientos se estaban volviendo sombríos al pensar que no los había conocido pero al igual que Fred ahora, tenía cintas que mostraban como y quien era él. Un sollozo interrumpió mis pensamientos.
–Megan, mi amor. –La abrace.
–Lo siento, es que todo es tan triste, tú y Fred han sufrido mucho. –Me dijo con voz llorosa.
Le acaricie el cabello– Yo no me siento triste al recordar a mis padres, ellos me dieron la vida y lamento el no poder conocerlos, aunque a veces me parece recordar la voz ronca de mi padre leyéndome un cuento durante la noche. Loco, ¿eh?
Megan negó– No, yo te creo.
–Te amo.
–Y yo a ti.
Nos dimos un beso y luego nos pusimos manos a la obra. Mientras trabajamos, por un momento tuve un pensamiento y cuando mire a Megan ella también pensaba lo mismo, cuando nos fuimos a dormir llevaba bajo mi brazo un libro de cuentos.

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