miércoles, 20 de junio de 2012

I Don't Understand Nothing: Capitulo XL



No esperaba nada de esto.
Nada.
De.
Esto.
–No sé si decirte afortunado o maldito y asqueroso rico.
Le fruncí el ceño a Paul que estaba a mi izquierda con Edward, ambos se veían sorprendidos y no era por el mismo motivo que yo.
– ¿De qué mier… –Zoey me piñizco– estas hablando?
Paul se golpeo la frente con la mano– Si te acercaras a escuchar la cifra que anuncio el abogado te darías cuenta de lo que estoy hablando.
Interrogué con la mirada a Zoey– ¿De qué esta hablando?
Ella se encogió de hombros– No lo sé, aun estoy algo choqueada por las palabras de Louis y… su petición, pobre de ella, no debe de haberse ido tranquila de este mundo.
Me entristecí al ver la tristeza en sus ojos– Si, eso fue impactante.
Mamá se nos acercó de pronto– Hola, soy Margaret. –Miro a Paul que se quedo prendido de ella– Jeffry me acaba de decir que eres amigo de Heath, ¿por qué no te quedas aquí? Digo, por el tiempo que estés en la ciudad.
–Eso me encantaría. –Paul buscó mi aprobación por lo que levante mi pulgar– Ed, acompáñame a buscar mi bolso.
Ed se levanto de inmediato y se fue corriendo hasta su mamá y volvió de la misma manera– Dijo que sí, vamos.
Paul se levanto e hizo una reverencia hacia mi madre– Agradezco su ofrecimiento, ya vuelvo. –Le revolvió el pelo a Ed– Vamos amigo.
Mamá los miro encantada– Vayan con cuidado, y vuelvan pronto. –Los chicos se fueron y ella nos miro– Iré a hacer algo de comer para todos.
Zoey y yo nos quedamos juntos sentados mirando la nada.
Louis se había ido, y me sentía culpable aunque no sabía bien porque si había sido ella quien me había tratado de mala manera. Creo que era el sentimiento de no haber echo algo por ella, pero ahora suponía que iba a hacer algo por ella. Iba a ser el mejor hermano que pudiera tener ese pequeño.
Zoey puso su mano sobre la mía para llamar mi atención, de inmediato la mire.
– ¿Quieres que me quede contigo esta noche? –Apreté la mano de Zoey– Solo si quieres.
–Siempre. –Me levante con el anillo en el bolsillo– Vamos un momento a mi cuarto.
Zoey estaba pendiente de sus padres pero la jale un poco y la lleve escaleras arriba, no podía esperar más. De pronto todo me parecía más… urgente.
Llevaba un tiempo pensando en esto. Me lleve la mano a mi bolsillo, si llevaba bastante tiempo pensando en esto.
–Heath, ¿qué piensas?
Le sonreí– Sabes desde hace un tiempo nos vemos como una pareja.
Me encanto verla ruborizarse como la primera vez que la había visto– ¿Cómo una pareja?
–Si, hace unos meses me he puesto a pensar que nos vemos así, y más últimamente; te quedas aquí cada vez que puedes y no solo de visita sino a dormir en la misma cama conmigo.
Zoey se volteo de inmediato a ver si había alguien detrás de nosotros, me reí disimuladamente, ella seguía siendo tan adorable como siempre.
–Eso no lo saben mis padres. –Hablaba en murmullos.
–Zoey, mis padres no creen en verdad que estés durmiendo en la habitación de al lado. –Levante mi mano con el anillo que siempre llevaba con su nombre inscrito en el– Y estoy seguro de que ellos no creen que no nos hayamos acostado o que no lo estemos haciendo ahora.
Zoey en un acto parecido al mío observo su anillo, lo habíamos vuelto a grabar y ahora se podía apreciar mi nombre con claridad. H E A T H.
–Bueno… tal vez sea así. –Nuestras manos se volvieron a unir– Aun no me has dicho que vamos a hacer arriba.
Le apreté la mano una vez más– Vamos a mi cuarto.
–Si pero que vamos a hacer…
–Ya lo verás, mi linda y adorable novia.
–Estas sonriendo como un tonto y me estas dando miedo. –Seguí sonriendo.
Llegamos a mi cuarto a pesar de los intentos de Zoey por saber que estaba pasando. Solo consiguió frustración.
Abrí la puerta y la deje pasar a mi cuarto– Mon ange pasa.
Zoey miro hacia todos lados pero lo que debía buscar no lo iba a encontrar. Cerré la puerta y me dirigí hacia mi armario de allí removí las cajas de zapatos hasta que encontré lo que buscaba.
–Zoey me voy a dar la vuelta así que cierra los ojos. –Por sobre mi hombro pegué un vistazo para comprobar si estaba haciendo lo que le dije, lo estaba.
Me levante con mucho cuidado por mi pierna y cojee un poco. Como un idiota no había traído mi muleta. De todas formas me arrodille en frente de Zoey que estaba sentada en mi cama y con seguridad tome su mano izquierda.
–Zoey Shenny Stonel. –Dije con firmeza.
Zoey abrió los ojos de inmediato y le sorprendió un poco verme arrodillado– ¿Qué…?
–Mi amor.
Zoey puso su mano libre en mi rostro– Me estas asustando, Heath por favor dime ¿qué pasa?
Le sonreí con dulzura– Sabes que te amo y que no volveré a cometer los mismos errores…
–Error y yo también falle.
Le coloqué un dedo sobre sus labios– Déjame terminar mi amor, te amo con todo mi corazón, tanto que no lo creo posible pero es así… supongo que así funciona el amor a primera vista. –Respire profundo– Zoey Shenny Stonel ¿quieres casarte conmigo?
Zoey pego un gritito– Oh my gosh!
La mire expectante…

No había escuchado bien, no lo había echo… ¿Me estaban pidiendo matrimonio? ¿Heath me estaba pidiendo matrimonio?
Lo mire.
Si, lo estaba haciendo.
Sin pensarlo dos veces me lance sobre él y comencé a darle besos por toda la cara y en la boca. No podía darle los suficientes besos.
–Cielo… dime, ¿eso es un si?
Lo bese en la boca adorando sus labios y su lengua, acaricie su cabello con mis manos mientras con mi lengua adore a la suya…
Heath me separo jadeando– Te das cuenta de donde estas ¿cierto?
Lo mire desorientada– ¿Dónde?
Heath movió su cuerpo y… yo estaba debajo– Estas a punto de que te tome en el piso cielo, me mata como me besas y sabes como adoro tu lengua, como me provoca.
Gemí cuando sus caderas se hondearon– Heath.
–¿Me vas a dar una respuesta?
Enrede mis piernas en sus caderas– Crees que me abalance sobre ti porque me dio un ataque, mi amor creo que estas un poco desorientado.
Sus manos recorrieron mis piernas– Un hombre puede soñar.
Me recupere de mi ataque de emoción– ¿Estás seguro de lo que me estas pidiendo? Aun soy demasiado joven.
Heath enredo sus manos en mi cabello– Yo también lo soy, ¿me acompañas en mi locura?
Mis manos se posaron en sus hombros– Tu sabes que te seguiría a donde vayas.
Heath me sonrió de una manera tan especial– Que te parece si nos tomamos un tiempo, podemos darnos un tiempo para que termines el instituto. –Me beso en los labios suavemente– Ahora puedo mantenerte, y tenemos una casa.
El peso que sentí en mis hombros fue enorme… había aceptado casarme…
–Una casa… de nosotros dos. –Dije alucinada– Eso no es fácil.
Heath percibió mi cambio– Por eso nos daremos un tiempo, pero por ahora.
Heath se separo de mí y luego me ayudo a levantarme del suelo. Una vez en pie Heath tomo mi mano y me tendió una cajita.
La abrí y… me quede impactada. Era una alianza de plata.
–¿Me aceptas como tu esposo Zoey? –La voz tan segura de Heath me infundo algo de fuerza.
–Si, te acepto y lo haré siempre. ¿Me aceptas como tu esposa? ¿Aunque sea algo celosa, y algo molesta cuando me pongo a llorar en medio de las películas?
–Si, siempre amare consolarte en las películas. –Saque la alianza y Heath me la coloco en mi dedo anular– Te haré feliz, lo prometo.
Nos besamos para sellar nuestro compromiso de amor y felicidad. Porque íbamos a ser felices.
Bajamos una hora después. A pesar del tiempo nadie se extraño de vernos bajar, tal vez se debía a que no había nadie alrededor.
–Vamos a la cocina. –Deje que Heath me guiara.
Mire la puerta que estaba cerrada, sin tocar Heath abrió la puerta nos encontramos con nuestros padres jugando cartas al lado de una cafetera llena.
–Ya era hora de que bajaran. –Papá estaba repartiendo una mano de cartas, pero se detuvo para mirar a Heath– Te lo advierto chico si las embarazas te casas.
Mamá prácticamente escupió el café, Maggie a su lado tosía, se había atragantado con el café.
El señor Jeffry me sonrió encantado– Yo estaría más que feliz de ser abuelo, sería una linda noticia para estos momentos.
Me sonroje– No estoy embarazada. –Fulminé a papá con la mirada– No lo estoy y hablo en serio.
Él se encogió de hombros– Me cercioraba nada más.
Heath respiro profundo y con un rápido movimiento me levanto la mano izquierda donde estaba el anillo de compromiso.
–Le pedí matrimonio a Zoey.
Todos se quedaron congelados.
Mire a cada uno y mi madre estaba apunto de desmayarse, lo podía decir por la forma en que miraba el suelo. Papá se movió de inmediato. Maggie por otro lado nos apuntaba a los dos mientras el señor Tanner nos sonreía encantado.
–Felicidades, aunque deben esperar un poco. –Nos dijo aun encantado, incluso se levanto y nos abrazo a ambos.
Maggie se levanto de la silla– ¿Y me juras que no estas embarazada?
Heath los miro a todos al igual que yo, solo que él tenía el ceño fruncido– Si les sirve la última vez que hicimos el amor fue hace más de un mes y no, no hay un niño en camino.
–Tú maldito mocoso…
Heath levanto una mano para acallar a papá– Déjeme decirle que amo a su hija y que por eso le pedí matrimonio, ahora puedo darle un futuro estable.
Mamá se levantó de un salto– ¡Alto ahí! –Nos miro a ambos– Nadie se va a casar hasta que Zoey no tenga una carrera y para eso debe terminar el instituto, ¿queda claro?
Heath asintió– Por supuesto señora, no pensaba hacerlo antes lo juro.
Me abrace a Heath– Este va a ser un compromiso largo, lo prometemos.
Mamá asintió más tranquila– Bien, porque si piensan casarse de inmediato están locos, me tomará un mes juntar a toda la familia y los preparativos, debo pensar en cada detalle; la iglesia, la decoración, el catering y eso solo es el comienzo. –El cambio que había pasado ni papá lo había visto venir.
–Cielo no debes animarla, ella es menor de edad.
Mamá lo desestimo– Y debemos buscar lo más importante el vestido de novia.
–Y luego el de las damas de honor. –Agregó Maggie con cara de espanto.
El señor Tanner le sonrió encantado– Si, ya debes de ir pensando en tu vestido.
–¿Qué? –Dijo Heath a mi lado.
El señor Tanner le dio un golpe en la cabeza– No pensaras que iba a vivir en pecado toda mi vida.
–Quiero ser una mujer decente. –Se rió Maggie al abrazarlo.
–¡Y yo quiero ser dama de honor! –Mi mamá saltaba al lado de papá.
Papá se veía resignado pero no molesto– Espera a que te digan cielo.
Mamá lo beso en la boca de lleno– No estés amargado aun no se va de casa.
Papá miro una foto de Becca– ¿Por qué no tenemos otro bebé? Así no me sentiría solo, necesito a alguien que me abrace, alguien que me necesite y afrontémoslo Eddy no me necesita mucho.
Mamá lo beso de nuevo– Me lo pensaré, aunque pareciera que yo no te abrazara.
Heath me abrazo con fuerza, alce la cabeza y le di un beso en la barbilla– ¿Qué piensas?
Él bajo su mirada– Ven conmigo.
Nos tomamos de las manos y salimos rápido por la puerta casi corriendo por el pasillo al jardín del fondo.
Heath me abrazó y cuando se separo de mi fue para tomarme de la cintura y levantarme del suelo.
Se estaba riendo, no sabía de qué se estaba riendo pero lo seguí.
–Te amo. –Me dijo.
–Y yo a ti mi cielo. –Abrí los brazos y nos pusimos a girar en el patio.

–¿Qué piensas de esto?
Mire a Shenny– ¿Importa?
Shenny me guiño un ojo– Yo te pregunte primero.
Me reí despacio– Si, lo hiciste.
–¿Y bueno…?
La abrace– No sé, me recuerdan a ciertas personas.
Shenny me miro– Si, y esas personas son muy felices.
La bese– Y lo seguiremos siendo por mucho más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario