domingo, 7 de agosto de 2011

Cuando La Luna Al Fin Sale: "Epilogo"




>>Seth<<
La casa que estaba en frente de mí, era una casa que imitaba a una cabaña, pero de dos pisos, tenía un corredor que abarcaba el frente y un costado de la casa. Era hermosa. Un sueño es lo que decía continuamente mi hermana, Liam la había mandado construir en cuanto volvieron a la reserva, mi madre aun estaba impactada por la rapidez de todo eso, y eso que ya habían pasado casi cinco años de que eso ocurriera.
Me acerque a la puerta cuando sentí unos ruidos provenir de un lado de la casa, fingí no prestarles atención, y los ruidos persistieron. Cuando menos me di cuenta algo golpeo mi cabeza, me la restregué y el sonido de unas risas me llego, pero cuando me volví en la dirección de las risas ya no había nadie y creo que aunque lo hubiera hecho lo más rápido posible no hubiera encontrado nada.
Intente abrir la puerta y el episodio volvió a repetirse con las risas y todo, solo que esta vez un ruido más fuerte como de un golpe las acompaño. Corrí para ver que era lo que había pasado.
– Ya los atrape. – Dijo una chica de pelo rizado, – ¿Te estaban molestando? – Pregunto jadeando.
Mi boca intento moverse pero no pudo hacer más que eso, ningún ruido salió de allí. La chica ladeo la cabeza en un gesto que hubiera sido artificial para cualquier otra chica, pero que era natural para ella.
Me aclare la garganta, – Nada, lo normal solamente. Me lanzan cosas hasta que voy tras ellos.
– Lo lamento, es que mi cuñada esta arriba votando el desayuno y hasta creo que la primera papilla y me pidió que cuidara a sus angelitos, – La sonrisa que me dio me dejo babeando, que casi no entendí sus palabras. – ¿Tú, quién eres?
– Soy Seth el hermano de Leah, – La chica abrió mucho los ojos y el sonrojo cubrió su cara. – Tú eres la hermana de Liam.
Asintió sin dejar de mirarme.
– A tía Su-su le gusta tío Seth, a tía su-su le gusta tío Seth, – Cantaban los niños a coro.
Hace cuatro años Leah había llegado a casa con dos grandes noticias; Liam le había propuesto matrimonio y que estaba embarazada. Al principio no había querido creer y volvió a hacerse los exámenes que volvieron a decir que estaba embarazada, eso causo conmoción en toda la familia y en toda la Push. La Leah gruñona se había ido dándole paso a una madre en potencia que estaba llena de felicidad, esa había sido la parte alegre según mi madre tiempo después. Cuando Leah se hizo la ecografía para ver el sexo del bebé el doctor le dijo que tenía un hombre y una mujer. MELLIZOS. Después de eso Liam había decidido que sería mucho mejor que vivieran cerca de mamá, por eso su casa no quedaba muy lejos de allí. Respecto a su boda, se habían casado cuando los bebés ya tenían dos meses y podían prescindir un momento de su madre y de su padre. También porque Kate la esposa de Steve había quedado embarazada poco después que Leah y Liam volvieran a casa, y ella era la madrina de Leah, tanto como Steve lo era de su hermano.
Pero aun con todas las reuniones familiares nunca la había visto a ella, era tan… hermosa.
>>Susan<<
Tenía firmemente agarrados a Harry y a Sue, si los soltaba solo iban a causar más lío y Leah había confiado en mí para cuidarlos, no la podía defraudar. Pero si me hubiera avisado que su hermano iba a venir, no andaría con los vaqueros y la camiseta más gastados que tenía en la maleta.
Harry tiraba de mi ropa, – Tía Su-su yo puedo pegarle a tío Seth para que se despierte, papá dice que eso se hace con…
– Los que se duermen con los ojos abiertos mientras uno les habla. – Termino su hermana melliza. Entre los lobos no nacían muchos mellizos y por lo general tenían una afinidad única, como la de Sue y Harry, siempre acababan la frase del otro.
– Espero no tener que recurrir a eso, – Dije no muy convencida de que Liam haya dicho eso. Manteniéndolos a ambos sujetos de la ropa me acerque a Seth, y toque su cara en un impulso. Me tuve que colocar en puntitas para hacerlo, – ¿Estas con nosotros?
Lo que no tenía previsto era que él iba a tomar mi muñeca y me iba a jalar contra él. Apenas había pestañado cuando sus labios cubrieron los míos, cerré los ojos y me deje ir a lo que sabía era lo correcto.
>>Liam<<
– Uh… cariño será mejor que no salgas. – Me acerque a Leah que jugaba con un mechón de pelo de los que le llegaba hasta la cintura, la abrace por la espalda antes de ver mejor que era lo que le llamaba la atención en la ventana. Estoy seguro que eso era una gran sorpresa.
– Qué rayos…
– Oh cielo déjalos, se ven lindos. – Me dijo como si no estuviéramos viendo a su hermano y a mi hermana besarse, estaba soltándome de su abrazo cuando me apretó una mano, – Ni se te ocurra Liam Hunter en hacer un escándalo…
– Cariño sé que el embarazo te hace algo sentimental pero nunca hasta ese extremo. – Me fije con más detalle en el bulto que tenía Leah en su pancita, ya tenía cinco meses. Nuestro tercer hijo.
– Nop, pase esa etapa hace dos meses… creo. – Agrego, mostrando la arruguita en la frente que se le hacía cada vez que se ponía a pensar. – De todas formas te quedas aquí o vas a irte a dormir con Harry esta noche. – Estaba por abrir la boca cuando siguió hablando, – Están impresos.
Estaba por aportarle algo a la situación cuando un grito nos hizo mirar por la ventana.
Mis amados hijos volvían a hacer de las suyas, por lo visto. Sonreí antes de gritar;
– ¡Harry Noam y Sue Li Hunter vengan aquí inmediatamente! – En un parpadeo los niños estuvieron a mi lado; una niña de ojos marrones, piel ligeramente morena y el cabello oscuro vestida con un vestido de mezclilla, y un niño con los cabellos oscuros y revueltos, piel del mismo tono que la niña vestido con unos pantalones de buzo y una polera de unos dibujos animados, y unos ojos aun más dorados que los míos. Ambos me miraron con la culpabilidad escrita en la cara. Los abrace y en un susurro que para Leah era inaudible les dije, – Bien echo.
FIN

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