lunes, 9 de abril de 2012

I Don't Understand Nothing: Capitulo XXIV



– Ha llegado carta.
Me levanté tarde ya que Emily nos había dejado ir a dormir a Betsy y a mí después de las dos de la madrugada. Mire de nuevo a papá había venido a almorzar conmigo en casa pero estaba algo ida por el sueño y aun no se levantaba Betsy para hacernos compañía.
– Repito; Ha llegado carta. –Papá agitaba un sobre en frente de mí.
Tome la carta que me estaba mostrando y la abrí sin fijarme que papá me rodeaba y antes de que pudiera hacer algo me abrazo levantándome del suelo.
– Mi bebé ya tiene diecisiete años, feliz cumpleaños bebé. –Me dio un beso en la mejilla y otro en la frente.
– Gracias. Guau ya soy mayor. –Dije contenta de ya tener diecisiete.
Papá me abrazo más fuerte aun. – No tanto mi pequeña, no tanto. ¿De quién es la carta?
La leí en voz baja:
Feliz cumpleaños mi amor, ahora ya no me veré tan mayor a tu lado creo. Te deseo un feliz cumpleaños, espérame esta noche llegaré un poco tarde y no creo tener mi teléfono a mano pero tengo un regalo para ti que compensará mi llegada, espero, este regalo vine del fondo de mi corazón. Mientras me esperas esta noche quiero que recuerdes que para mi eres tan vital como el sol.
Te amo mi ángel, Heath.
Le sonreí a papá no queriéndole mostrar la carta. – Es de Heath.
Papá bufó. – Se van a ver esta noche, ¿para que una carta?
Piñizque a papá. – Dice que llegará tarde.
Aun así papá sacudió la cabeza– Bien, vamos a comer.
– Bien, comamos, me pregunto cómo estará Ed.
Papá me cuestiono con la mirada. – ¿Le pasa algo a tu hermano?
Le sonreí pícaramente. – Una chica, eso le pasa.

***
Bien, ya era hora del almuerzo y no había visto a Kate, normalmente ya la hubiera visto pero no había entrado a clases. Revisé cada una de las salas de clases de nuestro año pero no la vi en ninguna parte. Me fui a comer a la sala sin esperanzas, pero tal vez ella ya hubiera llegado para el siguiente bloque de clases
Me estaba desanimando para la hora de salida. Kate no había llegado aun.
Salí apesadumbrado después de clases y de pronto me vi en el suelo al chocar con el matón del curso.
No, de nuevo no.
Me levante del suelo lentamente.
– ¿No es Eddy el nerd?
– ¿No es el brabucón? –Murmuré. Me agarró de la camisa– Suéltame ahora o te patearé.
Se rió de mí. – Te crees mucho ¿no? Pero me acuerdo que la última vez te salvó tu amigo pero ahora no lo veo por ninguna parte. Nadie para salvar al nerd.
– Si lo hay, suéltalo ahora Denn. –Mire a Kate que estaba vestida con jeans y una chomba enorme, no era para nada la niña de todos los días.
– Apártate Kate. –Le grito el brabucón– Esto no tiene que ver contigo, a menos que este sea tu novio.
Kate intentó soltar mi camisa del agarre del brabucón sin darle importancia a las cosas que estaba diciendo– Suelta a mi amigo. Ahora.
De un solo manotazo el brabucón lanzó a Kate lejos. Sin pensarlo me solté y lo golpee antes de que me devolviera el golpe le lance una patada en la ingle. Kate me miraba anonadada, la agarre y salí corriendo con ella a mi lado.
Heath una vez me había aconsejado que si me encontraba con un brabucón no jugara limpio porque ellos no lo hacían con los demás.
Mire a Kate. – ¿Estás bien?
– Mi héroe. –Kate se pegó a mí en un abrazo mientras estábamos en el estacionamiento de la escuela.
– Kate, despégate de mi, me asfixias. –Me sonroje al tenerla tan cerca– ¿Estás segura que el golpe no te hizo daño?
Asintió contra mi pecho, siempre me había parecido que Kate era tan pequeña– No me paso nada malo, gracias a ti.
No quise recordarle que la habían tirado al piso por mi culpa.
– ¿Por qué estas aquí? –Le dije sin pensar antes en mis palabras– No habías aparecido en todo el día.
Kate me sonrió aun no separándose de mí– Hoy no me sentía bien y fui al doctor con mi mamá y por eso vine a dejar mi licencia médica.
– Y yo que pensaba invitarte a la fiesta de mi hermana.
– La fiesta de cumpleaños de tu hermana. –Dijo admirada Kate.
Asentí– Pero si te sientes mal, es mejor que no vayas. –Dije algo triste.
Kate me miro por un largo rato– Quiero ir pero no tengo vestido. Es mejor que me vaya a casa.
Ouch, golpe bajo. Zoey tenía razón, ella necesitaba un vestido.
– Tal vez si quieres ir, mis hermanas puedan tener algo que te sirva. –Estaba más que apenado con ella que de seguro se escuchaba en mi voz.
– Sería maravilloso pero no quiero ser molesta. Me voy nos vemos mañana.
Antes de que se apartara la abrace contra mí, eso solía hacer papá con mamá cuando ella ya no quería hablar con él.
– No te preocupes yo me encargo de todo, ahora porque no llamas a tu casa y dices que te quedas en casa de un compañero que te invito a una fiesta en su casa.
Kate me miro y se sonrojo– Yo creo que lo haré.
Le tendí mi teléfono y ella llamo a su casa, por lo que escuche su madre había aceptado pero debíamos ir a su casa por su mochila con ropa.
Le sonreí encantado cuando colgó y me abrazo. Ahora sabía lo que sentía papá al abrazar a mamá.
– Vez, ahora solo debemos ir a tu casa.
Kate asintió– Si, –Baje mi cabeza y le di un beso sonoro en la frente.
– ¿Qué esta pasando aquí? –Pregunto papá divertido.
– Nada. –Me separé de Kate a regañadientes– Papá te presento a Kate mi compañera de clase, amiga e invitada para la fiesta. Kate te presento a mi papá Edward Stonel alias el ninja.
Kate me tomo de la mano– ¿Ninja?
Le apreté su manita, era tan delicada– Si, nadie lo siente llegar es como un ninja.
Kate se rió.
– ¿Algo me dice que más hay? Me siento algo excluido.
Enrojecí antes de hablar– Invite a Kate a dormir en casa después de la fiesta, si es necesario le cederé mi cama y yo puedo dormir en el sofá. –Me apresure a decir.
Papá me sonrió– Bien y que más.
Mire a Kate y seguí hablando– Debemos ir por su mochila con ropa y luego podemos ir a casa.
Papá soltó una carcajada– Vamos entonces al auto tenemos que apresurarnos, rápido niños.
Estaba tan feliz que abrace a papá y luego tome a Kate de la mano y la lleve al auto conmigo. En cuanto nos subimos Kate me abrazo.
– ¿Voy a conocer a tu familia?
La mire de forma extraña– Pues si.
– Que emoción Edward, ¿eso quiere decir que somos casi novios?
Mi cara debía estar escrita la conmoción ¿yo novio de Kate? Ni siquiera lo pensé al responderle.
– Si.
– ¿De que me perdí? –Pregunto papá al subirse al auto, de seguro se estaba burlando de nosotros.
– Nada que te incumba.
Enarco las cejas divertido– Mejor vamos a la casa de tu novia para irnos pronto a arreglar a casa.
Kate atrajo mi oído a su boca provocándome un escalofrío– Ed, tú papá da miedo cuando habla así, parece como si nos hubiera escuchado.
Asentí, estaba más que feliz de tenerla tan cerca de mí.
Hoy era mi día de suerte.
***
– Hoy Heath ni siquiera te reconocerá, te lo aseguro. Te ves hermosa, resplandeciente. –Dijo Betsy retocándose el maquillaje, ahora que ya había acabado conmigo.
– Si sigues alagándola así se pondrá imposible. –Dijo Em.
Emily estaba a un lado de Betsy retocándose su propio maquillaje. Ambas estaban impresionantes con sus propios vestidos, Emily vestida con un vestido azul cobalto y Betsy con su vestido estilo globo de un gris hermoso. Mi vestido era también hermoso y el maquillaje que habían usado conmigo me hacía ver hermosa también, solo esperaba deslumbrar a Heath esta noche.
– Tiene razón en ponerse así, en verdad esta hermosa.
– Comienzo a pensar que me han eliminado de la conversación. –Dije algo caústica al ver que se ponían a hablar entre ellas.
Emily se me acerco y me abrazo– Aun no te he dado tu regalo, creo que es hora.
La mire ilusionada al ver que miraba en su pequeño bolsito y luego sacaba una cajita que luego me tendió.
– Toma, ábrelo.
– Yo iré a buscar el mío, te va a encantar y lo mejor lo puedes usar ahora. –Salió rápidamente de la habitación, me reí de cómo corría.
Mire la cajita y la abrí, eran un hermoso par de aretes que se veían como dos moneda de plata antigua con una paloma cada una, me encanto. Me los coloqué de inmediato.
– Gracias Em, están preciosos los usaré siempre que pueda. Los adoro.
Em me abrazo– De nada, te ves hermosísima.
Casi me pongo a llorar al escucharla decir que estaba hermosa, solo pude asentir rápidamente.
Betsy entro corriendo con Vincent detrás de ella– Te he dicho cientos de veces que no corras, mi hijo esta botando de un lado para otro, el pobrecito no tiene culpa.
Betsy me sonrió encantada, de seguro porque Vincent había dicho que “su hijo” estaba botando.
– O pobrecita, puede ser una niña y sería hermosa pareciéndose a mí. –Betsy me tendió una cajita con listones rosados– Ábrela. Es de parte mía y de Vincent.
Vincent asintió sonriendo levemente– Espero conseguir con eso tu perdón.
La abrí y me encontré con un perfume Carolina Herrera. Me levante de un salto y los abrace a ambos.
– Te has ganado mi perdón, solo por el detalle.
– Que bueno porque me costo casi todo mi salario. –Termino diciendo con las manos en la boca, poniendo una expresión de asombro.
Lo golpee en el estomago– Bobo.
Abrí la caja y con un movimiento tome el perfume y me lo aplique en el cuello y las muñecas. Olía a gloria.
– Gracias. –Dije con cara de ensueño.
– De nada. –Dijeron Vincent y Betsy.
En ese momento tocaron a la puerta. Fui a abrir la puerta y me encontré cara a cara con papá que lucía divertido.
– ¿Qué sucede? No es ningún problema. –Aseguré.
– Nop, tengo una personita que necesita de unas manos femeninas. Tu mamá ya le buscó un vestido y unos zapatos de baile tuyos y se ve preciosa, ¿no, Kate?
Mire detrás de él para encontrarme con una niña vestida con uno de mis vestidos de cuando era pequeña, era uno con vuelitos de color azul y con unos zapatos de charol que no veía hace tiempo. De alguna forma todo se veía resplandeciente en ella y me daba un poco de envidia porque a mi nunca me quedo así ese vestido.
Enarqué una ceja hacia papá– ¿Y ella es?
Papá me sonrió abiertamente– Debes dejarla hermosa porque es la novia de tu hermano, y es su invitada especial así que trátala bien. –Se giro para mirar a Kate– Te vas a quedar con ellas, te prometo que estarás segura aquí y que ellas te tratarán bien porque aman a su hermano y no harían nada para fastidiarlo ¿está bien?
– Si señor Stonel, gracias.
– De nada pequeñita. Zo, cuídala esta bajo nuestro cargo por esta noche.
Con eso se fue dejándome con una niña en frente. La mire pero ella estaba más asustada que yo.
– Me llamo Zoey. –Le tendí mi mano, ella la acepto tímidamente.
– Me llamo Katherine pero me dicen Kate, mucho gusto. –Su mirada estaba encantada– Me dejarías el cabello como tu, se ve muy bonito y así tal vez… –Se sonrojo– Me vería bonita.
Le sonreí– Vamos te dejaré hermosa. –Entre con ella de la mano por lo que llame la atención de todos– Les presento a Kate, ella es la nov… bueno amiga de Edward y necesita ayuda.
Emily la escudriñó de inmediato– ¿Eres con quien hablaba una noche hace una semana?
Kate se sonrojo y miro al suelo– S…si.
Betsy estaba encantada con el cabello ensortijado de Kate– Que linda, mi primo sabe como escoger.
– Estos niños son tan precoces, tendremos que fijarnos bien en nuestro bebé cuando crezca. –Dijo Vincent pero al fijarse en Emily carraspeo– Será mejor que me vaya si van a ayudar a esta pequeña a verse bien.
Betsy asintió de forma decidida– Si, primero hay que arreglarle el cabello y luego la maquillaremos y luego…
– ¿Maquillarme? –Kate nos miraba asustada.
Betsy tomo un cepillo para el cabello– Será muy suave lo justo para que tus ojos se resalten. Te verás hermosa.
– Bien.
Tome mi nuevo perfume y le aplique unas gotitas en el cuello y otras en las muñecas. Luego fui por mi limpiador facial que le aplique con un algodón rápidamente. Emily buscó el maquillaje y comenzamos a aplicárselo, de a poco le resaltamos los ojos con delineador, tenía unos ojos como el café con leche, hermosos. Un poco de rubor y se veía hermosa. Betsy le dejo los rizos rubios oscuros sueltos y enmarcándole el rostro, los mantuvo ensortijados con la crema para el cabello que había utilizado conmigo.
– Tienes un cabello hermoso, debes cuidarlo desde ya. –Dijo Betsy colocando un poco más de crema en unos rizos.
– Tiene un cutis bello como el mío. –Dijo Emily.
Bufe– No te compares con la niña, ella gana.
Kate estaba encantada mirándonos– Quiero verme en un espejo.
Le tendí un espejo y su reacción nos hizo sentir recompensadas por el trabajo.
– Me veo hermosa gracias. –Su vocecita se oía feliz.
Emily no perdió el tiempo y nos hizo una seña, nos colocamos alrededor de Kate y Emily dejo la cámara sobre un mueble en modo automático.
– Digan queso.
– Queso –Dijimos todas.

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