Nada.
De.
Esto.
–No sé si
decirte afortunado o maldito y asqueroso rico.
Le fruncí el
ceño a Paul que estaba a mi izquierda con Edward, ambos se veían sorprendidos y
no era por el mismo motivo que yo.
– ¿De qué
mier… –Zoey me piñizco– estas hablando?
Paul se
golpeo la frente con la mano– Si te acercaras a escuchar la cifra que anuncio
el abogado te darías cuenta de lo que estoy hablando.
Interrogué
con la mirada a Zoey– ¿De qué esta hablando?
Ella se
encogió de hombros– No lo sé, aun estoy algo choqueada por las palabras de
Louis y… su petición, pobre de ella, no debe de haberse ido tranquila de este
mundo.
Me
entristecí al ver la tristeza en sus ojos– Si, eso fue impactante.
Mamá se nos
acercó de pronto– Hola, soy Margaret. –Miro a Paul que se quedo prendido de
ella– Jeffry me acaba de decir que eres amigo de Heath, ¿por qué no te quedas
aquí? Digo, por el tiempo que estés en la ciudad.
–Eso me
encantaría. –Paul buscó mi aprobación por lo que levante mi pulgar– Ed,
acompáñame a buscar mi bolso.
Ed se
levanto de inmediato y se fue corriendo hasta su mamá y volvió de la misma
manera– Dijo que sí, vamos.
Paul se
levanto e hizo una reverencia hacia mi madre– Agradezco su ofrecimiento, ya
vuelvo. –Le revolvió el pelo a Ed– Vamos amigo.
Mamá los
miro encantada– Vayan con cuidado, y vuelvan pronto. –Los chicos se fueron y
ella nos miro– Iré a hacer algo de comer para todos.
Zoey y yo
nos quedamos juntos sentados mirando la nada.
Louis se
había ido, y me sentía culpable aunque no sabía bien porque si había sido ella
quien me había tratado de mala manera. Creo que era el sentimiento de no haber
echo algo por ella, pero ahora suponía que iba a hacer algo por ella. Iba a ser
el mejor hermano que pudiera tener ese pequeño.
Zoey puso su
mano sobre la mía para llamar mi atención, de inmediato la mire.
– ¿Quieres
que me quede contigo esta noche? –Apreté la mano de Zoey– Solo si quieres.
–Siempre.
–Me levante con el anillo en el bolsillo– Vamos un momento a mi cuarto.
Zoey estaba
pendiente de sus padres pero la jale un poco y la lleve escaleras arriba, no
podía esperar más. De pronto todo me parecía más… urgente.
Llevaba un
tiempo pensando en esto. Me lleve la mano a mi bolsillo, si llevaba bastante
tiempo pensando en esto.
–Heath, ¿qué
piensas?
Le sonreí–
Sabes desde hace un tiempo nos vemos como una pareja.
Me encanto
verla ruborizarse como la primera vez que la había visto– ¿Cómo una pareja?
–Si, hace
unos meses me he puesto a pensar que nos vemos así, y más últimamente; te
quedas aquí cada vez que puedes y no solo de visita sino a dormir en la misma
cama conmigo.
Zoey se
volteo de inmediato a ver si había alguien detrás de nosotros, me reí
disimuladamente, ella seguía siendo tan adorable como siempre.
–Eso no lo
saben mis padres. –Hablaba en murmullos.
–Zoey, mis
padres no creen en verdad que estés durmiendo en la habitación de al lado.
–Levante mi mano con el anillo que siempre llevaba con su nombre inscrito en
el– Y estoy seguro de que ellos no creen que no nos hayamos acostado o que no
lo estemos haciendo ahora.
Zoey en un
acto parecido al mío observo su anillo, lo habíamos vuelto a grabar y ahora se
podía apreciar mi nombre con claridad. H E A T H.
–Bueno… tal
vez sea así. –Nuestras manos se volvieron a unir– Aun no me has dicho que vamos
a hacer arriba.
Le apreté la
mano una vez más– Vamos a mi cuarto.
–Si pero que
vamos a hacer…
–Ya lo verás,
mi linda y adorable novia.
–Estas
sonriendo como un tonto y me estas dando miedo. –Seguí sonriendo.
Llegamos a
mi cuarto a pesar de los intentos de Zoey por saber que estaba pasando. Solo
consiguió frustración.
Abrí la
puerta y la deje pasar a mi cuarto– Mon ange pasa.
Zoey miro
hacia todos lados pero lo que debía buscar no lo iba a encontrar. Cerré la
puerta y me dirigí hacia mi armario de allí removí las cajas de zapatos hasta
que encontré lo que buscaba.
–Zoey me voy
a dar la vuelta así que cierra los ojos. –Por sobre mi hombro pegué un vistazo
para comprobar si estaba haciendo lo que le dije, lo estaba.
Me levante
con mucho cuidado por mi pierna y cojee un poco. Como un idiota no había traído
mi muleta. De todas formas me arrodille en frente de Zoey que estaba sentada en
mi cama y con seguridad tome su mano izquierda.
–Zoey Shenny
Stonel. –Dije con firmeza.
Zoey abrió
los ojos de inmediato y le sorprendió un poco verme arrodillado– ¿Qué…?
–Mi amor.
Zoey puso su
mano libre en mi rostro– Me estas asustando, Heath por favor dime ¿qué pasa?
Le sonreí
con dulzura– Sabes que te amo y que no volveré a cometer los mismos errores…
–Error y yo
también falle.
Le coloqué
un dedo sobre sus labios– Déjame terminar mi amor, te amo con todo mi corazón,
tanto que no lo creo posible pero es así… supongo que así funciona el amor a
primera vista. –Respire profundo– Zoey Shenny Stonel ¿quieres casarte conmigo?
Zoey pego un
gritito– Oh my gosh!
La mire
expectante…
No había
escuchado bien, no lo había echo… ¿Me estaban pidiendo matrimonio? ¿Heath me
estaba pidiendo matrimonio?
Lo mire.
Si, lo
estaba haciendo.
Sin pensarlo
dos veces me lance sobre él y comencé a darle besos por toda la cara y en la
boca. No podía darle los suficientes besos.
–Cielo…
dime, ¿eso es un si?
Lo bese en
la boca adorando sus labios y su lengua, acaricie su cabello con mis manos
mientras con mi lengua adore a la suya…
Heath me
separo jadeando– Te das cuenta de donde estas ¿cierto?
Lo mire
desorientada– ¿Dónde?
Heath movió
su cuerpo y… yo estaba debajo– Estas a punto de que te tome en el piso cielo,
me mata como me besas y sabes como adoro tu lengua, como me provoca.
Gemí cuando
sus caderas se hondearon– Heath.
–¿Me vas a
dar una respuesta?
Enrede mis
piernas en sus caderas– Crees que me abalance sobre ti porque me dio un ataque,
mi amor creo que estas un poco desorientado.
Sus manos
recorrieron mis piernas– Un hombre puede soñar.
Me recupere
de mi ataque de emoción– ¿Estás seguro de lo que me estas pidiendo? Aun soy demasiado
joven.
Heath enredo
sus manos en mi cabello– Yo también lo soy, ¿me acompañas en mi locura?
Mis manos se
posaron en sus hombros– Tu sabes que te seguiría a donde vayas.
Heath me
sonrió de una manera tan especial– Que te parece si nos tomamos un tiempo,
podemos darnos un tiempo para que termines el instituto. –Me beso en los labios
suavemente– Ahora puedo mantenerte, y tenemos una casa.
El peso que
sentí en mis hombros fue enorme… había aceptado casarme…
–Una casa…
de nosotros dos. –Dije alucinada– Eso no es fácil.
Heath
percibió mi cambio– Por eso nos daremos un tiempo, pero por ahora.
Heath se
separo de mí y luego me ayudo a levantarme del suelo. Una vez en pie Heath tomo
mi mano y me tendió una cajita.
La abrí y…
me quede impactada. Era una alianza de plata.
–¿Me aceptas
como tu esposo Zoey? –La voz tan segura de Heath me infundo algo de fuerza.
–Si, te
acepto y lo haré siempre. ¿Me aceptas como tu esposa? ¿Aunque sea algo celosa,
y algo molesta cuando me pongo a llorar en medio de las películas?
–Si, siempre
amare consolarte en las películas. –Saque la alianza y Heath me la coloco en mi
dedo anular– Te haré feliz, lo prometo.
Nos besamos
para sellar nuestro compromiso de amor y felicidad. Porque íbamos a ser
felices.
Bajamos una
hora después. A pesar del tiempo nadie se extraño de vernos bajar, tal vez se
debía a que no había nadie alrededor.
–Vamos a la
cocina. –Deje que Heath me guiara.
Mire la
puerta que estaba cerrada, sin tocar Heath abrió la puerta nos encontramos con
nuestros padres jugando cartas al lado de una cafetera llena.
–Ya era hora
de que bajaran. –Papá estaba repartiendo una mano de cartas, pero se detuvo
para mirar a Heath– Te lo advierto chico si las embarazas te casas.
Mamá
prácticamente escupió el café, Maggie a su lado tosía, se había atragantado con
el café.
El señor
Jeffry me sonrió encantado– Yo estaría más que feliz de ser abuelo, sería una
linda noticia para estos momentos.
Me sonroje–
No estoy embarazada. –Fulminé a papá con la mirada– No lo estoy y hablo en
serio.
Él se encogió
de hombros– Me cercioraba nada más.
Heath
respiro profundo y con un rápido movimiento me levanto la mano izquierda donde
estaba el anillo de compromiso.
–Le pedí
matrimonio a Zoey.
Todos se
quedaron congelados.
Mire a cada
uno y mi madre estaba apunto de desmayarse, lo podía decir por la forma en que
miraba el suelo. Papá se movió de inmediato. Maggie por otro lado nos apuntaba
a los dos mientras el señor Tanner nos sonreía encantado.
–Felicidades,
aunque deben esperar un poco. –Nos dijo aun encantado, incluso se levanto y nos
abrazo a ambos.
Maggie se
levanto de la silla– ¿Y me juras que no estas embarazada?
Heath los
miro a todos al igual que yo, solo que él tenía el ceño fruncido– Si les sirve
la última vez que hicimos el amor fue hace más de un mes y no, no hay un niño
en camino.
–Tú maldito
mocoso…
Heath
levanto una mano para acallar a papá– Déjeme decirle que amo a su hija y que
por eso le pedí matrimonio, ahora puedo darle un futuro estable.
Mamá se
levantó de un salto– ¡Alto ahí! –Nos miro a ambos– Nadie se va a casar hasta
que Zoey no tenga una carrera y para eso debe terminar el instituto, ¿queda
claro?
Heath
asintió– Por supuesto señora, no pensaba hacerlo antes lo juro.
Me abrace a
Heath– Este va a ser un compromiso largo, lo prometemos.
Mamá asintió
más tranquila– Bien, porque si piensan casarse de inmediato están locos, me
tomará un mes juntar a toda la familia y los preparativos, debo pensar en cada
detalle; la iglesia, la decoración, el catering y eso solo es el comienzo. –El
cambio que había pasado ni papá lo había visto venir.
–Cielo no
debes animarla, ella es menor de edad.
Mamá lo
desestimo– Y debemos buscar lo más importante el vestido de novia.
–Y luego el
de las damas de honor. –Agregó Maggie con cara de espanto.
El señor
Tanner le sonrió encantado– Si, ya debes de ir pensando en tu vestido.
–¿Qué? –Dijo
Heath a mi lado.
El señor
Tanner le dio un golpe en la cabeza– No pensaras que iba a vivir en pecado toda
mi vida.
–Quiero ser
una mujer decente. –Se rió Maggie al abrazarlo.
–¡Y yo
quiero ser dama de honor! –Mi mamá saltaba al lado de papá.
Papá se veía
resignado pero no molesto– Espera a que te digan cielo.
Mamá lo beso
en la boca de lleno– No estés amargado aun no se va de casa.
Papá miro
una foto de Becca– ¿Por qué no tenemos otro bebé? Así no me sentiría solo,
necesito a alguien que me abrace, alguien que me necesite y afrontémoslo Eddy
no me necesita mucho.
Mamá lo beso
de nuevo– Me lo pensaré, aunque pareciera que yo no te abrazara.
Heath me
abrazo con fuerza, alce la cabeza y le di un beso en la barbilla– ¿Qué piensas?
Él bajo su
mirada– Ven conmigo.
Nos tomamos
de las manos y salimos rápido por la puerta casi corriendo por el pasillo al
jardín del fondo.
Heath me
abrazó y cuando se separo de mi fue para tomarme de la cintura y levantarme del
suelo.
Se estaba
riendo, no sabía de qué se estaba riendo pero lo seguí.
–Te amo. –Me
dijo.
–Y yo a ti
mi cielo. –Abrí los brazos y nos pusimos a girar en el patio.
–¿Qué
piensas de esto?
Mire a
Shenny– ¿Importa?
Shenny me
guiño un ojo– Yo te pregunte primero.
Me reí
despacio– Si, lo hiciste.
–¿Y bueno…?
La abrace–
No sé, me recuerdan a ciertas personas.
Shenny me
miro– Si, y esas personas son muy felices.
La bese– Y lo seguiremos
siendo por mucho más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario