Cuando
bajamos papá dio un silbido de aprecio.
– Hoy estaré
muy bien acompañado. –Fue hasta nosotras y le tendió la mano a Betsy
uniéndosela con Vincent. Luego me tomo la mano y me la beso, hizo lo mismo con
Emily y Kate– Kate cariño, el novio de Zo vino por Edward pero dijo que irían
juntos a la fiesta, descuida irás con nosotros y yo mismo seré tu chaperón. Es
más seré el de todas hasta que los muchachos lleguen.
Kate se
desinfló un poco, de inmediato Emily le dio un abrazo.
– Lo dejarás
anonadado, se arrepentirá de cómo te dejo aquí nena.
Papá le
sonrió entre divertido e incrédulo– Vamos, su madre anda por ahí volviendo loco
a todo el mundo.
Nos subimos
al auto, no sabía como pero Vincent se había conseguido su propio auto así que
se había llevado a Betsy con él, nosotras nos subimos con papá, Emily adelante
y Kate y yo atrás.
– Em, se
supone que soy la festejada yo debería ir adelante. –Hice un puchero– No es justo
¿sabes?
Em se giro–
Vive con la derrota Loser.
Mire a Kate–
¿No tienes hermanas?
– No tengo
hermanas o hermanos, solo somos mamá y yo.
– Oh,
pobrecita mi niña o tal vez debería decir afortunada. –La abrace– No debes
sentirte incomoda por no tener padre.
Kate me miro
sin saber que decir– No, yo si tengo papá solo que esta fuera en el extranjero
y no puede venir a casa pero siempre me envía cosas bonitas, como piedritas de
colores que tomo en una playa tropical.
Papá nos
miro por el espejo retrovisor– ¿Qué hace tu papá?
Kate se
encogió de hombros– Trabaja en lo que puede, siempre esta viajando. Así que no
sé lo que hace, pero me enviará pronto una postal, siempre lo hace.
Papá me miro
algo confundido– Tu papá es un viajero.
Kate comenzó
a jugar con el faldón del vestido– Si.
– ¿Qué hace
tu mamá? –Pregunto papá de pronto interesado en eso.
– Trabaja de
gerente de un hotel del centro de la ciudad.
– Kate ¿cuál
es tu peluche favorito? A mi me encantan los osos de peluche. –Dije para
interrumpir el cuestionario de papá.
Kate saltó
en su asiento– A mi también me gustan, papá me envió uno rasta hace unos años y
tengo otro pirata con un parche en el ojo. –Dijo poniéndose una mano en el ojo
derecho.
– Que lindos,
yo los colecciono por colores, tengo hasta uno de color azul…
Seguimos
hablando hasta el lugar de la fiesta, papá giró el auto en la última calle y
entramos por detrás del salón de eventos. Dentro del local nos esperaban
Vincent y Betsy junto con mamá que parecía a punto de la histeria, papá fue
directo hasta ella.
– Cálmate
amor, mira la compañía que me he traído.
Mamá nos
miro y su expresión se iluminó– Se ven hermosas y que lindos quedaron tus rizos
Kate, te ves adorable. Y mis bebitas están tan hermosas que no las reconozco en
absoluto de las niñas con las que vivo.
– Mamá. –Se
quejo Emily– Hay gente aquí.
– Bien vamos
que la festejada debe ir a recibir a la gente y luego debe abrir el baile.
Me fui
corriendo hasta la puerta pero me quede quieta un momento al ver el salón
decorado con globos y guirnaldas de color rosado y blanco, las mesas también
con adornos y… al más puro estilo parisino, las mesas para cuatro personas con
sus manteles de los mismos colores que los globos. Di una vuelta sobre mis
talones para ver todo, en una punta del salón había un escenario también
decorado con globos, sobre él estaba mi primo Rick jugando con un micrófono, ya
era la hora fui hasta la puerta y la abrí, así comenzó el show.
Los
invitados en su mayoría eran desconocidos para mí pero papá los conocía a
todos, quizás porque eran sus amigos y sus respectivos familiares, también
habían amigos y compañeros de la infancia de Emily y unos cuantos compañeros de
clases que había invitado por educación. Mire a la invitada de Edward, estaba
pegada a las faldas de mamá la pobre. Mis familiares también habían llegado
incluso mis abuelos maternos y paternos, pero aun no había podido hablar con el
abuelito Alfred quien era el fanático de los contratos.
Ya estaba
llegando la hora del baile, papá insistía en hacernos bailar un vals con él en
las fiestas aun cuando le decíamos que las fiestas eran para los jóvenes y que
eso ya no iba pero era difícil negarle algo cuando se ponía todo amable y
adorable.
– Zoey.
–Mire atrás para encontrarme con Kate– Tu papá dice que ya van a comenzar a
tocar la música.
Mire a la
puerta pero me resigne a ver llegar a Heath. Me fui con Kate hasta donde estaba
papá. Mi primo Rick estaba en el estrado haciendo de anfitrión por lo que al
vernos tomo el micrófono y comenzó a hablar. ¿Cómo había conseguido estar ahí?
No tenía idea.
– Sean todos
bienvenidos a la fiesta, como es tradición familiar de tantos años la festejada
debe abrir la fiesta con un baile, su padre la va a acompañar. –Dijo Rick– Y
por favor Zo no te tropieces.
Le hice
gestos para que se callara, él era imposible tenía mi edad pero era un…
rebelde. Desde donde estaba podía ver los diez aretes que tenía en la oreja y
los dos en la ceja derecha. Hice un último gesto de cortarle la cabeza a lo que
él respondió con una risotada a todo pulmón.
– Música.
–Se dirigió al DJ.
El vals
comenzó y papá me tendió su mano y me llevo hasta la pista de baile.
– Mi
pequeñita ya tiene otro año más, casi ya es mayor de edad. –Dijo como si nada–
Ya no me vas a necesitar dentro de poco.
– Papá no te
pongas melancólico, solo tengo diecisiete. No me voy a ir de casa ahora mismo.
Papá miro al
cielo– ¿Cómo voy a saber si un día de estos me cambias por ese y te vas?
– Tú siempre
vas a ser mi papá y solo tengo novio, un gran novio pero no marido. O tal vez
ni siquiera es mi novio, creo que una pareja… eso si, pero no mi marido.
– Podría
llegar a serlo un día, ¿no te gustaría eso? –Me pregunto de una forma bastante
extraña.
Me quede
callada por un momento pensando– Por ahora ni a mí ni a Heath nos agrada la
idea, somos jóvenes y felices solo con estar juntos. Nos amamos pero esto debe
pasar la prueba del tiempo, claro que me gustaría una relación como la tuya con
mamá pero eso no se da tan fácil.
– Solo viven
el ahora. –Asentí muy segura– ¿Lo amas?
No dude al
responder– Si, lo amo como una adolescente obsesiva. –Papá se rió de eso– Claro
que lo amo, no sé como explicarlo pero sé que lo amo.
– Entonces
estoy más tranquilo, creo.
Me dio un
giro pero antes de terminar de dar la vuelta soltó mi mano cediéndosela a Heath
que estaba esperando su turno a un lado de nosotros.
– Cuídala
esta noche hijo. –Dijo antes de retirarse e ir por mamá.
– Claro que
lo haré. –Me dijo antes de bajar su cabeza y darme un beso en los labios, nos
separamos al escuchar los abucheos por el micrófono.
– Amigo este
baile no es porno así que apártate una distancia prudente. –Gritaba mi primo
mientras que el resto se reía.
– Voy a
matarlo. –Y lo iba a hacer.
– Déjalo mi
amor, hoy es tu día. –Me dio un giro y seguimos moviéndonos por la pista de
baile. Varias veces me detuve a mirarlo– ¿Qué? ¿No estoy presentable?
Estaba
vestido con un traje negro y una camisa negra y corbata gris. A pesar que
estaba vestido de forma tan parca, todo armonizaba con él, hasta sus ojos se
veían más verdes de lo normal.
– Te ves
como agua en el desierto.
Heath me
sonrió acercándome a él– Me harás sonrojar mi bella dama.
Me reí– Eso
sería una proeza. Pero debo decirlo; estás muy guapo esta noche y me encanta
ser tu centro de atracción.
– Tú siempre
lo has sido mi amor, eres mi primer amor Zoey Shenny Stonel. –Una de sus manos
cayó en mi cintura y la otra se puso en mi mentón– Te amo de una forma que me
asusta pero que a la vez se siente tan natural. –Me beso en los labios– Esto,
esto es natural en nosotros.
Una lágrima
se me escapo y rodo por mi rostro– Que cosas dices Heath, tu también eres mi
primer amor, nunca vi a nadie más, tu eres el único al que he visto de forma
diferente, el único chico que he visto como tal.
Heath limpió
mi mejilla y me beso de nuevo en los labios. Luego seguimos bailando abrazados
sin que nadie más nos molestara esta vez.
Estábamos
dando tantas vueltas entre la gente que se había unido al baile que de pronto
vi a mi hermanito bailando con Kate, o más bien estaban moviéndose de un lado a
otro. Ed estaba diciéndole algo a Kate que la estaba haciendo reír.
– Así que
esa era la razón de tanto nerviosismo. –Mire a Heath, él me sonrió– Estaba
desesperado cuando lo llame, así que fui por él y entre Paul y yo lo arreglamos
para la ocasión.
Mire a mi
hermano más detenidamente, estaba vestido con el traje que mamá le había
comprado; negro, camisa blanca y… la corbata era negra pero esta era más ancha
y no estaba puesta tan ajustada, llevaba el botón de arriba de la camisa
abierto y las mangas del traje estaban enrolladas a la altura de sus codos. Su
pelo era otra historia, los mechones que solían estar peinados estaban
desordenados pero el flequillo del frente estaba levantado. Habían transformado
a mi hermano, se veía increíblemente más… él.
Mire a Heath
con respeto– Gracias, se ve genial.
Él me miro
serio– No agradezcas, me encanta ser un hermano mayor de vez en cuando y con Ed
eso es facilísimo además de divertido.
– Has sido
un gran hermano mayor.
– Si, eso
creo. –Se puso serio– ¿Crees que lo sería de verdad?
No supe que
decir ante eso, parecía haber un motivo detrás de eso, al final respondí– Yo
creo que lo serías, no dudo de eso.
Heath me
hizo dar otra vuelta y pasamos al lado de una pareja de más edad, eran mis abuelos
maternos. Les hice una seña a lo que el abuelo me hizo la seña internacional de
“los estaré vigilando”.
– Tu familia
es interesante.
– Espera a
conocerlos. –Aun así no me deje despistar– ¿Por qué querías saber si serías un
gran hermano?
Dejo de
verme a los ojos– Louis esta embarazada de dos meses según ella, papá esta en
estado de shock y no me quiere decir el por qué. Solo sé que voy a ser hermano
en unos meses.
– Aun no
entiendo.
– Louis
tiene esperanzas de alejarme de papá con esto, tiene algún motivo que papá
conoce y no quiere decirme. –Paró de bailar y me llevo a fuera a los jardines
del lugar– Tengo que hablar contigo pero no será hoy cuando debes estar feliz,
quiero darte mi regalo de cumpleaños.
Acepte eso,
solo esperaba que me contara lo que le pasaba aunque tuviera que esperar un
tiempo.
Llegamos a
una banca que estaba al lado de la pileta. Heath me hizo sentar y él se quedo
arrodillado a un lado.
– Bien, uff,
esto es serio. –Su cara se quedo realmente seria lo que me hizo reír– No te
rías esto es serio, shh… Silencio. –Me callé con un gran esfuerzo– Zoey Shenny
Stonel, con todo mi amor te doy este regalo.
Del bolsillo
de su chaqueta saco una cajita de plata, cuando lo abrió me quede sin palabras.
Era un anillo de plata con una piedra jade, tan verde como sus ojos.
– Quiero que
pienses en mí cada vez que veas este anillo. –Tomo mi mano izquierda,
extendiéndola sobre su pecho.
– Heath… –Las
palabras no me salían por el nudo que tenía en la garganta.
– Si aceptas
este anillo, aceptas ser mi novia. ¿Lo quieres? –Me pregunto con algo de duda
en su voz– Ser mi novia por fin, ¿sin importar el resto?
Asentí y
deje que me pusiera el anillo en el dedo índice, donde quedaba perfecto, es más
me quedaba a la medida.
Mire el
anillo en mi dedo– Me queda justo.
Heath se
puso rojo– Te saque la medida cuando no te diste cuenta.
Le sonreí
abrazándolo– Que dulce eres, todo para hacerlo sorpresa.
Él rió– Si,
y me alegro que halla funcionado.
Nos quedamos
en el jardín besándonos hasta que paso un buen rato, pero él no me iba a contar
lo que le pasaba esta noche. Tome sus manos y lo levante conmigo para volver a
la fiesta. No quería imaginarme que podía haber pasado mientras no estaba.
Nada había
pasado, papá estaba conversando con mis tíos y Emily no se veía por ningún lado.
Edward estaba aun moviéndose de un lado a otro con Kate, lo que llamaba mi
atención era que no dejaba de abrazarla o tocarla.
– Hay un
montón de gente, ¿son todos parientes? –Me pregunto Heath mirando a las
diferentes personas que bailaban o hablaban a ambos lados del salón.
Negué– No,
hay varios socios de papá con sus familiares y amigos de Emily de la
universidad, como esos de allá.
Heath
asintió– Me parecían conocidos. –Luego se quedo callado– ¿No es ese mi padre?
Mire hacia
donde me indicaba Heath, en efecto era su padre y estaba a un lado del mío.
– Si, yo lo
invite. –Levante mi mano– No digas nada, solo pensé que sería un detalle que él
viniera.
Él negó– No
voy a criticar, vamos a salvarlo antes de que meta la pata, debo admitir que el
hombre es un gran abogado pero no sabe como interactuar con la gente.
Me hizo
feliz el que no pensara irse por otro lado al ver a su padre– Vamos.
En verdad su
padre no sabía como interactuar, estaba en una discusión con papá cuando
llegamos a su lado mientras mis tíos miraban entretenidos. Genial.
– Solo te
digo que debías de fijarte más en lo referente a la oficina, esa secretaria
tuya es un desastre.
Papá estaba
mirándolo con cara de odio– Déjala en paz, es una pasante y debe aprender de
sus errores.
El señor
Tanner lo miraba sin comprender– Casi quema la correspondencia, ¿y de dónde
había salido el fuego?
Papá se puso
una mano en la cara– Se le cayó un vaso en la lámpara.
– Aja, y no
haces nada…
Heath le
puso en brazo en los hombros– Pa, déjalo, es su secretaria y tú tienes una
vieja amargada que no le gusta pasarte llamadas.
– No digas
eso Heath, Vera es muy agradable.
– Como la
esposa de Sócrates que era una arpía. –Papá estaba encantado ahora.
– Así que tú
eres el padre del novio de Zo, –Dijo Tío Mark, mientras tío Henry miraba a
Heath con gesto de aprobación– Mira Henry, te die que el chico tenía carácter.
Tío Henry
asentía– Si, y veo que tiene genes.
El señor
Tanner sonreía– Si, ahora es carácter humillar a su padre en público.
Heath le
sonrió encantado– Si tú no me dieras la oportunidad…
Eso hizo que
su padre le revolviera el cabello, Heath se lo volvió a acomodar y me di cuenta
de que tenía un anillo en sus dedo anular en la mano izquierda, lo que me hizo
pensar en ello. Tome su mano y jugué con el anillo, mientras ellos se lanzaban
bromas y mis tíos le preguntaban sobre sus estudios.
Me quede
quieta cuando vi el grabado en el anillo, decía ZOEY. Le solté la mano y vi e
mi anillo, por dentro decía Heath.
– Se parece
a un anillo de compromiso. –Murmure para mí misma.
Heath se
agacho y me susurro al oído– Es mi compromiso de amor, llevo tu nombre porque
quiero que sepan que ya soy de alguien.
Lo mire
seriamente– Pero el mío esta grabado por dentro no dejando ver tu nombre y el
tuyo deja ver a todos el mío.
Heath me
miro encantado– ¿Eso quiere decir que puedo colocarte algo con mi nombre para
que todos lo vean? –Me pregunto feliz– Mandaré a grabar un collar con mi nombre
mañana mismo.
Lo piñizque–
Bobo.
– ¿Ya te
estas dando cuenta que es un tonto? –Me pregunto papá.
El padre de
Heath se puso en guardia– Y tú aun vives en la negación.
– Ya, calma
ustedes dos. Hoy van a portarse bien. –Les dije a ambos.
– He aquí la
replica de mi hermanita. –Se reía tío Henry– Ten miedo Heath, mucho miedo.
Papá estaba
frunciéndole el ceño– Mi mujer es adorable y mi hija también.
Mamá
apareció por detrás de papá– ¿Yo soy adorable?
Papá la
atrajo hasta sí– Eres más que adorable mi amor.
– Iuk, No
van a besarse ¿cierto? Es asqueroso de ver. –Les dijo tío Mark poniendo cara de
asco.
Tío Henry
hacia arcadas– Apártate de mi hermanita Stonel.
El señor
Tanner se puso a mi lado– ¿Cuánto tienen de casados tus padres?
Conté con
mis dedos– Dieciséis, pero ya estaban juntos de hace años antes de eso.
– ¿Y ellos
aun no lo aceptan? –Pregunto Heath a mi lado.
Negué–
Siempre se comportan de esa forma cuando están juntos.
Papá beso a
mamá, cuando se separó de ella los miro divertido– Henry esa advertencia no te
sirvió de nada cuando tenía dieciséis y quería estar con tu hermana. Así que
acéptenlo.
Mamá coloco
su cabeza debajo de la barbilla de papá– Ya deberían dejar eso, están muy
viejos para celarme cuando Edward y yo ya tenemos tres hijos.
– Maduren de
una vez ustedes dos, me avergüenzan. –Mire al abuelo Jason que me tendió los
brazos, me solté de Heath y me abrace al abuelo– Hace tiempo que no te veía mi
princesita, feliz cumpleaños. –Levantó la mirada hacia Heath y le tendió una
mano– Soy Jason Evans, el abuelo de esta preciosa niña.
Heath le
sonrió– Soy Heath Tanner el novio de Zoey. Encantado de conocerlo señor.
– Educado,
me gusta. –Dijo el abuelo– Vayan aprendiendo un poco ustedes dos.
Tío Mark le
frunció el ceño– No me pagan para ser educado.
– A mi
tampoco. –Le señalo el tío Henry que era un empresario.
– Y a ti
Edward ¿te pagan para ser educado? –El abuelo le coloco una mano en el hombro.
– Me pagan
para comerme a los idiotas que se les ocurre meterse con mis clientes.
El abuelo lo
miro y de pronto se puso a reír– Nunca vas a cambiar muchacho, siempre tan
sanguinario.
– Y yo creía
que lo hacía por amor a la justicia. –Dijo el papá de Heath sonriendo encantado
por algo.
El abuelo lo
miro– A usted no lo conozco.
– Soy el
padre de Heath, Jeffry Tanner. Mucho gusto señor Evans.
El abuelo
asintió– De ahí los modales, un gusto señor Tanner. –El abuelo me miro– Hoy
estás linda hija, te pareces a tu madre a esta edad. Recuerdo como me puse
cuando este bueno para nada la llevo a su fiesta de cumpleaños. –Apuntó a papá–
Lo primero que pensé es que mi pequeña estaba en peligro, recuerdo cuando tu
padre no era más…
– ¿Para qué
recordar el pasado suegro? –Papá estaba todavía abrazado a mamá o quizás fuera
ella la que lo retenía a él, por la cara que tenía.
– Tienes
razón, el pasado esta pasado y enterrado. –Volvió a mirarme pero no me perdí la
mirada que compartieron mis tíos. Mis manos de repente se vieron sujetadas por
las de él– Te traje un regalo pero te lo daré después porque veo que no hay
espacio aquí en esta mano y no creo que le guste a quien te lo dio que yo lo
mueva.
– No, no me
agradaría. –Le respondía Heath al comentario del abuelo.
– Si, a mi
tampoco me gustaría eso si fuera mi chica. A propósito, ¿dónde esta mi chica?
Shenny la has visto.
– No la he
visto desde hace un rato, mi suegra la fue a buscar para algo.
El abuelo
puso los ojos en blanco– Quieren que haga las pases con ese troglodita, me rió
de ellas.
– Papá. –Se
quejo mamá.
Papá se
alejo de ella para acercarse a Heath– Así que un anillo, no es el regalo más
común para un cumpleaños.
Heath le
sonrió apenado por las miradas de todos. Me solté del abuelo y fui con mi
novio.
– Abuelo,
¿quiere decir que tendré otro anillo? –Le comenté para distraer a papá.
– Si, pero
más bonito que esa bisutería. –Me dijo mirando a Heath– Yo no regalo plástico.
– Ni yo
señor. –Lo regaño ligeramente Heath.
– Creo que
ya se me ofrece pastel. –Dije.
Mamá llamo
nuestra atención con las manos– Si, ya casi es hora de cantar el cumpleaños
feliz. Vamos, vamos.
Mamá se fue
de inmediato hasta Rick que estaba aun en el escenario bailando de un lado para
otro desde que habían cambiado la música a una un poco más moderna. Todos vimos
como le jalo una oreja para hablar con él.
– Esto
merece una foto. –Tío Henry sacó su teléfono del bolsillo y le saco fotos a la
escena– La siguiente vez que me haga una escena de que ya es mayor le voy a
mostrar estas fotos.
– Creo que
Shenny nos esta haciendo señas. –Dijo el señor Tanner.
– Vamos.
–Papá nos señalo– Aun no hemos terminado.
– Entendido.
–Heath me dedico una sonrisa.
– Oye,
¿dónde está Paul? Supongo que vino.
Heath se
removió algo incómodo– Acerquémonos hasta tu mamá. –Le jale la manga– Si vino,
debe estar con Emily en alguna parte.
No me gusto
como le dijo pero no pregunte más, nos acercamos hasta donde estaba mamá. Las
luces de pronto se atenuaron y Rick comenzó a cantar el cumpleaños feliz,
pronto los invitados le siguieron. Y por un lado apareció el pastel con forma
de libro.
Feliz cumpleaños Zoey,
decía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario