Que venga de inmediato a la oficina, eso había dicho mi madre cuando iba a mis clases de la tarde a la universidad.
No me gustaba este
tipo de reuniones por lo general eran para llamarme la atención a mi o a Sam
por ser tan incompetentes. Pero sobre todo me molestaban más cuando había
tenido que plantar a Jane para estar presente, pero bien tal vez era algo
importante.
Salí del ascensor
después de asegurarme que la corbata estaba en su lugar y que llevaba los gemelos
puestos y el traje impecable, mi padre era un maniático con la vestimenta
cuando tenía que aparecer en la oficina, mire con nostalgia la oficina de
Carol, mi primita adorada no había aparecido hace en días por estos lugares ni
siquiera en casa y comenzaba a preocuparme.
Carol salió en ese
momento de su oficina y me dio una sonrisa ensayada, no le agradaba nada a
ella, por alguna razón la única que le agradaba era Emily al resto de la
familia nos trataba con fría cortesía.
–¿Cómo te va Carol?
Apenas y disimulo una
mueca– Bien.
Asentí y me dirigí
hacia la oficina del abuelo, por lo visto ella también iba hacia el mismo lado.
–¿Mucho trabajo?
–Si. –Respondió con
indiferencia.
–Que bien. –Dije algo
molesto.
–Oye, tú quizás puedas
decirme donde esta Emily y porqué ya no viene a trabajar. –Su voz por fin
sonaba interesada en algo.
Me detuve antes de
entrar a la oficina– Sé donde esta pero no tengo idea de porqué no esta aquí.
Ella me dio una mirada
fría– Que bien.
–Hablo en serio,
pelearon el abuelo y ella pero no tengo idea porque, solo sé que desde ese día
no la he visto. Me preocupa.
–Bien. –Me abrió la
puerta y me hizo entrar– A mi también me preocupa.
Papá y el abuelo
estaban sentados uno a cada lado del escritorio, no me gustaba nada eso.
–Buenas tardes. –Solo
el abuelo aparto la mirada de lo que estaba haciendo, papá siguió en lo suyo,
una manía algo molesta.
El abuelo me hizo una
seña y me senté en la silla a un lado de papá, quien estaba concentrado en unos
papeles que tenía en las manos y que si estuviéramos en casa se los hubiera
quitado de las manos.
–¿Qué sucede?
–Desde ahora
comenzaras a entrenarte como lo estaba haciendo Emily, tomaras tú puesto como
heredero dentro de poco. –El abuelo fue quien hablo– Carol te va a ayudar en
todo lo que necesites, solo pregunta cuando no lo sepas y comenzaras estudiando
todo lo que esta relacionado con el negocio, como se hacen los tratos y como
funciona todo, absolutamente todo.
Los mire a ambos
emocionado por la oportunidad pero luego me llego un pensamiento que no me
agrado.
–Pero Emily…
–Emily dejo tirado el
negocio de buenas a primeras, creí que sería distinta pero no lo es. –Me
interrumpió el abuelo– Fue demasiado para ella, pero tú naciste en este
ambiente por lo que es tú deber continuar. Eres el mayor de todos mis nietos,
espero entiendas.
–El que más se merece
estar a la cabeza, felicidades hijo. –Papá en verdad se veía emocionado.
Ambos se veían
emocionados y en especial se veían contentos con su decisión. Quería sentirme
igual que ellos pero no podía, el sentimiento de que estaba traicionando a
Emily no me dejaba decir las palabras que ellos querían escuchar.
Al final solo asentí.
–Bien hecho. –Me dijo
el abuelo.
–Sé que te
comprometerás con tú puesto. –Papá se levanto y me dio un toque en el hombro–
Comienzas mañana, ahora tengo una reunión. Vamos Carol.
–Si, señor.
Mire a todos y comencé
a levantarme, pero el abuelo me hizo una seña con la mano para que me quedara
en mi lugar.
–Quería hablar
contigo.
Me acomode en mi
asiento– Soy todo oídos.
–Que bien, dime donde
esta tú prima y que le pasa, dejo todo tirado desde ese día que salió de casa
sin comer nada. ¿Por qué no volvió?
Me asombraba que se
acordara de que Emily no desayuno ese día– Mira, sé que no te va a agradar,
pero lo único que sé es que esta en su departamento, no sé de qué hablaron
ustedes pero si sé que ella no se siente muy bien, Jane es quien habla con
ella. No, no ha querido hablar conmigo y el otro día Robin paso por su
departamento y no le abrió la puerta.
–¿Va a la universidad?
–Asentí, eso si lo sabía, había preguntado por ella a unos compañeros de su clase.
El abuelo se quedo pensativo antes de seguir hablando– ¿Es por ese chico? ¿Ese
francesito?
Me asombre– ¿Te contó
de Paul? –El abuelo asintió– Oh, bueno supongo que por eso no esta cómoda, el
tipo es un idiota hasta Heath lo dijo y eso que es su mejor amigo.
–¿Por qué? Ella no
hablo mal de él. –Me dijo el abuelo girándose hacia la ventana.
–Esta enamorada desde
hace años de ese tipo, acepto que no es un malo pero no tiene como prioridad a
Em. Ella deja todo por él, pero él no deja nada por ella.
–¿Puedes intentar
hablar con ella?
–Descuida, le dijo a
Jane que puede ir esta noche, me colaré. Yo también estoy preocupado por como
esta actuando, no es normal que no deje entrar a Robin y que apenas quiera ver
a Jane.
–Gracias Zackary. –Se
veía mucho más tranquilo que antes, me alegraba poder hacerlo sentir mejor pero
no podía evitar que hablara mi consciencia.
–¿Quieres que le diga
a Emily que le quitaste su puesto? Digo, ya que estoy allí perfectamente le
puedo decir que ahora su puesto es mío.
El abuelo hizo una
mueca– Preferiría que no le dijeras nada de esto, cuando ella quiera hablar
conmigo le diré todo.
–¿Por qué? Porque esperar.
–me resentí un poco en nombre de Emily– Ya que estamos hablando del tema, no es
justo que la trates de esta forma, ¿qué piensas hacer en verdad?
–Estaba pensando que
tal vez es mejor que vuelva a casa con Edward, fue un completo error traerla,
ella va a estar mejor en casa de sus padres.
Lo mire incrédulo– ¿Sabes
que representaría eso si estuviera en su lugar?
El abuelo se irguió en
su asiento– Qué Zackary.
–Para mi significaría
que he perdido casi tres años de mi vida en algo que no se va a cumplir. En especial
porque tuve que dejar de lado mi carrera por ese algo que al final no iba a ser
mío. –Le dije con algo de rabia en la voz– Si fuera Emily, me iría y me
olvidaría de esta familia. Yo no la culparía, no importa lo que ella haya echo
porque sé que tiene un motivo, ella no es del tipo de personas irresponsables
que crees, sé que hay algo que no sabemos.
El abuelo se quedo
callado y me despidió con un movimiento de cabeza, se dio la vuelta y eso acabo
la discusión.
Salí de la oficina con
la mente nublada por el sentimiento de traición que no se iba.
Espere a que la puerta
se cerrara y marqué el número de Edward. Contesto después de tres llamadas,
maldije el reconocimiento de llamadas era un invento bastante molesto.
–¿Qué quieres viejo?
–Mocoso malcriado ya
estás de mal humor, ¿por qué? ¿Qué pasa esta vez? –Le pregunte, era normal que
se molestara por mis llamadas pero siempre era después de pasados cinco minutos
de hablar.
–Es algo del trabajo,
no importa. ¿Qué pasa? ¿Le sucede algo a Emily?
Con el lápiz en mano
comencé a rayar las hojas en blanco que tenía en frente, un pequeño tic.
–Es más o menos, ¿quién
es Paul?
Una puerta se cerró al
otro lado de la línea– ¿Volvió? Si trata de acercarse a mi bebé de nuevo lo
mato, ¿está ahí?
Esto comenzaba a
molestarme– No, pero quiero saber el nombre completo del chico, mejor si puedo
saber todo de él.
–Pon el nombre de Paul
LaCourt en Google, te aseguro que lo vas a encontrar, has clic si te sale un
link hacia familia de políticos. Ahora dime que pasa. –Mi pobre chico estaba
ansioso– ¿Emily esta bien?
Escribí todo en la
hoja que estaba rayando– Emily estuvo en París, ¿qué me dices a eso?
Al anochecer, Jane
estaba en la entrada del edificio de Emily esperándome a petición mía después
de haber salido de la oficina del abuelo. Me acerque y le di un beso en la boca
de inmediato, era la mejor forma de decirle hola.
Jane se separo con
reticencia de mí, eso me gustaba– ¿Qué pasa?
–Soy el heredero
principal de los Stonel, ¿qué tal? –Le dije con falsa alegría, Jane se dio
cuenta de inmediato de ello, por su mueca.
–Pero tú abuelo le
había prometido a Emily, bueno, ella debía hacerse cargo de su herencia.
–Sé lo que el abuelo
le había prometido, y me siento mal por ello.
Jane me dio un abrazo–
Vamos arriba y veamos a Emily, y Zackary tú no tienes la culpa por las
decisiones de tu abuelo.
–Lo sé Jane, vamos
arriba y veamos a nuestra primita adorada.
Subimos hasta el piso
doce donde Emily tenía su casa, no se veía mucha gente en el lugar pero suponía
que no era de esa forma todos los días, aunque nunca había vivido en otro lugar
que no fuera la casa Stonel.
–Parece algo solitario
este lugar. –Jane se pegó más a mí.
–Tétrico.
Llegamos al lugar y Jane
sacó una llave de su bolso, últimamente se vestía con faldas y zapatos de tacón
alto. Se veía mucho más hermosa mostrando esas piernas largas, estaba con la
mirada prendida en esas piernas cuando su mano comenzó a estirar la falda.
Le di una sonrisa de
medio lado– Tu sabes que me encantan tus piernas además de tus pechos hermosos.
–Logré que ese sonrojo adorable cubriera su rostro– Pero una pregunta, ¿por qué
tienes una llave?
–Se la robe a Emily
cuando compró el lugar, me dijo que viniera pero ya una vez me lo dijo y se
arrepintió. Me asegure esta vez.
Le di un beso en la
boca– Eres grandiosa.
–Única, lo sé.
Me sentía como un
intruso cuando Jane abrió la puerta, y más al ver que las luces estaban
apagadas y no se veía nadie, en cambio mi novia se veía de lo más cómoda. Le
sonreí, ella era adorable.
–Salió. –Dije algo
desilusionado de no verla, se había vuelto como mi hermana pequeña en estos
años.
–Si, eso veo. Voy al
baño. –Encendió la luz y siguió por un pasillo.
Mire por todos lados,
el sitio era pequeño. Abrías la puerta y te encontrabas con la sala de estar y
en una esquina estaba la cocina, por el pasillo que había seguido Jane estaba
un cuarto de baño y la habitación de Emily. Era sofocante.
–¡Zack!!
Me asuste por el grito
pero aun así salí corriendo al baño. Emily estaba tirada en el suelo y se veía
anormalmente pálida.
–No responde.
El miedo me recorrió–
¿Tiene algún golpe en la cabeza?
Jane la reviso con
cuidado– No veo nada, ni un golpe, creo que esta desmayada.
Emily me preocupaba
así que la tome en brazos– Abre la puerta Jane, vamos al hospital.
Jane asintió y salió
disparada, corrí detrás de ella con Emily en brazos. Apenas y pudimos soportar
el viaje al hospital. Con Emily desmayada en el asiento trasero y Jane mirándome
cada pocos minutos, nunca sabré como logré llegar al hospital sin saltarme una
luz roja.
En la sala de espera no
podía calmarme, Jane estaba saltando de los nervios.
–Tranquila cielo, solo
la van a revisar y ver qué sucede. –La rodee con los brazos apretándola firmemente
contra mí.
Jane estaba sollozando–
¿Qué hubiera pasado si en vez de entrar nos hubiéramos ido? Pobre Emily…
–No pienses en nada, ahora
esta con gente que sabe que hacer en estos casos.
Mire mi teléfono no
estaba seguro si llamar sería una buena idea así que volví a guardar el móvil
en mi bolsillo.
Una joven se nos
acercó algo insegura.
–Disculpen, ¿son
familia de Emily Stonel?
–Si, somos sus primos.
–Levante a Jane– ¿Cómo esta?
–Esta despierta, algo
confundida pero quiere verlos. Síganme.
Juntos de la mano
caminamos detrás de ella.
Emily estaba sentada
en una camilla y parecía más que confundida.
–¿No esta drogada
cierto? –Le pregunte a la enfermera que ya estaba negando.
–Idiota. –Dijo Emily
con mucho esfuerzo.
No sabía porqué pero
esa simple palabra me hizo sentir mucho mejor.
–Le hicimos una prueba
rápida y dice que ni siquiera ha probado una vitamina, lo que esta mal, debería
tomarlas porque se ve francamente mal. –Agregó la enfermera.
Emily me miro– Lo
siento, aun estoy algo confusa todo me da vueltas.
Me senté a su lado– ¿Qué
sucedió?
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