jueves, 28 de abril de 2011
Werewolf; Capitulo III “No hay crimen perfecto o… ¿Si?”
8:47
~ Castillo Difontiel ~
Bien era hora de afrontar la realidad, Ben había muerto, su asesino andaba suelto por Sibiu, por lo que debía investigar. Tomé mi móvil.
– Joven Jeremy, no comenzará con sus llamadas ha esta hora ¿cierto? – Dijo Nana algo preocupada, ella más que nadie me conocía, cuando comenzaba con mis llamadas ni si quiera desayunaba.
– Calma, solo quiero preguntarle algo a Fred.
– Joven primero coma algo ¿si? – Coloco el tazón de cereales en frente de mí y se fue a preparar lo que seria el almuerzo. Así que guarde mi móvil.
– Buenos días – Dijo mamá apareciendo de la puerta que daba a los jardines posteriores.
– Buenos días – dijimos nana y yo. Se me acerco y poso un beso en mi mejilla.
– ¿Descansaste Jay? – Se encamino hacia el refrigerador y se sirvió su desayuno de siempre. Frutas. Luego volvió a la mesa sentándose en frente de mí. – No me has respondido. – Tomo una manzana en sus manos y comenzó a rebanarla con el cuchillo.
– Si, descanse algo, solo con alguno que otro sueño confuso.
– El recuerdo de esa noche ¿no? – Tomo esta vez una fresa y la partió dándole forma para luego dejarla en el plato con las rebanadas de manzana.
– Hmph… Si. Mamá por qué nadie me cuenta sobre lo que paso aquella noche – Dije insinuando el por qué ella no me cuenta nada.
– Jay si tu mente lo bloqueo es por algo y yo no seré quien abra una puerta que ha estado cerrada con llave durante años. – Dicho esto termino la figura de un girasol que formaban las rebanadas de manzana y fresa, las baño en crema y comenzó a comérselas.
Terminado el desayuno mamá desapareció y yo me dirigí a la oficina. Volví a sacar mi móvil antes de entrar y marqué el número de Fred. Espere bastante rato hasta que…
~ Deja tu mensaje después del tono y no molestes bye… ¡Biip! ~
– Claro bastardo tu me llamas y yo tengo que ir, pero cuando te necesito ni si quiera tienes encendido el móvil – De repente se me ocurrió algo y volví a marcar. Esta vez el teléfono timbraba.
– Aló – dijo una voz adormilada.
– Hola Richard ¿podrías ir a despertar a tu hermano por favor? – Dije lo más amablemente posible.
– ¡Ah Jeremy! claro espera – Oí como se levantaba y salía corriendo de la habitación, un rato después escuche algo que sonaba a “Que quieres enano creo que dije claramente ayer que no quería que nadie me moleste hoy, así que largo” Conociendo a Fred debía haber escuchado bien porque escuche una replica bastante interesante de Richard.
– Oh mierda te estas vengando ¿cierto?—Dijo un aun no despierto Fred – habla ¿quieres?, no he dormido nada, he estado haciendo guardia en la zona Este.
– Bien. Necesito saber quien encontró a los heridos, a donde, en la posición y estado en que estaban, sin contar con la hora de defunción de Ben.
– Te lo envió por fax, lo tengo anotado, supuse que hoy tus neuronas funcionarían, así que luego te envió la información bye, y no molestes a mi hermano – Luego cortó. 10 minutos después la información llego a la oficina y partí rumbo al hospital.
Como nunca mi día transcurrió lentamente, después de volver del hospital y de mi corto viaje a la morgue que es el lugar en que tendrían a Ben hasta que terminaran de analizarlo. Solo un par de veces había sido molestado por los sirvientes de la casa con algunas preguntas sobre lo ocurrido ayer. No los culpaba, había varios que estaban algo nerviosos por lo ocurrido, el no tener ninguna pista nos desconcertaba a todos, en especial al grupo de Ben, ellos momentáneamente se quedarían sin un líder fijo, ya que Fred era su líder temporal. Aun así quisieron seguir patrullando y haciendo lo que pudieran en su forma humana.
Por su parte el Jefe Grey estaba buscando huellas o algún rastro que darnos, ya había ordenado hacer un análisis del lugar, los resultados me los daría esta noche o mañana a más tardar. Los esperaba con ansias, de seguro debía haber alguna huella.
Y yo, por mi parte solo estaba esperando…
– Toc toc te molesto? – Dijo mamá mostrándose en el umbral de mi habitación.
– No, para nada – Dije – ¿Qué deseas que haga por ti?
– Bueno – Dijo haciendo un puchero – solo quería saber como estabas, me he dado cuenta que has estado todo el día de acá para allá.
– Gajes del oficio – Dije sonriéndole.
– Solo cuídate, los policías se irán dentro de una hora, Henry a dado la orden que a las 8 de la noche pueden retirarse a sus casas… no habrá guardias hoy.
– Mamá como sabes qu…
– Una madre siempre sabe lo que sus hijos hacen, solo cuídate. – Dijo despidiéndose con una mano mientras salía de mi habitación.
– Okay – Dije, algún día me diría como lo hace. Mire la hora en mi móvil, eran las 7:02 minutos. Una hora y tendría el lugar para mi.
>>7:17 PM <<
~ En una casa alejada del Castillo Difontiel ~
– Esto no puede ser – Decía un hombre de mediana edad o eso aparentaba, cabello de color marrón y ojos a la par, que daba vueltas por toda la casa buscando un papel o eso parecía.
– Pa – Dije, pero seguía dando vueltas. – Pa -- Volví a intentar.
– Aquí esta – Dijo levantándose del suelo, al parecer su famoso papel se le había caído bajo el sillón. ¿Cómo? Ni yo tengo una respuesta y eso que soy la persona que más lo conoce. – Uf… -- Dio un gran suspiro y pude ver la preocupación en él… esto no era bueno, habían pocas cosas que molestaban al jefe de policía Henry Grey, y una era un caso sin resolver.
– Qué ocurre papá – Lo mire expectante.
– Hmph…-- Fue todo lo que dijo sin levantar la mirada del papel.
– Oye ¿qué pasa? – Puse mis manos en mis caderas, en señal que debería decírmelo porque no me rendiría. Levanto su mirada con pesadez.
– Solo es algo que me pidió un amigo – Dicho esto se retiro rumbo a su cuarto.
– Solo eso – Dije antes de que saliera de la sala.
– Si, solo eso – Dijo sin mirarme, dejándome sola en la sala.
– Si claro. Y yo me lo creo ¿no? – Le dije al aire.
Luego de terminar mis tareas y ordenar la casa (solo un poco, no hago milagros), me dirigía al cuarto de papá, este estaba durmiendo placidamente y a su costado se encontraba el famoso papel que no significaba nada. Bufe. Me acerque y cubrí a mi viejo padre con una manta, luego tome el papel con la intención de dejarlo sobre su mesa de noche, pero mi tentación fue mayor y lo leí. Decía:
~ Investigación de la reserva Alpes Transilvanos ~ seguí leyendo hasta que me tope con un nombre familiar a pesar de que personalmente no conocía al dueño de éste.
– Jeremy Wolf, ese chico es el… Woo – Volví a leer el papel y lo deje sobre la mesa donde estaban los demás, comencé a ojearlos, ahí me entere de que había una investigación en la reserva sobre un asesinato y que por lo visto no había pistas. Esto era interesante. Salí de la habitación sin hacer ruido.
– Un caso difícil en que hombres lobo están involucrados – Mire la hora, eran las 7:34 minutos y mi sentido común estaba apagado, mi lado detectivesco estaba encendido, hoy encontraría algo puesto que corría con suerte ya que hoy mi padre les había dicho a los demás que no había necesidad de dejar guardias, así que el turno acabaría a las 8 de la noche. Me dirigí a mi habitación por ropa adecuada y mis llaves. Y salí de la casa rumbo a la reserva, no me tomaría más de 40 minutos el llegar ahí.
Llevaba ya unos 30 minutos cuando sentí los autos de la policía pasar a mi lado, venían de la reserva, todo mi cuerpo se tenso, camine con confianza y escondiéndome bajo la capucha de mi campera ya que así no me reconocerían, eso seria algo difícil ya que he crecido en el departamento de policía, pero no imposible, ya que siguieron su rumbo. Mi cuerpo se aliviano y seguí mi camino con confianza.
Otros 10 minutos y me encontraba ya en el lugar de los hechos, me acerque a la caseta, saqué mi pequeña linterna y comencé a inspeccionar cada centímetro de la pequeña casita que servía de oficina para el guardaparque de turno, comencé por la habitación en la que se encontró el cadáver y después proseguí con las demás que eran un pequeño cuarto de baño y un cuartito donde se encontraba una litera. No encontré nada así que seguí afuera, aunque cuando iba saliendo, tuve un pequeño acto de torpeza (pise mis cordones) así que caí de bruces al piso. Pero cuando afirme mi mano derecha en el suelo para levantarme, sentí que algo me pincho la palma de la mano, apunte el objeto que me había pinchado con la linterna y pude ver que era un arete, saque del bolsillo del pantalón una pequeña bolsita y con cuidado de no ensuciarlo lo guarde. Acto seguido me levante y seguí mi camino hacia el bosque, tenía un buen presentimiento. No tuve que caminar 3 minutos cuando choque con alguien, que me dirigió una gélida mirada y me tomo con fuerza de la muñeca izquierda.
– ¡Suéltame!!! – Chille, pero lo único que provoque fue que me tapara la boca con una mano… estaba en graves problemas.
>>8:06 PM<<
Reserva “Alpes Transilvanos” Sibiu
Bien, las patrullas ya se habían ido por lo que me aventure a revisar los alrededores, los heridos habían sido encontrados afuera de la caseta pero allí tampoco había marcas de alguna pelea por lo que decidí buscar en los alrededores.
Llevaba bastante tiempo, en eso sentí algunos ruidos, pero los atribuí a que Fred o los otros estaban revisando el perímetro, así que seguí en mi investigación hasta que al final cerca de 200 metros más al fondo del lugar de los hechos encontré marcas de una pelea, procuré memorizar bien el lugar para avisarles al resto, ya que como buen genio se me había olvidado el comunicador y mi móvil estaba prácticamente muerto a falta de señal. Pero de repente vi a alguien al otro lado de donde yo estaba ubicado. Una ráfaga de aroma llego y pude saber que no era ninguno de mis lobos así que me lance sobre él, cuando me acerque este desapareció pero no lo suficientemente rápido ya que logre asestarle un golpe, pero cuando quise volver a golpearlo un grito reclamo mi atención.
– ¡Suéltame! – Era la voz de una mujer, pero ¿qué hacia una mujer aquí y a estas horas? Había decidido no hacerle caso por si era una trampa. Pero mi sentido común hablo y partí en su busca, de todas formas ya tenía el olor del maldito y podría encontrarlo cuando quisiera. O por lo menos eso quería creer.
Cuando me acerque lo suficiente al lugar de donde creía haber escuchado la voz de una mujer. Pude ver a Fred, que estaba de espaldas a mí.
– ¿Fred sentiste ese grito? – Le pregunte, este se giro y me mostró a una chica que en estatura no alcanzaba a llegar a sus hombros, aparentaba unos 16 años a lo mucho, su cabello rizado, de un color castaño claro, unos ojos de un ámbar oscuro, que me observaban alerta. No sé en que pensaba cuando acerqué mi mano hasta su rostro, creo que nada, solo me dí cuenta cuando ella me miraba confusa, así que la retiré – Suéltala, no es muy educado que la tengas sujeta así – Este la soltó sin cuidado, la chica se tambaleo un poco, pero no callo, aun así me dieron ganas de darle un golpe a Fred por su torpeza.
– Eres un bruto, ¿qué tu mamá no te enseño modales tarado? – Dijo la chica enojada.
– Pues fíjate que tu mamá no te enseño a que no debías rondar los bosques de noche, te puedes cruzar con un lobo malo – Dijo Fred con burla. Yo le di una mirada afilada.
– ¿Fred ya déjala quieres? Linda sabes es peligroso que andes por aquí, así que es mejor que te vayas – Le dije posando de nuevo mi mano en su cara – Es mejor así créeme. – Ella me miró confundida de nuevo.
– Jay hay que llamar a su casa para que la vengan a buscar y no vuelva a hacer estas tonterías – Dijo Fred cabreado.
– Oye porque no mejor me voy, okay esta decidido me voy adiós – Dijo la chica ya empezando a caminar. Pero Fred la detuvo.
– Oh no te la vas a librar, así que dame tu identificación AHORA – Dijo Fred extendiendo su mano. La chica lo miró un rato pero asintió. Saco de su campera una billetera que Fred le quito.
– Bien, señorita Megan Grey, por hoy se acabaron las…– No alcanzó a terminar ya que lo interrumpí.
– ¡Megan Grey!!! – Fred me dirigió una mirada de WTF? – Idiota es la hija del Jefe Grey.
– Ya veo porque es así la mocosa – Dijo y comenzó a caminar – Te la dejo anda un intruso cerca, y quiero atraparlo – Me lanzó la billetera.
Aunque me molesto como la llamo, lo del intruso era cierto, y quería sacarla por lo mismo de este lugar, lo más rápido posible, no estaba seguro de poder pelear bien con ella a mi lado. Le indique la dirección y este desapareció, cosa que para la señorita Grey no paso inadvertida.
– ¿Tu eres Jeremy Wolf? – Yo asentí no viendo a donde quería llegar – Entonces por eso tu amigo desapareció, son hombres lobo – acusándome con su dedo.
– Creo que te llevare a casa ahora Megan – La tome de la mano y comencé a caminar lo más normal o humano posible.
La guíe fuera del bosque, hasta el pequeño sendero que llevaba a la salida de la reserva. No sin antes verificar cada cierto tiempo los alrededores, no quería sorpresas. No hablamos nada en el camino, así que me límite a disfrutar del contacto de su piel, que me brindaba su mano.
– Y bueno… naciste así – dijo algo indecisa. Ya saliendo de la reserva.
– Te refieres a ser hombre lobo, pues si – Dije con indiferencia.
– Ya veo – Dijo no tan satisfecha, de seguro esperaba una respuesta mas completa, pero no sabía que decirle.
– Oye ¿cuánto demoraste en llegar a la reserva?
– Bueno, 40 minutos por… – No alcanzó a terminar ya que la tire, dejándola acomodada en mi espalda.
– Sujétate bien porque voy a correr – ella se apretó más contra mi, sin ni siquiera reprocharme, y comencé a correr.
Pare al avistar la casa del Jefe Grey, había estado ya una vez en su casa, en que justamente Megan había tenido que hacer un trabajo en equipo con una amiga y esta la invitó a quedarse a dormir, había escuchado más de una vez que el Jefe Grey era algo celoso con su hija, no lo creí mucho hasta esa vez. Por lo mismo pare antes de llegar a su casa, si el Jefe me veía así con su hija… quien podía saber si manejaba balas de plata en esa pistola que siempre cargaba...
Preferí dejar de pensar tonterías y bajarla de mi espalda, había estado muy callada desde que pare. La baje con cuidado de mi espalda, cuando topo el suelo se tambaleo un poco así que pase mi brazo por su espalda, dejando mi mano en su cintura dándole un apoyo, lo menos que quería era que se estrellara contra el pavimento. Cuando mire su rostro note un leve rubor en sus mejillas.
– ¿Qué sucede? – Le pregunte algo preocupado.
– Na nada, solo estoy mareada… corres algo rápido – Ahora que lo pensaba, había demorado… mire mi móvil (el cual por fin tenía señal), 7 minutos en llegar a su casa. Aún así no me desvié del tema.
– ¿Estás segura? – Dije no muy convencido por su respuesta.
– Si – Dijo rápidamente.
Caminamos lentamente hacia su casa. De repente me di cuenta que me miraba de reojo, he hice algo que en mis 18 años de vida no he hecho, a excepción de con mamá. Me ruborice. Sentí una leve risita y eso solo lo empeoro. Me puse aun más rojo, mientras que ella disfrutaba del espectáculo. Pero no por mucho más ya que habíamos llegado.
>> Residencia Grey <<
Había despertado algo desorientado, cuando me había dormido estaba el cuarto un poco más iluminado, además de eso una manta me cubría de los pies hasta el cuello.
– Hay hija mía – Me senté en la cama para despertar un poco más, después iría a ver en que estaba mi Megan.
Algo llamo mi atención, cuando me dormí había estado leyendo la información que habíamos recabado de la investigación, no había nada pero aun así no me rendiría, tal vez no tendría los agudos sentidos de los Hombres Lobo, pero soy de los que cree que el cerebro es lo más importante. Aun así no podía darle esa información a Jay, él había puesto su confianza en mí en el momento en que me llamo…
Flash Back
Tenía mi móvil en mis manos en el momento que sonó:
– Aló Jefe Grey, soy Jeremy Wolf – Esto era malo, el chico tenia la voz inexpresiva, si conoces a Jeremy, y me jacto de ello, sabes que eso no esta bien.
– ¿Necesitas algo? – Pregunte de inmediato.
– Si – Oh Oh, él nunca habla en monosílabos.
– Tiene que ver con el accidente de hace media hora – Dije adivinando, ya que todo esto era raro.
– Si le soy sincero. Si – Lo sabía.
– Bien dime donde estas – Esto tenía mi atención.
– Okay estoy en la caseta del guardaparque al Este de la reserva, lo veré en unos momentos.
– Es muy grave ¿cierto? – Si me necesitaba, eso ya era un si.
– Si
– Okay bye
– Adiós – Corte. Me levante de mi escritorio, me disponía a salir cuando entro mi secretaria.
– Señor lo llaman del Instituto de su hija, al parecer tiene que… ir – Dijo titubeando, ella sabía que me irritaban esas cosas.
– Ya me imagino que será, pero tengo algo urgente que hacer, así que ve tu – Dije saliendo a toda prisa.
Fin Flash Back
Desde ese momento no he dormido bien, no es que con los demás casos de asesinato que ha habido en esta ciudad, haya dormido bien, solo es que este es el primero en que no tengo ningún indicio de nada, podría ser que esta vez le fallaría a Jay…
Me levante con desgana, pero debía ver en que estaba mi hija. De seguro planeando alguna travesura con sus amigas. La cuenta del teléfono siempre es abultada, y siempre los mismos números, el de Carmen, Iss y esta niña… era algo como Ka… Kahru… no se cuanto, todas muy simpáticas pero algo fanáticas del teléfono. Fui a su habitación, en la cual no la encontré, busque en el resto de la casa pero fue el mismo resultado. Una idea me rondo, fui al recibidor y como esperaba su campera negra no estaba.
Estaba por salir a buscarla cuando unas voces llamaron mi atención, venían de la cocina, me dirigí ahí y pude ver que era Megan con… ¿Jay? Pero que hacía él aquí. No me tomen a mal, en verdad que no me molesta que el chico se vuelva peludo unas cuantas noches al mes, es solo que me molesta el que le este coqueteando en frente de mí. Así que salí por la puerta de la cocina.
>> Jeremy <<
– Gracias por traerme y salvarme de tu amigo – Dijo Megan, rodando los ojos.
– No es nada, solo dime por qué estabas ahí – Dije algo curioso. Fijando mi mirada a la suya.
– Yo… – Esquivo mi mirada – mmm… estaba…– Se quedo un rato pensando y de repente abrió su campera y saco una bolsita con algo dentro, la miro y me la tendió – Yo me encontré esto – Lo miré, era un arete que me parecía familiar… no quería comprometerla en algo, por lo que decidí no decirle sobre que me parecía familiar.
– Me lo llevo – La mirada que me dirigió me dijo que ella no estaba de acuerdo – Ay Megan – Suspire – Así es mejor – Dije tomando su rostro en mis manos y acortando la distancia que nos separaba. Su rostro se ruborizo y de repente sus labios estaban tan cerca…
– ¡Megan! – Pegamos un salto y nos apartamos lo suficiente – ¿Qué esta pasando aquí? – El Jefe Grey nos miraba expectante.
– Na nada, que te hace creer que aquí pasa algo – Dijo Megan nerviosa. Yo no tenía idea que decir, me sentía raro ya que nunca en mi vida se me ha pasado por alto la gente que se encuentra a mí alrededor.
– Ja, y que me dices el que Jeremy estuviera a punto de besarte – Definitivamente hoy era el día de avergüenza a Jay, porque de seguro estaba algo más que rojo con ese comentario.
– OH… es que él se estaba despidiendo de mí – Me sorprendía la rapidez con la que mentía. Pero ya no me podía quedar aquí, o tendría problemas.
– Bueno ya me voy, tengo cosas que hacer – Dije rápidamente – Un gusto verlo Jefe Grey, adiós Megan. – Y me fui sin esperar respuesta.
>> Megan <<
Me quede en las nubes con lo sucedido. Es que él había… había… ¡había intentado besarme!!! No pude evitar saltar en mis adentros de la emoción. Hasta que el humor de alguien me sacó de mi burbuja.
– ¡¿Qué había intentado qué?! – Dijo papá echando chispas por los ojos, estaba furioso. Aunque eso era quedarse corto.
– ¿Lo dije en voz alta? – Él me siguió mirando feo – ¡Ups!
>> Jeremy <<
Mientras caminaba a casa iba analizando mi día, no entendía cómo había acabado de esta forma, ni porque me sentía así… desilusionado por no haber besado a Megan, nunca me he animado a mirar a las chicas pero… mejor no pensar más en ello. De todos modos algo bueno había salido de todo esto, había una pista o por lo menos tenía mi fe puesta en ello.
Mañana le daría el pendiente a Fred para que lo investigara, y sabríamos a quien pertenece.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario