martes, 27 de noviembre de 2012

Adelanto capitulo XXXII



–Primero, solucionaremos tu problema.
Me levante de golpe– Mon dieu Heath, me tomara meses antes de lograr sacarme de encima esa… esa… esa víbora.
Heath se levanto lentamente– Vamos a hablar con ese tipo, siempre puedo poner en marcha el plan B.
–¿Qué estas diciendo? ¿No hablaste con el abogado?
La cara de Heath no se veía muy expresiva– Me molesta ese tipo, tiene algo que me desagrada y yo no le agrado tampoco pero nos tratamos. En esta ocasión, cuando supo que no era nada de trabajo por lo que quería hablar con él, no me quiso atender. Lo siento.
Me sentí desfallecer– Demonios.
Heath se paso la mano por el pelo– Pero siempre puedo acudir al plan B como te dije, vamos a hacerle escucharnos.
–¿Y qué vamos a hacer?
Heath se movió hasta su escritorio y tomó el teléfono– Llamar a la caballería. ¿Amaya puede venir un momento? Bien, gracias.
–¿Viene la caballería? –Pregunte interesado.
Heath me sonrió– Ese tipo no va a resistirse, créeme cuando te lo digo.
Asentí– Más te vale que sea así, no quiero buscar por todas partes a alguien en quien confiar. A propósito, ¿por qué no puede ayudarme tu padre?
–Porque esta molesto contigo por dejar a Emily. –Lo mire sin dar crédito– Y porque no es su campo; no le agrada el drama de parejas separándose, como a mi suegro tampoco le agrada hace varios años unieron a este tipo especialista en separaciones, es un cínico pero sabe lo que hace.
–¿Cuál es el campo de tu padre?
–Le gustan más las negociaciones de empresas, asesorar a empresarios y separaciones de acciones. Lo fácil según mi suegro. A quién por cierto, le gustan los casos en que debe sacar a gente de prisión y en especial si el caso es difícil. No me veas así, no saca a cualquiera que pague sus servicios, sino por los que vale la pena.
Por las pocas veces que había visto a Edward Stonel padre, podía decir que era una persona en la que se podía confiar y que protegería a cualquiera que estuviera entre sus personas preciadas. Podía entender porque se había ido a Rumania a cuidar de su hija embarazada.
–Lo creo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario