lunes, 9 de abril de 2012

I Don't Understand Nothing: Capitulo XXIII



Emily no había llegado aun y Ed estaba haciendo sus tareas en el salón mientras miraba cada cinco minutos por la ventana. Mire a Betsy y Vincent, me había dejado de torturar después que sus padres dijeran que estaban agotados como para cenar con nosotras. Volvíamos a ser amigas aunque faltaba algo, no habíamos hablado sobre otra cosa que no fuera la organización de mi fiesta, bueno aparte de la cena con sus padres.
Suspire, solo quería que llegará Em. Me había enviado un mensaje de texto diciendo que llegaba tarde porque estaba en algo importante con Heath y eso fue todo… si yo estuviera con Paul de seguro le daba más detalles.
Encendí la televisión no me ayudaba sentirme tan innecesaria; mamá y papá hablaban en la cocina emocionados por algo que solo ellos sabían, mire de nuevo a Betsy y a Vincent que estaban juntos abrazados hablando sobre nombres para el bebé que aun no tenían idea de que iba a ser, y Edward comenzaba a mirar el teléfono, su tarea y la ventana, lo que me estaba poniendo de los nervios. Mi castigo aun estaba vigente me quedaban haber… tres días más y volvería a clases y tendría que ponerme al corriente ya que no hablaba con nadie de mi clase, pero eso era otro tema, ellos no eran agradables conmigo así que yo no lo era con ellos.
Comencé a hacer zapping con el control, era algo triste de ver así que subí a mi cuarto a ver lo que me pondría la noche siguiente, el vestido era hermoso pero no era el que me había traído Betsy ya no me parecía buena idea ponérmelo, así que fui con mamá de tienda en tienda hasta dar con uno que fuera ideal para mi. Este era negro para la noche y me llegaba hasta las rodillas tenía plises muy bonitos por todos lados por lo que daba la idea de ser antiguo, lo adore desde el momento en que lo vi, solo esperaba que le gustara de la misma forma a Heath que estaba invitado oficialmente gracias a Edward, quien muy amablemente le había dado su invitación además de llevarle otra a Paul. Y como me sentía reconciliada con el señor Tanner por la forma en que me había tratado en el instituto le envié una también, según Edward se había alegrado mucho por la invitación.
Emily por otro lado me había obligado a enviarle una segunda invitación a Paul aun cuando sabía que él estaba invitado, según que para estar segura de que fuera a la fiesta por lo que esta tenía una pequeña nota.
 Seguí mirando mi ropa, tenía una mascada para el cuello y unas bailarinas, mamá se había puesto furiosa con la combinación pero al ver que si quedaban no dijo nada más. Me sonreí a mi misma satisfecha le había ganado a la neurótica de la moda. Recordar que habíamos estado alejadas me hizo borrar esa sonrisa, pero la recobre, ahora estábamos bien, mamá estaba comprendiendo la relación con Heath de una forma única ya no se oponía, a veces me preguntaba porque cambió de opinión pero prefería dejarlo así, era mejor no tentar a la suerte dicen.
Me asuste cuando tocaron a mi puerta. Corrí a abrir y al ver a Betsy del otro lado sin Vincent me hizo enarcar una ceja, esto era raro.
– ¿Puedo pasar? –Me sonrió pero su sonrisa era tímida. La deje pasar.
Me retire un poco del umbral – Pasa, ¿qué sucede? ¿Dónde esta Vincent?
– Salió a revisar la casa como todas las tardes, me sentía un poco sola y como hace tiempo que no hablamos como primas. Ya solo hablamos de la fiesta de mañana que por cierto esta todo listo y preparado.
– Sip, todo esta más que listo. Tú y mamá hicieron un gran trabajo, lástima que no fuera de disfraces. – Suspiré, me encantaban las fiestas de disfraces pero por habérseme olvidado mi cumpleaños ya no pude hacerlo. Pero esa no era la cuestión ahora. – ¿Me vas a decir qué sucede?
Se sentó de un golpe en mi cama, – Estoy cansada de que no hablemos más como antes éramos amigas y sé que cometí un error, lo entendí y sé que hice peor el como reaccioné después cuando te disculpaste yo…
Me acerque y le estampe la mano en la boca tanto que salió un ‘Auch’ de sus labios.
– Lo siento, es que te disculpas por tonterías, sobre reaccioné aquella vez y si, esperaba que aceptaras de inmediato mi disculpa pero también tenías razón en que alguien me había enviado, se suponía que debía hacerlo por mi cuenta pero decidí comportarme como una niña mimada. –Me senté a su lado– Hablo en serio, si alguien debe disculparse esa sería yo que no reaccioné bien y lamento haberte echo daño a ti y a mi sobrinito o sobrinita que esta ahí dentro. –Terminé colocando mis manos en su pancita.
– ¡Oh Zo! –Betsy me abrazo y se puso a llorar como una magdalena– No tienes ni idea de cuanto te he echado de menos, te necesito, Vincent esta tan raro solo me abraza y me dice que me ama pero no hace nada más y a veces quiero que me diga más cosas como que le gusta esto de ser padre, pero solo habla de ello cuando yo lo menciono. Aun ni siquiera hemos escogido un nombre para el bebé. –La abrace sintiendo un poco de pena al ver que no lo estaba pasando tan bien como creía– Me siento feliz ahora que estamos bien.
Le pase los pañuelos que estaban al lado de mi cama. – Todo estará bien, tal vez todavía este algo impresionado por todo esto. –Agite mis brazos– Además, puede que también influya eso de que tu hermano no lo puede ver cerca.
Betsy se limpió la nariz. – No lo sé, tampoco quiere decir nada sobre ello.
– Dale tiempo, o puedes preguntar si le molesta ser padre tan joven, recuerda que tu eres muy joven para ser madre pero él también lo es.
Betsy asintió. – Tal vez sea eso, y no sepa como decirme que no quiere ser papá. –Casi podía ver como la desesperación comenzaba a cubrir su rostro. Dios me salve de las embarazadas, no podía hacer nada bien con Betsy.
– O tal vez no sea eso, y sea algo completamente distinto como alguna cosa hereditaria o no sepa como debe proceder en esta relación o que se yo, solo pregúntale. –Termine hablando desesperadamente.
Betsy se levanto, no antes de abrazarme. – Gracias, eso haré. No puedo decir que me quede más tranquila pero gracias. –La mire enfurruñada de mentira, sabía que estaba bromeando.
– Bien ahora ve y déjame en paz.
La vi salir del cuarto con una sonrisa más real que la que me había mostrado antes de entrar en mi cuarto.
Me alegraba de por lo menos haber arreglado esos problemas con ella. Me sentía más liviana que antes. Aunque lamentaba no haberla ayudado con su problema, eso debía hablarlo con Vincent.
Mire a mí alrededor. Bien, no había nada más que mirar o arreglar para la fiesta, Betsy me maquillaría al otro día así que no tenía más problemas con eso. Guarde mi vestido y mis zapatos y salí de mi cuarto con la intensión de ir a comer algo ya que mamá aun no avisaba la cena.
Edward me hizo señas al llegar a la planta baja, fui hasta él pero me miraba de forma asustadiza, mi primer pensamiento fue para Heath. Tome a Edward por los hombros y lo sacudí.
– ¿Le pasó algo a Heath?
Ed me miro algo confundido pero negó, – No, ¿por qué?
– Me mirabas como si no supieras como decirme algo, ¿qué es?
Era oficial; Edward estaba incomodo, – ¿Te acuerdas que te pedí una invitación extra?
Asentí, como no continuo; hable. – Si, me acuerdo ¿y eso qué?
Edward se ruborizo, – Aun no la entrego.
– ¡¿Qué?! –Lo mire como si fuera un alien– ¿Por qué no? La fiesta es mañana y si no puede conseguir un vestido.
– No grites que exagerada eres, como quieres que le entregué la invitación, solo la invite en un ataque de nervios y ahora no se que hacer, y si ella ya no quiere ir y me dice que no. –Bajo la cabeza apenado– Afrontémoslo, no soy lindo ni el chico más popular de mi clase. Soy un Nerd. No tengo ninguna cualidad que a ella le pueda gustar.
– Para ahí, eres inteligente y muy guapo, tienes ese maravilloso gen que heredaste de papá y que he envidiado desde hace años que te hace un chico hermoso.
Edward me miro incrédulo, – No te creo, si fuera así por qué las niñas de mi clase me evitan como si tuviera la peste.
Lo mire durante un momento a través de los ojos de un extraño pero solo logré ver a un niño extremadamente bello con esos ojos azules y todo ese cabello rubio, era un chico excelente y no lograba encontrar nada malo en él, – Tal vez sea tu apariencia, eres un chico guapo e inteligente, solo ve hasta esa niña y entrégale la invitación, apuesto lo que quieras a que no se va a negar.
– ¿Lo dices en serio? ¿No me mientes?
Mire esa carita esperanzada, era tan lindo verlo así, me acerque y le di un besito en la mejilla. – Completamente segura. Solo dale una sonrisa Stonel y esa niña no tendrá oportunidad.
Edward me abrazó. – Gracias Zo. Ahora me voy a mi cuarto, debo encontrar la invitación y planear que le voy a decir.
– Ve. –Asintió y se fue de inmediato, que fácil era hacerlo feliz. Solo esperaba que esa niña no fuera tan tonta como para rechazarlo.
Seguí mi camino hasta la cocina, mi estómago estaba protestando cuando llegué. Abrí el refrigerador sin que nadie se diera cuenta y saqué el jamón y la lechuga, después fui por el pan. Cuando estaba terminando de comer apareció papá, al verme se le fue toda la felicidad y eso al parecer no era por mis modales en la mesa.
– Hola –Dije con la boca llena.
Papá meneo la cabeza, – Tu madre ya sirvió la cena y nos estaba llamando a comer y tu aquí comiendo como un vulgar ratón.
Asentí sin arrepentimiento y tragué el resto de mi sándwich de un bocado. – Voy por Ed.
– Tu madre ya fue por él, no te preocupes. Pasa a comer, tenemos visita.
Lo mire interrogante pero no me dijo nada más. Pase por su lado hasta llegar al comedor y lo que vi me sorprendió y me emocionó.
– ¡Tío Henry!! ¡Tío Mark!! –Corrí a abrazar a mis tíos que estaban hablando con mamá que parecía brillar. Al verme mis tíos me abrazaron.
– Mira Henry, a que no esta hermosa nuestra Zo. –Dijo tío Mark, revolviéndome el cabello– ¿Dónde esta mi pequeñita Zo?
– ¡¡Papi!! –Tío Mark me soltó para abrazar a Betsy que saltó sobre él por lo que tío Henry me agarro abrazándome fuerte.
– ¿Cómo pudiste crecer tanto en tan poco tiempo? –Me tomo por los hombros.
Le sonreí encantada. – Hace mucho que no nos vemos, ¿dónde están tía Jess y tía Bell?
Él me sonrió encantado. – Jess esta ocupada con nuestro Rick en el hotel, ha estado dando problemas, y Mark dejo a Bell descansando junto con Jane y Marcus. Así que vinimos juntos a ver a nuestra hermanita y ver como están todos por aquí.
– Qué feliz estoy de verlos aquí. ¿Dónde está el abuelito y la abuelita?
Tío Henry se puso algo incómodo. – Mamá esta en el hotel y tu abuelo anda por ahí peleando con tu abuelo Alfred. –Lo mire confundida, no creía que mamá le hubiera dicho algo. Al ver mi cara, tío Henry se apresuro a hablar– Pero descuida, mañana han prometido portarse bien en tu fiesta.
– Bien, no esperaba menos de ellos. –Dije fingiendo que no los entendía. De seguro mamá había hablado con su papá.
– ¿Dónde está ese bueno para nada de Right? –Tío Mark estaba hablando alto mientras Betsy lo miraba con reproche– No me mires de esa forma, ¿dónde esta?
– Aquí señor. –Vincent apareció con Edward, lo que me llamo la atención de inmediato.
Mire a Edward de forma inquisitiva pero él me estaba ignorando mientras que tío Mark y tío Henry se turnaban para abrazarlo.
– Es raro verlos a todos ustedes juntos. –Dijo Edward al ver por fin como lo miraba.
– Estoy tan feliz de verlos, pero ahora vamos a comer. Vamos me muero de hambre y la comida se enfría. –Mamá daba saltitos.
Tío Mark nos miro a todos, – ¿Dónde esta Emily? No le he visto gasta ahora ¿está arriba?
Papá los miro incómodo. – Aun no llega, está ocupada con algo de la universidad.
Tío Henry miro la hora como si nada pero tío Mark estaba más que ocupado frunciéndole el ceño a papá. – Ya es un poco tarde ¿no?
Mamá agitó las manos. – Estaba hablando en serio cuando dije que tenía hambre y que mi comida se enfría.
Todos pasamos al comedor pero ninguno de mis tíos se quedo contento con el que Emily aun no llegará y eso me perturbaba.
Comimos en silencio, solo interrumpido por una que otra pregunta de mamá que quería saber como estaba todo en casa de sus padres. Hasta ahora todo estaba bien y hasta más tranquilo según tío Mark ya que no estaba Betsy para revolver las cosas. Nos reímos ante las caras que colocaba Betsy mientras él hablaba.
A las ocho de la noche el sonido de un auto llamo mi atención y también de la de Edward que ya estaba familiarizado con él.
– Con permiso, voy y vuelvo. –Trate de salir sin que me notaran pero fue imposible.
– ¿Dónde vas pequeña? – ¿Por qué no se le pasaba nada a tío Mark?
Le sonreí. – Solo a la puerta. –Me enarco una ceja pero papá salió en mi defensa.
– Déjala en paz, ve cariño, no tardes.
– No lo haré. –Dije feliz.
Me quede helada cuando se abrió la puerta.
– ¡Zoey!! ¡Heath quiere hablar contigo! ¿Por qué hay un auto afuera de la casa?
Les di una sonrisa de disculpa a todos sin detenerme a darles una explicación a mis tíos que me miraban esperando una explicación.
Corrí cuando nadie me vio y agarre a Emily del brazo. – Cállate  tonta. –Mire detrás de mí– Hay visitas.
Emily se sonrojo. – No me digas que están los abuelos.
– No, pero están aquí tío Mark y tío Henry. –La boca de Emily formó una O perfecta.
– Entonces… voy a decir hola. –Sin más se fue al comedor.
Salí disparada por la puerta casi chocando con Heath que estaba en el umbral, rápidamente lo abrace. Heath me rodeó la cintura con sus brazos.
– Extrañaba estos abrazos tan deliciosos ¿me das un beso?
– Ya iba a eso tonto. Te extrañé. –Dije dándole un montón de besos por toda la cara.
Heath me beso lentamente. – Te amo.
– Y yo a ti, ¿por qué no me has llamado, ni has venido a verme? –Le pregunte tan triste como me sentía.
Las manos de él tomaron mi barbilla. – Tengo algunos líos que prefiero evitarte, además he estado ocupado en un montón de cosas. Solo eso mi amor, todo esta bien.
Me aparté de él. – No, no esta bien, estás raro y hablas muy serio ¿qué sucede?
Heath me beso en los labios y luego se separó. – No te preocupes, mañana es tu gran día así que debes descansar y lucir bonita para mañana. A menos que quieras mostrarme tu vestido para mañana. –La expresión de su cara me hizo reír.
– Es sorpresa, ¿sabes dónde es la fiesta?
Heath entorno los ojos. – Me la sé de memoria, descuida.
– Bien, mañana te quiero puntual y bien arreglado. –Dije fingiendo mi mejor voz de mando.
Heath me miro divertido. – Si, señora. Mañana vendré con mi mejor traje ¿quieres que venga por ti o prefieres que nos veamos en la fiesta?
– Aunque me gustaría que vengas por mi, debo pedir que nos veamos en la fiesta, a papá no le agradaría nada que me llevarás. –Uní mis manos con las suyas.
Suspiró. – Está bien, de todas formas bailarás conmigo toda la noche, no le cederé ningún baile a nadie. Esta belleza es solo para mí.
– Eso no es lo que piensa el resto de la gente. –Pegué un grito al escuchar la voz de tío Mark detrás de mí.
– ¿Qué haces aquí? –Dije tratando de no sonar tan asustada.
Me miró calmadamente. – Quería saber porque te tardabas tanto, tu postre te espera.
Le sonreí. – Gracias pero ya entraré.
Me sonrió dulcemente. Oh-oh. – Que bien, me da tiempo para un cigarro. –Saco del bolsillo de su camisa un paquete de cigarros y de su pantalón un encendedor– A propósito, ¿quién eres tú chico? –Pregunto colocándose el cigarro en los labios y encendiéndolo con el encendedor.
Heath me pregunto con la mirada, encogí los hombros. – Él es  Heath Tanner, Heath él es mi tío Mark y es el padre de Betsy.
– Si, se llama Heath y qué pintas tú en esto Heath.
Mire a Heath y a tío no sabía que más decir, nuestra relación no era tan sería y no usábamos ya eso del novio y novia pero Heath resolvió el problema al ver como yo no sabía que hacer.
Le tendió la mano al tío Mark– Soy el novio de Zoey.
Tío le estrechó la mano y sonrió gélidamente. De seguro no le gustaba esta situación. – No sabía que Zoey tenía novio.
Heath le sonrió, – Y yo no tengo idea de quien es usted. –Le di un codazo.
– Él no quería decir eso, te lo aseguro. –Tío se rió mientras le daba una calada al cigarrillo.
– Ya es tarde, ¿por qué no te vas hijo?
Heath asintió con desgana, me atrajo y me dio un beso en los labios. – Buenas noches mi amor.
Estaba tan roja. – Buenas noches, te amo. –Dije abrazándolo brevemente ya que alguien estaba carraspeando detrás de nosotros.
Me dio el tan acostumbrado beso en la frente y se despidió.
– ¡Adiós! –Grite cuando el auto comenzó a irse por la calzada.
– ¡Adiós! –Dijo tío detrás de mí dando saltitos como una niña de doce años– ¡Vuelve pronto!
Lo mire entre enojada y divertida por como hacía señas. – ¿No debías estar adentro?
– Tu también, ¿vamos? –Me sonrió encantado– ¿Desde cuándo tienes novio?
Cerré la puerta con seguro en cuanto entramos. – Vamos, quiero comer mi postre.
– ¿Segura que no te lo comiste ya?
Camine rápidamente hasta mi puesto en la mesa. Mi postre me estaba esperando.
– ¿Nada para contar? –Pregunto tío Henry.
Tío Mark se sentó feliz de la vida en la mesa. – Nada, a menos que cuentes que; Me fume un cigarro, conocí al novio de Zoey, no, no hay nada que contar.
Tío Henry comenzó a reírse. – Ed, vaya si te toco. ¿Y cómo es? Ya quiero verlo.
– Oh, cállate Henry. –Gruño papá a su lado.
Escondí mi cara cuando comenzaron a burlarse de mí y de papá.
Eran terribles.
– Aunque el chico se ve algo mayor, ¿qué edad tiene?
Iba a responder cuando papá me interrumpió antes. – Casi diecinueve, esta en la misma universidad que Emily.
Tío Mark se puso serio de inmediato. – Oh.
Tío Henry también dejo de burlarse pero eso no borró la expresión de sus ojos. – No puede ser, y yo creí que Betsy era a quien le gustaban mayores. – Tío Mark le lanzó un pancito que estaba en una cesta sobre la mesa dándole en la cabeza a su hermano. Lo que hizo que nos riéramos.
Betsy y Vincent también se estaban riendo y eso fue algo bueno de ver. Al parecer si habían hablado algo antes de bajar a cenar. Aun no me terminaba de agradar Vincent pero tenía algo que hacía feliz a Betsy.
– Cállate Henry, además Vincent parece como de dieciséis cuando lo conoces.
Vincent abrió desmesuradamente los ojos, lo que fue extraño y divertido. Para nada la imagen que habíamos visto de él en estos días. Mamá se rió de eso.
– Soy serio suegro. –Tío le lanzó un pan pero Vincent lo agarró y se lo lanzó de vuelta.
Mamá le quito la canasta al tío Mark. – Dejen de hacer eso, me molesta.
– Es mejor que te lo lleves y lo dejes donde no lo alcancen estos niños. –Con ese comentario, papá se gano el abucheo de los demás.
Emily estaba jugando con su postre pero estaba entretenida al verlos, lo vi en sus ojos pero cuando nos encontramos con la mirada me hizo una seña.
– Estoy cansada, si me disculpan quiero dormir. –Les dio un beso a cada una de las personas y cuando llegó hasta a mi me tomó del brazo– Zo también debe dormir porque ya es tarde.
Mire el reloj y luego a Emily. – ¿Estás loca?
Emily me gruño. – No, y Betsy también debe de estar agotada, vamos arriba. Nos vemos mañana tíos. Buenas noches. –Nos arrastró a Betsy y a mí pero no antes de que se volviera hacia papá– Mañana quisiera hablar contigo antes de que te vayas al trabajo.
Papá le hizo una seña militar. – No me iré sin hablar contigo antes.
Emily le sonrió resplandeciente. – Muy bien, adiós a todos.
– Buenas noches tío Mark, tío Henry. – Grité mientras me dejaba arrastrar.
Betsy se soltó y fue a darle un beso y un abrazo a su padre y a Vincent, a los demás les lanzó besos.
Emily nos lanzó a su cuarto y cerró la puerta.
– Bien este es el punto. Paul no me quiere ver. –Dijo lanzándose a su cama. Betsy y yo nos miramos sin entender.
– Que hacemos nosotras. –Le preguntó Betsy.
Em se aferró a la almohada. – No se queden ahí paradas siéntense, estoy preocupada y no sé que hacer. Estuve haciendo investigación con Heath pero él no me dijo nada.
Mire a Betsy. – Creo que yo puedo preguntar.
Emily asintió agradecida. – Gracias hermanita pero lo que quiero es que descansen, mañana será un día agotador y lo que quiero es que esta noche sea una noche de chicas.
Emily fue por su mochila y volvió con una bolsa con azúcar y unos yogures.
– ¿Qué es eso? –Preguntó Betsy.
– Niñas, les enseñaré el arte de verse bellas, ¿Quién va primero? –Betsy me apuntó con el dedo y Emily se rió maquiavélicamente.
Esta iba a ser una noche para el recuerdo.

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