Me levanté
tarde ya que Emily nos había dejado ir a dormir a Betsy y a mí después de las
dos de la madrugada. Mire de nuevo a papá había venido a almorzar conmigo en
casa pero estaba algo ida por el sueño y aun no se levantaba Betsy para
hacernos compañía.
– Repito; Ha
llegado carta. –Papá agitaba un sobre en frente de mí.
Tome la
carta que me estaba mostrando y la abrí sin fijarme que papá me rodeaba y antes
de que pudiera hacer algo me abrazo levantándome del suelo.
– Mi bebé ya
tiene diecisiete años, feliz cumpleaños bebé. –Me dio un beso en la mejilla y
otro en la frente.
– Gracias. Guau
ya soy mayor. –Dije contenta de ya tener diecisiete.
Papá me
abrazo más fuerte aun. – No tanto mi pequeña, no tanto. ¿De quién es la carta?
La leí en
voz baja:
Feliz cumpleaños
mi amor, ahora ya no me veré tan mayor a tu lado creo. Te deseo un feliz
cumpleaños, espérame esta noche llegaré un poco tarde y no creo tener mi
teléfono a mano pero tengo un regalo para ti que compensará mi llegada, espero,
este regalo vine del fondo de mi corazón. Mientras me esperas esta noche quiero
que recuerdes que para mi eres tan vital como el sol.
Te amo mi
ángel, Heath.
Le sonreí a
papá no queriéndole mostrar la carta. – Es de Heath.
Papá bufó. –
Se van a ver esta noche, ¿para que una carta?
Piñizque a
papá. – Dice que llegará tarde.
Aun así papá
sacudió la cabeza– Bien, vamos a comer.
– Bien,
comamos, me pregunto cómo estará Ed.
Papá me
cuestiono con la mirada. – ¿Le pasa algo a tu hermano?
Le sonreí
pícaramente. – Una chica, eso le pasa.
***
Bien, ya era
hora del almuerzo y no había visto a Kate, normalmente ya la hubiera visto pero
no había entrado a clases. Revisé cada una de las salas de clases de nuestro
año pero no la vi en ninguna parte. Me fui a comer a la sala sin esperanzas,
pero tal vez ella ya hubiera llegado para el siguiente bloque de clases
Me estaba
desanimando para la hora de salida. Kate no había llegado aun.
Salí
apesadumbrado después de clases y de pronto me vi en el suelo al chocar con el
matón del curso.
No, de nuevo
no.
Me levante
del suelo lentamente.
– ¿No es
Eddy el nerd?
– ¿No es el
brabucón? –Murmuré. Me agarró de la camisa– Suéltame ahora o te patearé.
Se rió de
mí. – Te crees mucho ¿no? Pero me acuerdo que la última vez te salvó tu amigo
pero ahora no lo veo por ninguna parte. Nadie para salvar al nerd.
– Si lo hay,
suéltalo ahora Denn. –Mire a Kate que estaba vestida con jeans y una chomba
enorme, no era para nada la niña de todos los días.
– Apártate
Kate. –Le grito el brabucón– Esto no tiene que ver contigo, a menos que este
sea tu novio.
Kate intentó
soltar mi camisa del agarre del brabucón sin darle importancia a las cosas que
estaba diciendo– Suelta a mi amigo. Ahora.
De un solo
manotazo el brabucón lanzó a Kate lejos. Sin pensarlo me solté y lo golpee antes
de que me devolviera el golpe le lance una patada en la ingle. Kate me miraba
anonadada, la agarre y salí corriendo con ella a mi lado.
Heath una
vez me había aconsejado que si me encontraba con un brabucón no jugara limpio
porque ellos no lo hacían con los demás.
Mire a Kate.
– ¿Estás bien?
– Mi héroe.
–Kate se pegó a mí en un abrazo mientras estábamos en el estacionamiento de la
escuela.
– Kate,
despégate de mi, me asfixias. –Me sonroje al tenerla tan cerca– ¿Estás segura
que el golpe no te hizo daño?
Asintió
contra mi pecho, siempre me había parecido que Kate era tan pequeña– No me paso
nada malo, gracias a ti.
No quise
recordarle que la habían tirado al piso por mi culpa.
– ¿Por qué
estas aquí? –Le dije sin pensar antes en mis palabras– No habías aparecido en
todo el día.
Kate me
sonrió aun no separándose de mí– Hoy no me sentía bien y fui al doctor con mi
mamá y por eso vine a dejar mi licencia médica.
– Y yo que
pensaba invitarte a la fiesta de mi hermana.
– La fiesta
de cumpleaños de tu hermana. –Dijo admirada Kate.
Asentí– Pero
si te sientes mal, es mejor que no vayas. –Dije algo triste.
Kate me miro
por un largo rato– Quiero ir pero no tengo vestido. Es mejor que me vaya a
casa.
Ouch, golpe
bajo. Zoey tenía razón, ella necesitaba un vestido.
– Tal vez si
quieres ir, mis hermanas puedan tener algo que te sirva. –Estaba más que
apenado con ella que de seguro se escuchaba en mi voz.
– Sería
maravilloso pero no quiero ser molesta. Me voy nos vemos mañana.
Antes de que
se apartara la abrace contra mí, eso solía hacer papá con mamá cuando ella ya
no quería hablar con él.
– No te
preocupes yo me encargo de todo, ahora porque no llamas a tu casa y dices que
te quedas en casa de un compañero que te invito a una fiesta en su casa.
Kate me miro
y se sonrojo– Yo creo que lo haré.
Le tendí mi
teléfono y ella llamo a su casa, por lo que escuche su madre había aceptado
pero debíamos ir a su casa por su mochila con ropa.
Le sonreí
encantado cuando colgó y me abrazo. Ahora sabía lo que sentía papá al abrazar a
mamá.
– Vez, ahora
solo debemos ir a tu casa.
Kate
asintió– Si, –Baje mi cabeza y le di un beso sonoro en la frente.
– ¿Qué esta
pasando aquí? –Pregunto papá divertido.
– Nada. –Me
separé de Kate a regañadientes– Papá te presento a Kate mi compañera de clase,
amiga e invitada para la fiesta. Kate te presento a mi papá Edward Stonel alias
el ninja.
Kate me tomo
de la mano– ¿Ninja?
Le apreté su
manita, era tan delicada– Si, nadie lo siente llegar es como un ninja.
Kate se rió.
– ¿Algo me
dice que más hay? Me siento algo excluido.
Enrojecí
antes de hablar– Invite a Kate a dormir en casa después de la fiesta, si es
necesario le cederé mi cama y yo puedo dormir en el sofá. –Me apresure a decir.
Papá me
sonrió– Bien y que más.
Mire a Kate
y seguí hablando– Debemos ir por su mochila con ropa y luego podemos ir a casa.
Papá soltó
una carcajada– Vamos entonces al auto tenemos que apresurarnos, rápido niños.
Estaba tan
feliz que abrace a papá y luego tome a Kate de la mano y la lleve al auto
conmigo. En cuanto nos subimos Kate me abrazo.
– ¿Voy a
conocer a tu familia?
La mire de
forma extraña– Pues si.
– Que
emoción Edward, ¿eso quiere decir que somos casi novios?
Mi cara
debía estar escrita la conmoción ¿yo novio de Kate? Ni siquiera lo pensé al
responderle.
– Si.
– ¿De que me
perdí? –Pregunto papá al subirse al auto, de seguro se estaba burlando de
nosotros.
– Nada que
te incumba.
Enarco las
cejas divertido– Mejor vamos a la casa de tu novia para irnos pronto a arreglar
a casa.
Kate atrajo
mi oído a su boca provocándome un escalofrío– Ed, tú papá da miedo cuando habla
así, parece como si nos hubiera escuchado.
Asentí,
estaba más que feliz de tenerla tan cerca de mí.
Hoy era mi
día de suerte.
***
– Hoy Heath
ni siquiera te reconocerá, te lo aseguro. Te ves hermosa, resplandeciente.
–Dijo Betsy retocándose el maquillaje, ahora que ya había acabado conmigo.
– Si sigues
alagándola así se pondrá imposible. –Dijo Em.
Emily estaba
a un lado de Betsy retocándose su propio maquillaje. Ambas estaban
impresionantes con sus propios vestidos, Emily vestida con un vestido azul
cobalto y Betsy con su vestido estilo globo de un gris hermoso. Mi vestido era
también hermoso y el maquillaje que habían usado conmigo me hacía ver hermosa
también, solo esperaba deslumbrar a Heath esta noche.
– Tiene razón
en ponerse así, en verdad esta hermosa.
– Comienzo a
pensar que me han eliminado de la conversación. –Dije algo caústica al ver que
se ponían a hablar entre ellas.
Emily se me
acerco y me abrazo– Aun no te he dado tu regalo, creo que es hora.
La mire ilusionada
al ver que miraba en su pequeño bolsito y luego sacaba una cajita que luego me
tendió.
– Toma,
ábrelo.
– Yo iré a
buscar el mío, te va a encantar y lo mejor lo puedes usar ahora. –Salió
rápidamente de la habitación, me reí de cómo corría.
Mire la cajita
y la abrí, eran un hermoso par de aretes que se veían como dos moneda de plata
antigua con una paloma cada una, me encanto. Me los coloqué de inmediato.
– Gracias
Em, están preciosos los usaré siempre que pueda. Los adoro.
Em me
abrazo– De nada, te ves hermosísima.
Casi me
pongo a llorar al escucharla decir que estaba hermosa, solo pude asentir
rápidamente.
Betsy entro
corriendo con Vincent detrás de ella– Te he dicho cientos de veces que no
corras, mi hijo esta botando de un lado para otro, el pobrecito no tiene culpa.
Betsy me
sonrió encantada, de seguro porque Vincent había dicho que “su hijo” estaba
botando.
– O
pobrecita, puede ser una niña y sería hermosa pareciéndose a mí. –Betsy me
tendió una cajita con listones rosados– Ábrela. Es de parte mía y de Vincent.
Vincent
asintió sonriendo levemente– Espero conseguir con eso tu perdón.
La abrí y me
encontré con un perfume Carolina Herrera. Me levante de un salto y los abrace a
ambos.
– Te has
ganado mi perdón, solo por el detalle.
– Que bueno
porque me costo casi todo mi salario. –Termino diciendo con las manos en la
boca, poniendo una expresión de asombro.
Lo golpee en
el estomago– Bobo.
Abrí la caja
y con un movimiento tome el perfume y me lo aplique en el cuello y las muñecas.
Olía a gloria.
– Gracias.
–Dije con cara de ensueño.
– De nada.
–Dijeron Vincent y Betsy.
En ese
momento tocaron a la puerta. Fui a abrir la puerta y me encontré cara a cara
con papá que lucía divertido.
– ¿Qué
sucede? No es ningún problema. –Aseguré.
– Nop, tengo
una personita que necesita de unas manos femeninas. Tu mamá ya le buscó un
vestido y unos zapatos de baile tuyos y se ve preciosa, ¿no, Kate?
Mire detrás
de él para encontrarme con una niña vestida con uno de mis vestidos de cuando
era pequeña, era uno con vuelitos de color azul y con unos zapatos de charol
que no veía hace tiempo. De alguna forma todo se veía resplandeciente en ella y
me daba un poco de envidia porque a mi nunca me quedo así ese vestido.
Enarqué una
ceja hacia papá– ¿Y ella es?
Papá me
sonrió abiertamente– Debes dejarla hermosa porque es la novia de tu hermano, y
es su invitada especial así que trátala bien. –Se giro para mirar a Kate– Te
vas a quedar con ellas, te prometo que estarás segura aquí y que ellas te
tratarán bien porque aman a su hermano y no harían nada para fastidiarlo ¿está
bien?
– Si señor
Stonel, gracias.
– De nada
pequeñita. Zo, cuídala esta bajo nuestro cargo por esta noche.
Con eso se
fue dejándome con una niña en frente. La mire pero ella estaba más asustada que
yo.
– Me llamo
Zoey. –Le tendí mi mano, ella la acepto tímidamente.
– Me llamo
Katherine pero me dicen Kate, mucho gusto. –Su mirada estaba encantada– Me
dejarías el cabello como tu, se ve muy bonito y así tal vez… –Se sonrojo– Me
vería bonita.
Le sonreí–
Vamos te dejaré hermosa. –Entre con ella de la mano por lo que llame la
atención de todos– Les presento a Kate, ella es la nov… bueno amiga de Edward y
necesita ayuda.
Emily la
escudriñó de inmediato– ¿Eres con quien hablaba una noche hace una semana?
Kate se
sonrojo y miro al suelo– S…si.
Betsy estaba
encantada con el cabello ensortijado de Kate– Que linda, mi primo sabe como
escoger.
– Estos
niños son tan precoces, tendremos que fijarnos bien en nuestro bebé cuando
crezca. –Dijo Vincent pero al fijarse en Emily carraspeo– Será mejor que me
vaya si van a ayudar a esta pequeña a verse bien.
Betsy
asintió de forma decidida– Si, primero hay que arreglarle el cabello y luego la
maquillaremos y luego…
–
¿Maquillarme? –Kate nos miraba asustada.
Betsy tomo
un cepillo para el cabello– Será muy suave lo justo para que tus ojos se
resalten. Te verás hermosa.
– Bien.
Tome mi
nuevo perfume y le aplique unas gotitas en el cuello y otras en las muñecas.
Luego fui por mi limpiador facial que le aplique con un algodón rápidamente. Emily
buscó el maquillaje y comenzamos a aplicárselo, de a poco le resaltamos los
ojos con delineador, tenía unos ojos como el café con leche, hermosos. Un poco
de rubor y se veía hermosa. Betsy le dejo los rizos rubios oscuros sueltos y
enmarcándole el rostro, los mantuvo ensortijados con la crema para el cabello
que había utilizado conmigo.
– Tienes un
cabello hermoso, debes cuidarlo desde ya. –Dijo Betsy colocando un poco más de
crema en unos rizos.
– Tiene un
cutis bello como el mío. –Dijo Emily.
Bufe– No te
compares con la niña, ella gana.
Kate estaba
encantada mirándonos– Quiero verme en un espejo.
Le tendí un
espejo y su reacción nos hizo sentir recompensadas por el trabajo.
– Me veo
hermosa gracias. –Su vocecita se oía feliz.
Emily no
perdió el tiempo y nos hizo una seña, nos colocamos alrededor de Kate y Emily
dejo la cámara sobre un mueble en modo automático.
– Digan
queso.
– Queso
–Dijimos todas.
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