Emily no
había llegado aun y Ed estaba haciendo sus tareas en el salón mientras miraba
cada cinco minutos por la ventana. Mire a Betsy y Vincent, me había dejado de
torturar después que sus padres dijeran que estaban agotados como para cenar
con nosotras. Volvíamos a ser amigas aunque faltaba algo, no habíamos hablado
sobre otra cosa que no fuera la organización de mi fiesta, bueno aparte de la
cena con sus padres.
Suspire,
solo quería que llegará Em. Me había enviado un mensaje de texto diciendo que
llegaba tarde porque estaba en algo importante con Heath y eso fue todo… si yo
estuviera con Paul de seguro le daba más detalles.
Encendí la
televisión no me ayudaba sentirme tan innecesaria; mamá y papá hablaban en la cocina
emocionados por algo que solo ellos sabían, mire de nuevo a Betsy y a Vincent
que estaban juntos abrazados hablando sobre nombres para el bebé que aun no
tenían idea de que iba a ser, y Edward comenzaba a mirar el teléfono, su tarea
y la ventana, lo que me estaba poniendo de los nervios. Mi castigo aun estaba
vigente me quedaban haber… tres días más y volvería a clases y tendría que
ponerme al corriente ya que no hablaba con nadie de mi clase, pero eso era otro
tema, ellos no eran agradables conmigo así que yo no lo era con ellos.
Comencé a
hacer zapping con el control, era algo triste de ver así que subí a mi cuarto a
ver lo que me pondría la noche siguiente, el vestido era hermoso pero no era el
que me había traído Betsy ya no me parecía buena idea ponérmelo, así que fui
con mamá de tienda en tienda hasta dar con uno que fuera ideal para mi. Este
era negro para la noche y me llegaba hasta las rodillas tenía plises muy
bonitos por todos lados por lo que daba la idea de ser antiguo, lo adore desde
el momento en que lo vi, solo esperaba que le gustara de la misma forma a Heath
que estaba invitado oficialmente gracias a Edward, quien muy amablemente le
había dado su invitación además de llevarle otra a Paul. Y como me sentía
reconciliada con el señor Tanner por la forma en que me había tratado en el
instituto le envié una también, según Edward se había alegrado mucho por la
invitación.
Emily por
otro lado me había obligado a enviarle una segunda invitación a Paul aun cuando
sabía que él estaba invitado, según que para estar segura de que fuera a la
fiesta por lo que esta tenía una pequeña nota.
Seguí mirando mi ropa, tenía una mascada para
el cuello y unas bailarinas, mamá se había puesto furiosa con la combinación
pero al ver que si quedaban no dijo nada más. Me sonreí a mi misma satisfecha
le había ganado a la neurótica de la moda. Recordar que habíamos estado
alejadas me hizo borrar esa sonrisa, pero la recobre, ahora estábamos bien,
mamá estaba comprendiendo la relación con Heath de una forma única ya no se
oponía, a veces me preguntaba porque cambió de opinión pero prefería dejarlo
así, era mejor no tentar a la suerte dicen.
Me asuste
cuando tocaron a mi puerta. Corrí a abrir y al ver a Betsy del otro lado sin
Vincent me hizo enarcar una ceja, esto era raro.
– ¿Puedo
pasar? –Me sonrió pero su sonrisa era tímida. La deje pasar.
Me retire un
poco del umbral – Pasa, ¿qué sucede? ¿Dónde esta Vincent?
– Salió a
revisar la casa como todas las tardes, me sentía un poco sola y como hace
tiempo que no hablamos como primas. Ya solo hablamos de la fiesta de mañana que
por cierto esta todo listo y preparado.
– Sip, todo
esta más que listo. Tú y mamá hicieron un gran trabajo, lástima que no fuera de
disfraces. – Suspiré, me encantaban las fiestas de disfraces pero por habérseme
olvidado mi cumpleaños ya no pude hacerlo. Pero esa no era la cuestión ahora. –
¿Me vas a decir qué sucede?
Se sentó de
un golpe en mi cama, – Estoy cansada de que no hablemos más como antes éramos
amigas y sé que cometí un error, lo entendí y sé que hice peor el como
reaccioné después cuando te disculpaste yo…
Me acerque y
le estampe la mano en la boca tanto que salió un ‘Auch’ de sus labios.
– Lo siento,
es que te disculpas por tonterías, sobre reaccioné aquella vez y si, esperaba
que aceptaras de inmediato mi disculpa pero también tenías razón en que alguien
me había enviado, se suponía que debía hacerlo por mi cuenta pero decidí
comportarme como una niña mimada. –Me senté a su lado– Hablo en serio, si
alguien debe disculparse esa sería yo que no reaccioné bien y lamento haberte
echo daño a ti y a mi sobrinito o sobrinita que esta ahí dentro. –Terminé
colocando mis manos en su pancita.
– ¡Oh Zo!
–Betsy me abrazo y se puso a llorar como una magdalena– No tienes ni idea de
cuanto te he echado de menos, te necesito, Vincent esta tan raro solo me abraza
y me dice que me ama pero no hace nada más y a veces quiero que me diga más
cosas como que le gusta esto de ser padre, pero solo habla de ello cuando yo lo
menciono. Aun ni siquiera hemos escogido un nombre para el bebé. –La abrace
sintiendo un poco de pena al ver que no lo estaba pasando tan bien como creía–
Me siento feliz ahora que estamos bien.
Le pase los
pañuelos que estaban al lado de mi cama. – Todo estará bien, tal vez todavía
este algo impresionado por todo esto. –Agite mis brazos– Además, puede que
también influya eso de que tu hermano no lo puede ver cerca.
Betsy se
limpió la nariz. – No lo sé, tampoco quiere decir nada sobre ello.
– Dale
tiempo, o puedes preguntar si le molesta ser padre tan joven, recuerda que tu
eres muy joven para ser madre pero él también lo es.
Betsy
asintió. – Tal vez sea eso, y no sepa como decirme que no quiere ser papá.
–Casi podía ver como la desesperación comenzaba a cubrir su rostro. Dios me
salve de las embarazadas, no podía hacer nada bien con Betsy.
– O tal vez
no sea eso, y sea algo completamente distinto como alguna cosa hereditaria o no
sepa como debe proceder en esta relación o que se yo, solo pregúntale. –Termine
hablando desesperadamente.
Betsy se
levanto, no antes de abrazarme. – Gracias, eso haré. No puedo decir que me
quede más tranquila pero gracias. –La mire enfurruñada de mentira, sabía que
estaba bromeando.
– Bien ahora
ve y déjame en paz.
La vi salir
del cuarto con una sonrisa más real que la que me había mostrado antes de
entrar en mi cuarto.
Me alegraba
de por lo menos haber arreglado esos problemas con ella. Me sentía más liviana
que antes. Aunque lamentaba no haberla ayudado con su problema, eso debía
hablarlo con Vincent.
Mire a mí
alrededor. Bien, no había nada más que mirar o arreglar para la fiesta, Betsy
me maquillaría al otro día así que no tenía más problemas con eso. Guarde mi
vestido y mis zapatos y salí de mi cuarto con la intensión de ir a comer algo
ya que mamá aun no avisaba la cena.
Edward me
hizo señas al llegar a la planta baja, fui hasta él pero me miraba de forma
asustadiza, mi primer pensamiento fue para Heath. Tome a Edward por los hombros
y lo sacudí.
– ¿Le pasó
algo a Heath?
Ed me miro
algo confundido pero negó, – No, ¿por qué?
– Me mirabas
como si no supieras como decirme algo, ¿qué es?
Era oficial;
Edward estaba incomodo, – ¿Te acuerdas que te pedí una invitación extra?
Asentí, como
no continuo; hable. – Si, me acuerdo ¿y eso qué?
Edward se
ruborizo, – Aun no la entrego.
– ¡¿Qué?!
–Lo mire como si fuera un alien– ¿Por qué no? La fiesta es mañana y si no puede
conseguir un vestido.
– No grites
que exagerada eres, como quieres que le entregué la invitación, solo la invite
en un ataque de nervios y ahora no se que hacer, y si ella ya no quiere ir y me
dice que no. –Bajo la cabeza apenado– Afrontémoslo, no soy lindo ni el chico
más popular de mi clase. Soy un Nerd. No tengo ninguna cualidad que a ella le
pueda gustar.
– Para ahí,
eres inteligente y muy guapo, tienes ese maravilloso gen que heredaste de papá
y que he envidiado desde hace años que te hace un chico hermoso.
Edward me
miro incrédulo, – No te creo, si fuera así por qué las niñas de mi clase me
evitan como si tuviera la peste.
Lo mire
durante un momento a través de los ojos de un extraño pero solo logré ver a un
niño extremadamente bello con esos ojos azules y todo ese cabello rubio, era un
chico excelente y no lograba encontrar nada malo en él, – Tal vez sea tu
apariencia, eres un chico guapo e inteligente, solo ve hasta esa niña y
entrégale la invitación, apuesto lo que quieras a que no se va a negar.
– ¿Lo dices
en serio? ¿No me mientes?
Mire esa
carita esperanzada, era tan lindo verlo así, me acerque y le di un besito en la
mejilla. – Completamente segura. Solo dale una sonrisa Stonel y esa niña no
tendrá oportunidad.
Edward me
abrazó. – Gracias Zo. Ahora me voy a mi cuarto, debo encontrar la invitación y
planear que le voy a decir.
– Ve.
–Asintió y se fue de inmediato, que fácil era hacerlo feliz. Solo esperaba que
esa niña no fuera tan tonta como para rechazarlo.
Seguí mi
camino hasta la cocina, mi estómago estaba protestando cuando llegué. Abrí el
refrigerador sin que nadie se diera cuenta y saqué el jamón y la lechuga,
después fui por el pan. Cuando estaba terminando de comer apareció papá, al
verme se le fue toda la felicidad y eso al parecer no era por mis modales en la
mesa.
– Hola –Dije
con la boca llena.
Papá meneo
la cabeza, – Tu madre ya sirvió la cena y nos estaba llamando a comer y tu aquí
comiendo como un vulgar ratón.
Asentí sin
arrepentimiento y tragué el resto de mi sándwich de un bocado. – Voy por Ed.
– Tu madre
ya fue por él, no te preocupes. Pasa a comer, tenemos visita.
Lo mire
interrogante pero no me dijo nada más. Pase por su lado hasta llegar al comedor
y lo que vi me sorprendió y me emocionó.
– ¡Tío Henry!!
¡Tío Mark!! –Corrí a abrazar a mis tíos que estaban hablando con mamá que
parecía brillar. Al verme mis tíos me abrazaron.
– Mira
Henry, a que no esta hermosa nuestra Zo. –Dijo tío Mark, revolviéndome el
cabello– ¿Dónde esta mi pequeñita Zo?
– ¡¡Papi!!
–Tío Mark me soltó para abrazar a Betsy que saltó sobre él por lo que tío Henry
me agarro abrazándome fuerte.
– ¿Cómo
pudiste crecer tanto en tan poco tiempo? –Me tomo por los hombros.
Le sonreí
encantada. – Hace mucho que no nos vemos, ¿dónde están tía Jess y tía Bell?
Él me sonrió
encantado. – Jess esta ocupada con nuestro Rick en el hotel, ha estado dando
problemas, y Mark dejo a Bell descansando junto con Jane y Marcus. Así que
vinimos juntos a ver a nuestra hermanita y ver como están todos por aquí.
– Qué feliz
estoy de verlos aquí. ¿Dónde está el abuelito y la abuelita?
Tío Henry se
puso algo incómodo. – Mamá esta en el hotel y tu abuelo anda por ahí peleando
con tu abuelo Alfred. –Lo mire confundida, no creía que mamá le hubiera dicho
algo. Al ver mi cara, tío Henry se apresuro a hablar– Pero descuida, mañana han
prometido portarse bien en tu fiesta.
– Bien, no
esperaba menos de ellos. –Dije fingiendo que no los entendía. De seguro mamá
había hablado con su papá.
– ¿Dónde
está ese bueno para nada de Right? –Tío Mark estaba hablando alto mientras
Betsy lo miraba con reproche– No me mires de esa forma, ¿dónde esta?
– Aquí
señor. –Vincent apareció con Edward, lo que me llamo la atención de inmediato.
Mire a
Edward de forma inquisitiva pero él me estaba ignorando mientras que tío Mark y
tío Henry se turnaban para abrazarlo.
– Es raro
verlos a todos ustedes juntos. –Dijo Edward al ver por fin como lo miraba.
– Estoy tan
feliz de verlos, pero ahora vamos a comer. Vamos me muero de hambre y la comida
se enfría. –Mamá daba saltitos.
Tío Mark nos
miro a todos, – ¿Dónde esta Emily? No le he visto gasta ahora ¿está arriba?
Papá los
miro incómodo. – Aun no llega, está ocupada con algo de la universidad.
Tío Henry
miro la hora como si nada pero tío Mark estaba más que ocupado frunciéndole el
ceño a papá. – Ya es un poco tarde ¿no?
Mamá agitó
las manos. – Estaba hablando en serio cuando dije que tenía hambre y que mi
comida se enfría.
Todos
pasamos al comedor pero ninguno de mis tíos se quedo contento con el que Emily
aun no llegará y eso me perturbaba.
Comimos en
silencio, solo interrumpido por una que otra pregunta de mamá que quería saber
como estaba todo en casa de sus padres. Hasta ahora todo estaba bien y hasta
más tranquilo según tío Mark ya que no estaba Betsy para revolver las cosas.
Nos reímos ante las caras que colocaba Betsy mientras él hablaba.
A las ocho
de la noche el sonido de un auto llamo mi atención y también de la de Edward
que ya estaba familiarizado con él.
– Con
permiso, voy y vuelvo. –Trate de salir sin que me notaran pero fue imposible.
– ¿Dónde vas
pequeña? – ¿Por qué no se le pasaba nada a tío Mark?
Le sonreí. –
Solo a la puerta. –Me enarco una ceja pero papá salió en mi defensa.
– Déjala en
paz, ve cariño, no tardes.
– No lo
haré. –Dije feliz.
Me quede
helada cuando se abrió la puerta.
– ¡Zoey!!
¡Heath quiere hablar contigo! ¿Por qué hay un auto afuera de la casa?
Les di una
sonrisa de disculpa a todos sin detenerme a darles una explicación a mis tíos
que me miraban esperando una explicación.
Corrí cuando
nadie me vio y agarre a Emily del brazo. – Cállate tonta. –Mire detrás de mí– Hay visitas.
Emily se
sonrojo. – No me digas que están los abuelos.
– No, pero
están aquí tío Mark y tío Henry. –La boca de Emily formó una O perfecta.
– Entonces…
voy a decir hola. –Sin más se fue al comedor.
Salí
disparada por la puerta casi chocando con Heath que estaba en el umbral,
rápidamente lo abrace. Heath me rodeó la cintura con sus brazos.
– Extrañaba estos
abrazos tan deliciosos ¿me das un beso?
– Ya iba a
eso tonto. Te extrañé. –Dije dándole un montón de besos por toda la cara.
Heath me
beso lentamente. – Te amo.
– Y yo a ti,
¿por qué no me has llamado, ni has venido a verme? –Le pregunte tan triste como
me sentía.
Las manos de
él tomaron mi barbilla. – Tengo algunos líos que prefiero evitarte, además he
estado ocupado en un montón de cosas. Solo eso mi amor, todo esta bien.
Me aparté de
él. – No, no esta bien, estás raro y hablas muy serio ¿qué sucede?
Heath me
beso en los labios y luego se separó. – No te preocupes, mañana es tu gran día
así que debes descansar y lucir bonita para mañana. A menos que quieras
mostrarme tu vestido para mañana. –La expresión de su cara me hizo reír.
– Es
sorpresa, ¿sabes dónde es la fiesta?
Heath
entorno los ojos. – Me la sé de memoria, descuida.
– Bien,
mañana te quiero puntual y bien arreglado. –Dije fingiendo mi mejor voz de
mando.
Heath me
miro divertido. – Si, señora. Mañana vendré con mi mejor traje ¿quieres que venga
por ti o prefieres que nos veamos en la fiesta?
– Aunque me
gustaría que vengas por mi, debo pedir que nos veamos en la fiesta, a papá no
le agradaría nada que me llevarás. –Uní mis manos con las suyas.
Suspiró. –
Está bien, de todas formas bailarás conmigo toda la noche, no le cederé ningún
baile a nadie. Esta belleza es solo para mí.
– Eso no es
lo que piensa el resto de la gente. –Pegué un grito al escuchar la voz de tío
Mark detrás de mí.
– ¿Qué haces
aquí? –Dije tratando de no sonar tan asustada.
Me miró
calmadamente. – Quería saber porque te tardabas tanto, tu postre te espera.
Le sonreí. –
Gracias pero ya entraré.
Me sonrió
dulcemente. Oh-oh. – Que bien, me da tiempo para un cigarro. –Saco del bolsillo
de su camisa un paquete de cigarros y de su pantalón un encendedor– A
propósito, ¿quién eres tú chico? –Pregunto colocándose el cigarro en los labios
y encendiéndolo con el encendedor.
Heath me
pregunto con la mirada, encogí los hombros. – Él es Heath Tanner, Heath él es mi tío Mark y es el
padre de Betsy.
– Si, se
llama Heath y qué pintas tú en esto Heath.
Mire a Heath
y a tío no sabía que más decir, nuestra relación no era tan sería y no usábamos
ya eso del novio y novia pero Heath resolvió el problema al ver como yo no
sabía que hacer.
Le tendió la
mano al tío Mark– Soy el novio de Zoey.
Tío le
estrechó la mano y sonrió gélidamente. De seguro no le gustaba esta situación.
– No sabía que Zoey tenía novio.
Heath le
sonrió, – Y yo no tengo idea de quien es usted. –Le di un codazo.
– Él no
quería decir eso, te lo aseguro. –Tío se rió mientras le daba una calada al
cigarrillo.
– Ya es
tarde, ¿por qué no te vas hijo?
Heath
asintió con desgana, me atrajo y me dio un beso en los labios. – Buenas noches
mi amor.
Estaba tan
roja. – Buenas noches, te amo. –Dije abrazándolo brevemente ya que alguien
estaba carraspeando detrás de nosotros.
Me dio el
tan acostumbrado beso en la frente y se despidió.
– ¡Adiós!
–Grite cuando el auto comenzó a irse por la calzada.
– ¡Adiós!
–Dijo tío detrás de mí dando saltitos como una niña de doce años– ¡Vuelve
pronto!
Lo mire
entre enojada y divertida por como hacía señas. – ¿No debías estar adentro?
– Tu
también, ¿vamos? –Me sonrió encantado– ¿Desde cuándo tienes novio?
Cerré la
puerta con seguro en cuanto entramos. – Vamos, quiero comer mi postre.
– ¿Segura
que no te lo comiste ya?
Camine
rápidamente hasta mi puesto en la mesa. Mi postre me estaba esperando.
– ¿Nada para
contar? –Pregunto tío Henry.
Tío Mark se
sentó feliz de la vida en la mesa. – Nada, a menos que cuentes que; Me fume un
cigarro, conocí al novio de Zoey, no, no hay nada que contar.
Tío Henry
comenzó a reírse. – Ed, vaya si te toco. ¿Y cómo es? Ya quiero verlo.
– Oh,
cállate Henry. –Gruño papá a su lado.
Escondí mi
cara cuando comenzaron a burlarse de mí y de papá.
Eran
terribles.
– Aunque el
chico se ve algo mayor, ¿qué edad tiene?
Iba a
responder cuando papá me interrumpió antes. – Casi diecinueve, esta en la misma
universidad que Emily.
Tío Mark se
puso serio de inmediato. – Oh.
Tío Henry
también dejo de burlarse pero eso no borró la expresión de sus ojos. – No puede
ser, y yo creí que Betsy era a quien le gustaban mayores. – Tío Mark le lanzó
un pancito que estaba en una cesta sobre la mesa dándole en la cabeza a su
hermano. Lo que hizo que nos riéramos.
Betsy y
Vincent también se estaban riendo y eso fue algo bueno de ver. Al parecer si
habían hablado algo antes de bajar a cenar. Aun no me terminaba de agradar
Vincent pero tenía algo que hacía feliz a Betsy.
– Cállate
Henry, además Vincent parece como de dieciséis cuando lo conoces.
Vincent
abrió desmesuradamente los ojos, lo que fue extraño y divertido. Para nada la
imagen que habíamos visto de él en estos días. Mamá se rió de eso.
– Soy serio
suegro. –Tío le lanzó un pan pero Vincent lo agarró y se lo lanzó de vuelta.
Mamá le
quito la canasta al tío Mark. – Dejen de hacer eso, me molesta.
– Es mejor
que te lo lleves y lo dejes donde no lo alcancen estos niños. –Con ese
comentario, papá se gano el abucheo de los demás.
Emily estaba
jugando con su postre pero estaba entretenida al verlos, lo vi en sus ojos pero
cuando nos encontramos con la mirada me hizo una seña.
– Estoy
cansada, si me disculpan quiero dormir. –Les dio un beso a cada una de las
personas y cuando llegó hasta a mi me tomó del brazo– Zo también debe dormir
porque ya es tarde.
Mire el
reloj y luego a Emily. – ¿Estás loca?
Emily me
gruño. – No, y Betsy también debe de estar agotada, vamos arriba. Nos vemos
mañana tíos. Buenas noches. –Nos arrastró a Betsy y a mí pero no antes de que
se volviera hacia papá– Mañana quisiera hablar contigo antes de que te vayas al
trabajo.
Papá le hizo
una seña militar. – No me iré sin hablar contigo antes.
Emily le
sonrió resplandeciente. – Muy bien, adiós a todos.
– Buenas
noches tío Mark, tío Henry. – Grité mientras me dejaba arrastrar.
Betsy se
soltó y fue a darle un beso y un abrazo a su padre y a Vincent, a los demás les
lanzó besos.
Emily nos
lanzó a su cuarto y cerró la puerta.
– Bien este
es el punto. Paul no me quiere ver. –Dijo lanzándose a su cama. Betsy y yo nos
miramos sin entender.
– Que
hacemos nosotras. –Le preguntó Betsy.
Em se aferró
a la almohada. – No se queden ahí paradas siéntense, estoy preocupada y no sé
que hacer. Estuve haciendo investigación con Heath pero él no me dijo nada.
Mire a
Betsy. – Creo que yo puedo preguntar.
Emily
asintió agradecida. – Gracias hermanita pero lo que quiero es que descansen,
mañana será un día agotador y lo que quiero es que esta noche sea una noche de
chicas.
Emily fue
por su mochila y volvió con una bolsa con azúcar y unos yogures.
– ¿Qué es
eso? –Preguntó Betsy.
– Niñas, les
enseñaré el arte de verse bellas, ¿Quién va primero? –Betsy me apuntó con el
dedo y Emily se rió maquiavélicamente.
Esta iba a ser una noche
para el recuerdo.
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