Después de bastantes gritos papá se tranquilizó lo bastante como para recordar llevar de vuelta a casa a Kate y también como para recibir a los hermanos de mamá que venían a despedirse junto a sus familias. Betsy también vino a despedirse junto a Vincent, todos quedamos en paz. Marcus estaba feliz de que iba a ver a Emily de nuevo; papá y mamá se sonrieron mutuamente pero Emily estaba algo avergonzada por esa atención.
–¿Crees que
es tímida con ese tipo por algo en especial? –Pregunto Heath a mi lado.
Le sonreí
sin que nadie se diera cuenta. Estábamos apartados de todos los demás que estaban
aun en la sala. El abuelo aun no se había ido y para remate había llegado el
abuelo Jason con mis abuelas Mila y Jess.
Mamá se
movía por toda la sala con algunos aperitivos y café.
–Sabes,
cuando vi a tu abuela Mila me di cuenta de donde viene tu parecido, la verdad
es que no te pareces a tu madre sino a tu abuela. –Lo estaba diciendo como si
fuera un gran descubrimiento.
–Ahora que
lo dices es verdad. –Pegamos un salto al escuchar a Emily.
–Creo que tu
has heredado el don de papá. –Em se encogió de hombros– ¿Cuándo te vas? –Le
pregunte algo entristecida.
Emily se
encogió de hombros, pero sonreía cuando me respondió– Pronto, debo arreglar
unas cuantas cosas en la universidad y luego me iré. Aunque no creo que sea muy
pronto, probablemente termine este semestre aquí.
Heath
asintió– Supongo que sería lo mejor ¿no?
–Te echaré
de menos cuando te vayas. –En verdad la iba a echar de menos; nuestra relación
había cambiado desde hace algún tiempo, nos llevábamos mucho mejor que antes de
conocer a Heath.
Emily me dio
un breve abrazo– No te preocupes, siempre me podrás ir a ver o yo vendré a tu
cumpleaños y al de Eddy. Así que, siempre me volverás a ver.
–Eso creo.
–Dije algo dudosa, pero Heath me dio ánimos colocando su mano entre la mía.
–A
propósito, ¿dónde vive su abuelo? –Pregunto Heath.
Ambas lo
miramos pero quien respondió fue el mismo abuelo Fred– En Rumania, Jason y yo
somos vecinos… oh, tampoco sabías de donde era Jason.
Heath nos
miraba asombrado a todos.
–¿Ustedes
son rumanos? –Le asentí algo avergonzada por no decirle aun ese detalle– ¿Cómo
diablos llegaron aquí?
Lo jale de
la mano hasta donde estaban los demás. Papá se veía algo nervioso con el abuelo
a su lado.
–Solo te
digo que será genial tener a mi nietecita cerca de casa. –La abuela Mila miraba
a ambos con cara de cansancio.
–Déjalo en
paz Jason. Es su hija y es obvio que él no quiera dejarla ir así de fácil, tú
no se lo pusiste fácil a Shenny.
El abuelo
Jason bufó– ¿Por qué tenía que hacerlo? Es mi única hija.
Me aclaré la
garganta– Papá, Heath quería saber algo.
Papá puso su
atención de inmediato en nosotros y esperó mirando a Heath.
Heath me
miro con reproche pero preguntó– Quería saber; ¿cómo es que llegaron desde
Rumania aquí?
Papá le
sonrió– Yo tenía un amigo en el instituto y él me dijo que podía encontrar una
beca de estudios para mí. Tome a Shenny y me la traje conmigo, para ese
entonces ya teníamos a Emily con nosotros. –Papá le sonrió a mamá encantado, de
seguro tenía bonitos recuerdos.
Aunque…– ¿Ya
había nacido Emily? –Dije atónita.
Mamá se
sonrojo– Bueno… yo me quede embarazada a los dieciséis.
Los apunte a
ambos con mi dedito– Eran unos…
Emily los
miraba sorprendida– Nunca me había puesto a meditar sobre eso, o sea que nací
producto de unos adolescentes inconscientes.
Papá le frunció
el ceño– No creo haber sido tan inconsciente, solo estábamos enamorados y no
quisimos esperar más.
El abuelo
Jason golpeo el brazo de papá causando que éste encogiese el brazo– Eras un
idiota inconsciente que arrastró a mi pequeña.
–Ella vivía
abrazando a mi hijo, admitámoslo; cuando eran pequeños Edward siempre corría de
un lado a otro evitando a Shenny.
El abuelo
Jason sonrió– Si, recuerdo como Shenny corría detrás de él, le gustaba
abrazarlo y besarlo. –Lo último lo dijo hacia nosotros– Pero eso cambio a los
quince años, cuando Shenny dejo de acosarlo, creo que de ahí en adelante fue él
quien la persiguió.
–Yo no
perseguí a nadie. –Dijo papá pero nadie le hizo caso.
Mamá se
sentó a su lado– Yo recuerdo que…
Papá hizo
que ella bajara la cabeza y la beso de lleno en la boca, mamá de inmediato
aprovecho el momento.
–¡Puaj!
–Dijo Emily.
El abuelo
Jason se rió junto con el abuelo Fred– Nosotros nos acostumbramos mucho más
rápido que ustedes que viven con ellos.
El abuelo
Fred abrazo a Emily y a mí– Mis niñas, es mejor que me vaya al hotel, ¿Jess
estás lista?
La abuela
Jess estaba radiante– Lista como siempre mi amor. Pero antes de irme quiero ver
como esta nuestro pequeñín, ¿dónde se fue?
–Iré a
buscarlo. –Me separe del abuelo pero la abuela me hizo una seña.
–Iré yo
misma. No te vayas sin mi Fred.
El abuelo se
separó de nosotras para darle un beso en la boca a la abuela– Nunca me iría sin
ti cariño.
La abuela se
fue, y Heath me tiró de la parte de atrás del vestido.
–Tu familia
es muy expresiva.
Asentí encantada–
Sip, y muy cariñosa cuando quieren.
–U odiosa
cuando no te quieren en ella muchacho. –El abuelo Jason estaba relajado en el
sofá con la abuela Mila a su lado.
–Yo opinó
que la familia es cariñosa… –Su teléfono sonó haciéndonos callar a todos. La
abuela respondió y miro al abuelo– Ya vamos, espérennos estamos aun aquí con
Edward y Shenny… si, ya. Nos vemos cielito.
El abuelo le
frunció el ceño– Deja de decirle cielito a Mark. Ya es lo suficientemente viejo
como para que le digas cielito.
La abuela le
puso mala cara– Le digo cielito si quiero, nadie me dice como tratar a mis
bebés, ahora ya es tarde y debemos irnos pero… –Nos miro a todos– Los quiero
para navidad en casa, ¿me oyen? –Asentimos– Bien. Eso también va para ti Fred,
los esperamos a ti y a Jess.
El abuelo
miro hacia otro lado– Veremos, a menos que Jason se comporte…
–¡¿Qué?!
Estas diciendo tonterías idiota, tú eres el mal criado cuando tienes más de
sesenta años.
–¡Compórtense!
–Gritó mamá– Sean maduros.
Su padre
puso una carita de pena– Él me saca de quicio.
–Tú me sacas
de quicio a mí.
–Ya volví.
–Dijo la abuela Jess que venía con Edward de la mano– ¿Estaban peleándose?
–Si.
–No.
Dijeron
ambos a la vez. Heath y yo nos reímos de eso, ganándonos unas cuantas miradas
de reproche de parte de mis abuelos.
–Lo siento.
–Dije– Pero son tan graciosos.
–No voy a
tolerar eso de Zoey, me voy. –Dijo el abuelo Fred fingiendo que estaba enojado.
–Yo tampoco
voy a tolerar eso, es como si me recordaran mis tiempos como adolescente y Mila
me maltrataba.
–Pero eras
divertidísimo. –La abuela se rió– Y siempre te ocurrían cosas, ¿lo recuerdas
Fred?
El abuelo
Fred se rió por lo bajo– Como olvidarlo, era tan descoordinado cuando hacíamos
gimnasia.
El abuelo
Jason los miro enojado– Vámonos ya.
Con eso, los
cuatro se despidieron de nosotros y se fueron. El abuelo Fred se detuvo para
conversar un rato con Emily y después se fue, no antes de darle un beso en la
frente a Ella. Era sorprendente que la tratara así ya que la última vez que
había estado de visita la había ignorado por completo. Me sentía feliz porque
eso hubiera cambiado de una vez, ahora ella se veía más feliz que antes.
Me acerque
hasta ella que estaba en la puerta aun.
–¿Qué te
dijo?
Emily se
cruzó de brazos– Que viajara cuando me sintiera lista. –Me miro seriamente– Iré
pronto.
Con eso se
dio la media vuelta y fue hasta su cuarto, supuse. Heath me jalo el cabello
desde atrás.
–Yo también
me voy. Tengo cosas que hacer en casa.
Lo mire
interrogante– ¿Qué debes hacer?
–Cosas… Ya
hable con tu padre y me dio permiso de llevarme a Edward, vamos a hacer
acampada junto a Paul. –Miro detrás de mí– Paul se va a ir pronto y además esa
era nuestra sorpresa, nunca tuvimos la oportunidad de dársela con Edward.
Medite un
segundo sobre eso y me di cuenta de inmediato de porqué Emily se había ido de
la fiesta. Ahora quería ir con ella y preguntarle como se sentía.
–Bien. –Me
comencé a morder la uña del pulgar– Quiero saber si le dijo a Emily que se va a
ir.
Heath
suspiró– Se supone que se lo diría después de la fiesta, no se lo que paso
durante esta, si ese es tu punto.
–En parte.
–Le dije vagamente.
Heath se
acercó a mí y me dio un beso en la frente y otro en la boca– Me debo ir, allá
viene mi amigo.
Mire hacia
atrás, y si, venía Edward con una mochila que obviamente llevaba varias cosas
dentro.
Me sonrió
encantado cuando llegó hasta nosotros– Vamos a acampar.
–Que
entretenido. –Le di un beso en la mejilla– Pórtate bien y no molestes a Heath y
a Paul.
–No lo haré.
–Me dijo frunciéndome el ceño– Zo tonta.
Heath le dio
un coscorrón por eso– Vamos, al auto muchachote. –Me volvió a dar otro beso en
la frente– Adiós mi amor. ¡Adiós señor y señora Stonel! –Les gritó a papá y a
mamá que estaban viendo un álbum de fotos.
Papá dejo de
hacer eso y se nos acercó– Que se duerma temprano y devuélvelo sano y a salvo,
si algo ocurre llámame a mi móvil.
Heath
asintió solemnemente– Así será.
–Que les
vaya bien, cuídense. –Me asombre porque papá pusiera su mano en el hombro de
Heath estrechándoselo– Si algo les pasa a ustedes también puedes llamarme.
Heath
asintió– Lo tendré en cuenta señor. –Heath miro el reloj– Vamos amigo, Paul no
para de enviarme mensajes.
–Adiós papá,
Zoey. –Nos dio un abrazo y corrió a despedirse de mamá.
–Adiós
señor. –Heath le tendió la mano y luego me dio una caricia en la mejilla– Adiós
mi cielo.
Hice un
puchero, yo quería un beso– Adiós.
Se fueron y
yo partí a hablar con Emily.
Subí las
escaleras corriendo y fui a tocarle la puerta de su habitación, al no
responderme entre sin más. Estaba acostada en su cama, hoy ni siquiera se había
quitado el pijama.
–¿No tienes
vergüenza? Aun sigues en pijama. –Le dije sentándome a su lado.
–Cállate
enana, estoy descansando para luego seguir con mi lista de quehacer. –Dijo
contra la almohada.
–¿Te puedo
ayudar? –Le pregunte.
Emily se
levanto quedando sentada en la cama– ¿Por qué viniste aquí?
–Quería
preguntarte sobre lo que paso en la fiesta. –Le pregunte con cuidado.
Emily me
miro durante un momento sin decirme nada, pero de pronto vio algo en el suelo y
lo recogió con la punta de los dedos y me lo paso.
–Entrégaselo
a Heath, no lo quiero ver más. –Dijo con rotundidad.
Mire el
reloj, era obvio que era de hombre y más obvio que era de Paul.
–¿Te dijo
que se iba y te enojaste?
–Me dijo que
se iba pero no con lindas palabras, me dio a entender que… –Sus ojos brillaban
cuando me miro– Que solo fui un pasatiempo… me sentí como la vez en que Mitch
terminó conmigo o peor…
La abrace–
No pensé que Paul era así.
Emily se
acomodo entre mis brazos– Yo tampoco lo creí, pero si lo piensas es obvio ¿no?
Él no iba a quedarse solo porque tuviéramos un affaire. Solo que fui muy
estúpida para darme cuenta de lo que pasaba.
Mire el
reloj que tenía en mis manos– Estas segura que quieres que yo devuelva este
reloj o lo haces tu misma.
Emily miro
el reloj y me lo quito de las manos, con cuidado abrió el cierre y lo ajusto a
su muñeca, se veía enorme en su muñeca tan fina.
Miro el
reloj– Me lo voy a quedar y va a ser un símbolo de que no puedes creer o
confiar en un hombre.
La mire con
pena– No digas eso, solo porque un hombre…
–Dos.
La mire de
reojo– Dos hombres te jugaran una mala pasada, no quiere decir que dejes de
intentar tener una relación con alguien.
Emily
continuaba mirando el reloj– No me importa, me mantendré sola. –Me regalo una
gran sonrisa– Por lo menos hasta que cumpla todos mis objetivos que me he
estado planteando.
Eso activo
mi curiosidad– ¿Cuáles son esos objetivos?
Emily seguía
ensimismada– Son cosas importantes y que no le he dicho a nadie, y tampoco te
los voy a decir. –Toco el reloj– Ahora debo volver a hacer mi lista, así que
estaré ocupada.
–Ya capte la
indirecta, adiós.
–Bye bye
Little sister. –Me despidió.
Mientras
caminaba hacia mi cuarto no podía dejar de pensar en Emily y Paul, eran dos
personas que habían conectado… ¿por qué no funcionó lo suyo?
***
No quería
decirlo pero mi amigo estaba hecho un energúmeno.
Paul no
paraba de dar vueltas en la casa para cuando llegamos y estaba más que enojado
porque no llegaba con Edward. Subí e hice mi bolso y busque la carpa de campaña
con toda mi paciencia. Lo mismo hice cuando baje las escaleras, lo hice con
toda mi calma.
Cuando baje
me encontré con una escena extraña. Paul estaba agachado a la altura de Edward.
–Me estas
diciendo que tu hermana se va a ir… ¿dónde?
Edward se
encogió de hombros– Se va a ir con el abuelo a Rumania. –Paul lo miro con el
signo de interrogación en la cara– El abuelo le prometió que se haría cargo de
la parte del negocio que le toca a papá.
Paul estaba
contrariado– ¿Rumania? Eso esta… lejos de aquí.
Edward asintió–
Si, mis padres son de allá. El abuelo Fred es dueño de una cadena de hoteles
europeos, no son tan grandes como los más conocidos pero son varios.
Paul estaba
aun contrariado por lo que escuchaba– ¿Quieres decir que en verdad se va a ir
tan lejos? Y ¿qué pasa con su noviecito ese?
Edward lo
miro como si fuera un alien– Emily no tiene novio.
Paul hizo
una seña con la mano– Amigo, yo conocí hace unos días a un tal Mitchell ¿quién
es?
Edward lo
miro enojado– Es un idiota, hizo llorar a mi hermana después de dejarla tirada
de un día para otro.
–Es un
imbécil de remate y que no se merece a Emily. –Agregué. Presentía que Paul
había metido la pata con Emily– ¿Qué hiciste?
Paul me miro
arrepentido– Ya no importa, es mejor que salgamos quiero pasar estos últimos
días aquí; con mis amigos y sin ninguna preocupación.
Edward nos
miraba– Le dijiste algo a Emily y por eso se fue a casa temprano a mitad de la
fiesta ¿no?
Paul
suspiró– Déjalo amigo ya no hay vuelta atrás en lo que paso.
Edward
asintió y yo tome las cosas que había dejado en el piso cuando había bajado.
Nos fuimos de acampada
por una noche.
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